Un primero de agosto nació en esta ciudad la mujer que se propuso y logró hacer que el vallenato fuera grande y reconocido, no solo en la región o el país, sino en el mundo entero.

Serían 74 años de vida los que se celebrarían por el cumpleaños de Consuelo Araújo Noguera. Ayer, primero de agosto fue una fecha para que sus hijos, su familia y todos los vallenatos recordaran a la mujer de recio carácter, quien con tesón y esfuerzo sacó adelante el Festival de la Leyenda Vallenata, fiesta reconocida internacionalmente y que se convirtió en el mayor patrimonio cultural y folclórico de Valledupar.
Fue la gestora de este festival que desde 1968, se ha conformado como una fiesta nacional, donde los acordeones suenan en cada uno de sus aires recordando a los juglares de antaño que se paseaban de pueblo en pueblo cargando su instrumento, el acordeón y con el que tocaban canciones con historias de la tierra, del amor y el desamor, de la amistad y de los parajes de esta región.

El secuestro y la violencia se encargaron de llevársela para siempre el 29 de septiembre de 2001. Un hecho lamentable, que enlutó a la ciudad y al país. Fue Ministra de Cultura entre el mes de julio del año 2000 hasta marzo de 2001, cargo desde el cual llevó a cabo tareas para impulsar el desarrollo de la cultura en todo el país.
‘La Cacica’, bautizada así por el periodista Hernando Giraldo, fue clave para que hoy la música vallenata sea conocida en todo el mundo y para que el baile del pilón tuviera el auge que logró, al ser incluido en la inauguración del Festival de la Leyenda Vallenata.
Su legado, que el vallenato sea reconocido en todo el mundo, el festival de la Leyenda Vallenata, que es hoy Patrimonio Cultural de la Nación; autora de los libros de Vallenatología; Escalona, el hombre y el mito, y El lexicón del Valle de Upar y las columnas de opinión que por más de 20 años escribió para el diario El Espectador.
El vallenato sigue vigente y con más fuerza que nunca como siempre lo soñó Consuelo, el Festival de la Leyenda Vallenata se sigue festejando entre el mes de abril y mayo, para que el folclor de esta tierras se fortalezca y resuene por siempre.

Jennifer Chacón Castellar
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