Mallas deterioradas, arcos de la cancha de baloncesto a punto de desplomarse, sillas en mal estado y zona peatonal desquebraja por el accionar de raíces de palos de ceiba es parte del panorama del parque principal del barrio San Martín de Valledupar, que hoy cumple 47 años de existencia.

Para colmo de males, el lugar que debería ser centro de recreación y esparcimiento es usado como escombrera y depósito de basuras. Allí se observan desechables, plásticos, bolsas, envolturas de comidas, hojas y podas, desdibujando el sitio.

La falta de luminarias es otra de sus problemáticas, tornándose en tinieblas cada vez que anochece, lo cual se convierte en un lugar propicio para que marihuaneros lleguen al lugar como ‘dueños de casa’, creando zozobra en quienes viven cerca del parque y en los que transitan por allí.

Uno de los gestores culturales de la localidad, Libar Maestre manifestó que “en estos momentos el parque es deprimente; no dan ganas de jugar ni de venir. Es un lugar sin asistencia alguna. Los juegos infantiles están obsoletos; es un riesgo dejar que nuestros niños vengan aquí”.

De igual forma hizo alusión a una sede de Telecom que se encuentra detrás de la tarima, ocupando espacio público del parque sin cumplir función alguna. “Hemos pasado muchos derechos de petición para que nos quiten el Telecom, que nos quitó zona urbana del parque. Nos engañaron en su momento, supuestamente allí iban a colocar unos teléfonos públicos y le iba a prestar un servicio a la comunidad, pero hoy en día es un ‘elefante blanco’ que no se utiliza para nada”.

Habla la comunidad
*Roberto Ruíz, albañil: “A este parque le urge arreglo, pese a ser uno de los más antiguos en la ciudad no le echan una manito. Aquí no hay nada: ni gradería, ni mallas, ni cancha, ni juegos que sirvan. La falta de luminarias propicia inseguridad”.

*Carlos Castro, peluquero: “Este parque está muy descuidado en cuanto a iluminación, aseo y mantenimiento. Como yo trabajo en él me tocó improvisar conexiones de luz para iluminar mi puesto”.

*Rafaela Barros, microempresaria: “Los políticos suelen venir al parque a llenarnos de promesa, luego cuando son electos no se acuerdan en volver y arreglar el sitio. Otra de nuestras quejas es que el Presidente de la Junta de Acción Comunal debe ser reelecto, porque el actual vive muy ocupado en su trabajo y no le da tiempo de estar pendiente de las problemáticas del barrio”.

Sin fiestas
Este año la comunidad no celebrará sus fiestas como venía acostumbrada. Para algunos es producto de la inseguridad reinante en el sector y de la desunión como comunidad.

Al respecto, Álvaro Silva, manifestó que “la inseguridad es un lunar que tiene el barrio, la falta de apoyo a Libard Maestre y la desunión como vecinos no hicieron posible las fiestas este año. La comunidad sólo espera el 9 y el 10 para hablar de la fiesta, pero seis meses antes no se alistan a prepararlas”.

Esta posición es compartida por Aristóteles Batista, quien dijo que “la comunidad no participa en las fiestas como debe ser, no es proactiva para que se realicen y le dejan todo el peso a una o dos personas”.

ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
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