La semana pasada, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó un comunicado señalando que la Corporación Financiera Colombiana (Corficolombiana), la institución de servicios financieros del Grupo Aval, “acordó pagar más de $80 millones para resolver las investigaciones de soborno por parte de autoridades en los Estados Unidos y Colombia derivadas de la participación de la empresa en un plan para pagar millones de dólares en sobornos a altos funcionarios del gobierno de Colombia”, en compañía de la corrupta Odebretch.

Este escándalo nacional tiene como protagonista una de las vías principales del departamento del Cesar: la polémica Ruta del Sol II. Según reveló la revista Cambio, en mayo de 2014, el presidente de Corficolombiana se reunió con el misterioso “Colombian Official 3”, un funcionario hasta ahora desconocido.  

En esa reunión, en la que estaba el jefe de Odebrecht para Colombia, Eleuberto Martorelli, acordaron el pago de una coima de USD 3.4 millones a favor del misterioso “Colombian Official 3”, “con el propósito de que asegurara la adición del tramo Ocaña-Gamarra al Contrato de Ruta del Sol 2”.  

Ese tramo iba desde Gamarra hasta la circunvalar de Aguachica, luego tomaba un subtramo en Aguaclara y otro en Río de Oro, en el departamento del Cesar, hasta llegar a vías del municipio de Ocaña, Norte de Santander.