El secretario de Infraestructura del Cesar, Jorge Maestre, le dijo a EL PILÓN que el contratista encargado de la construcción de la vía Aguas Blancas-Codazzi está trabajando en la reparación de los prematuros daños que registró la vía. 

A inicios de este 2025, la sociedad de ingenieros ofició a la Gobernación por el “deterioro avanzado y prematuro que registra esta infraestructura vial”. En esa línea, argumentaron que los daños observados afectan gravemente la movilidad, seguridad y economía de la región, “además de poner en entredicho la calidad de la ejecución, supervisión y control del proyecto”.

Contexto: El pésimo estado de una vía de $107.000 millones contratada por la Gobernación

El secretario de Infraestructura sostuvo que el contratista deberá corregir “todo lo que esté mal en la vía. Estamos a la espera de la aseguradora, sin embargo, como también le copiamos a la Interventoría y al mismo contratista, están corrigiendo por su cuenta y riesgo las fallas”.

¿Quién es el contratista? El encargado de construir la vía fue el ‘Consorcio Vial Codazzi– Aguas Blancas’, integrado por  Ingeniería y Construcciones del Cesar (29 %), representado legalmente por César Augusto Caraballo; Constructora y Promotora ODIN (1 %), representada por Hernán Gabriel Fortich;  Equipos y Construcciones del Caribe (50 %), representada legalmente por Adriana Marcela León Luque; y MEG Obras (20 %), representada por Ana Manuela Montaño Bedolla.  

El caso de la vía

Estos daños prematuros no son nuevos. En diciembre de 2023, a siete meses de su inauguración, en EL PILÓN publicamos un informe revelando que la vía estaba llena de huecos y grietas. Esta carretera, que tiene una inversión $107.000 millones, fue entregada en mayo de 2023 por el contratista a la Gobernación del Cesar luego de 8 prórrogas de tiempo y una adición presupuestal.  

En total son 28 kilómetros de vía, los cuales conectan a Codazzi con Aguas Blancas, y permite a los viajeros del interior del país ahorrarse 45 minutos a la hora de viajar a ciudades como Cartagena, Barranquilla o Santa Marta. El problema es que está en pésimo estado y es un peligro para los viajeros.

Por Deivis Caro