Más de 58 mil ciudadanos encontraron en la Personería de Valledupar la solución a diversas problemáticas relacionadas con salud, servicios públicos, atención integral a víctimas, entre otros, esa cifra, a juicio del personero Alfonso Campo Martínez, pudo ser menor si las entidades responsables hubieran dialogado con sus usuarios.

En entrevista con el periódico El Pilón, el personero Alfonso Campo Martínez afirmó que el diálogo ha sido la herramienta fundamental para garantizar los derechos humanos de los ciudadanos y habló sobre las acciones más relevantes al frente de esa entidad durante el 2018.

¿En qué temas concentró la personería su labor este año?

Somos una agencia del Ministerio Público encargada de la vigilancia y defensa de los derechos humanos de todos los ciudadanos. En ese sentido, en este 2018 avanzamos en esa labor y para ello continuamos, esta vez en la zona urbana, con el programa Personería al Barrio, con el que nos acercamos a las comunidades.

¿Sí resulta efectivo el programa Personería al Barrio?

Claro. Este programa es muy importante y significativo, es que llevar la institucionalidad a territorios de difícil acceso, como lo iniciamos en el 2017 en los corregimientos de Valledupar, y este año lo hicimos en más de 100 barrios de la ciudad y brindar soluciones, es un gran logro. Salir de las oficinas, escuchar de frente a las personas que tenían años padeciendo por una situación, generamos diálogo con las entidades prestadoras y en una mañana encontraron solución, eso es muestra de la efectividad de este programa.

¿Qué beneficios llevó ese programa?

Personería al Barrio se concentra en atención integral a víctimas, servicios públicos, salud, asesorías, entre otros. No obstante, fuimos con nuestros aliados como el consultorio jurídico de la UDES, que orientó a los usuarios; el Hospital Eduardo Arredondo Daza y su unidad móvil junto a la Fundación Brasilia atendieron a muchas personas que no tenían acceso a servicios médicos; todas las entidades prestadoras de servicios públicos participaron dando solución, orientación a usuarios, acuerdos de pago; la unidad de víctimas, la Alcaldía de Valledupar con sus ofertas, la Gobernación del Cesar.

¿Cómo están las empresas de servicios públicos en cuanto a atención. ¿Qué pasó con Electricaribe?

No solo en las jornadas de Personería al Barrio, a diario tenemos un profesional encargado de atender las quejas de los usuarios contra los servicios públicos, dirigidas tanto a Emdupar, Gases del Caribe, Aseo del Norte y Electricaribe, siendo ésta la que recibe mayores quejas. Ante esto, tomé la vocería de los personeros del Caribe ante la problemática de Electricaribe, realizamos diversas reuniones, celebramos la intervención y esperamos que el nuevo operador garantice servicios, atención, operatividad y no se afecte el bolsillo de los ciudadanos.

Y las EPS fueron un verdadero dolor de cabeza, en este sentido, ¿en qué se avanzó?

Nuestro acompañamiento fue más allá de las acciones de tutela presentadas, de la orientación a usuarios y de las reuniones constantes con las EPS, fuimos mediadores entre las autoridades de salud y Coomeva a quienes les exigimos mejoras en sus servicios; logramos atención a pacientes que les negaban medicamentos de alto costo, demoraban para una intervención quirúrgica o les hacían el mal llamado paseo de la muerte. La vida es sagrada y por eso haremos uso de todos los mecanismos que tenemos a la mano para garantizar la atención de los usuarios.

¿Cómo analiza el trabajo del alcalde de Valledupar?

El alcalde Augusto Ramírez Uhía tiene un gran reto y es cumplirle a la ciudad, este 2019 será muy importante para la materialización de los compromisos pactados con la ciudadanía, donde seremos vigilantes de que eso se cumpla en los tiempos requeridos y ese es mi compromiso con Valledupar.

Personero, usted se ha caracterizado por ser un hombre prudente, que defiende el diálogo, ¿Esto ha servido?

La experiencia nos ha indicado que el diálogo ha sido el camino para solucionar conflictos, así lo hemos visto en las familias, en los amigos, sobre todo en las comunidades que hoy anhelan una institucionalidad fuerte, una institucionalidad más cercana, de cara al ciudadano, que al final ese ciudadano lo que quiere es ser escuchado y cuando vemos que encuentra solución a sus inquietudes ahí nos hemos dado cuenta que con el diálogo se da solución a los pequeños problemas de la sociedad.