Cada día las personas ven las redes sociales e Internet como una gran vitrina para comercializar sus productos.
“Después de más de 10 años de tener un local comercial en el centro tuve que cerrarlo, con la aparición de los nuevos centros comerciales ya las ventas no eran las mismas, yo no sabía qué hacer, tenía mucha mercancía y también muchas deudas, duré un tiempo desesperada ante la situación, no sabía qué hacer, hasta que un día vi a mi hijo viendo Instagram, esa fue mi salvación”, recordó Claret, una mujer que hace tres años entró al negocio de las ventas por redes sociales.
Te puede interesar: Cinco pasos que debes tener en cuenta al momento de realizar compras online
Como ella son muchas las personas que han encontrado en las redes sociales, en especial en el Instagram una forma de hacer negocio, vender distintos productos a buen precio y, lo que es mejor para ellas, sin pagar impuestos, servicios públicos adicionales y empleados.
Según Claret, un día vio cómo por Instagram se podía ofrecer mercancía sin arriesgar nada: “Porque a uno primero le consignan y luego envía el producto, lo importante es mostrar cosas bonitas, poner lo que otros no tienen, eso atrae compradores y no me puedo quejar, me ha ido muy pero muy bien”, dice.
Como Claret, está Ligia, quien junto con su esposo tienen una cuenta de venta de zapatos por esa misma red. En diciembre dice que fue un mes muy bueno: “Vendimos 16 millones de pesos, lo mejor es que no hay que tener local que genera un gasto por el pago de arriendo, no se requiere mucha inversión, no hay que pagar impuestos, no tiene uno que salir de casa a ofrecer el producto, si a la persona le gustó algo, simplemente hace la transferencia bancaria y uno le manda el producto”.
Ligia asegura que el riesgo no está para el que vende, sino para el que compra, porque hay muchas cuentas falsas que no envían el producto, lo demoran o la mercancía sale de mala calidad.
“Nosotros tenemos la ventaja que somos serios, vendemos productos de buena calidad y los entregamos, pero hay gente que no es así. Las redes son una gran alternativa, la gente compra y no tiene que salir de casa, es más cómodo, pero como en todo hay un riesgo para el que compra, porque a veces no le llega lo que espera”, dice Ligia.
A voz de Octavio Pico, director de Fenalco, en la actualidad no hay un estudio sobre el tema: “Es muy difícil saberlo porque hay muchos actores, entonces es muy difícil de medir, entre otras cosas porque la Federación informa de las cosas que puede medir, de pronto sea el Estado el que deba hacerlo”.
En lo que sí está de acuerdo es que las ventas por este tipo de canales han venido creciendo. Para él se vende no solo por estas redes sociales, sino también por páginas web, YouTube, entre otras.
“Hay gente muy activa que venden de todo, productos de diversa índole, suntuarios, alimenticios y eso tiene varias lecturas, es posible que unas personas estén vendiendo productos importados sin que sean formales y es bueno que la gente busque el dinero, pero también hay que darle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, eso quiere decir que el Estado también necesita que le paguen (impuestos)”, afirmó.
Lea también: Las ofertas de tus supermercados en tu celular
Para Pico estas ventas tienen una connotación positiva y es que la gente se está atreviendo hacer cosas, a generar recursos.
Para Emad Mohorez, especialista en redes, las ventas a través de estos canales se ha aumentado en los últimos años, sobre todo por parte de las mujeres que considera son compradoras compulsivas.
“Las ventas a través de redes se puede decir que se han incrementado en un 90 %, todos los días aparece una tienda virtual nueva, pero eso también se ha prestado para estafas, porque la gente monta la tienda virtual y como primero se paga y luego se manda el producto, hay quienes no mandan nada”, dijo Mohorez.
Según explicó, en redes como Instagram el 59 % son mujeres y de estas el 30 % son mujeres compradoras compulsivas.
Cada día las personas ven las redes sociales e Internet como una gran vitrina para comercializar sus productos.
“Después de más de 10 años de tener un local comercial en el centro tuve que cerrarlo, con la aparición de los nuevos centros comerciales ya las ventas no eran las mismas, yo no sabía qué hacer, tenía mucha mercancía y también muchas deudas, duré un tiempo desesperada ante la situación, no sabía qué hacer, hasta que un día vi a mi hijo viendo Instagram, esa fue mi salvación”, recordó Claret, una mujer que hace tres años entró al negocio de las ventas por redes sociales.
Te puede interesar: Cinco pasos que debes tener en cuenta al momento de realizar compras online
Como ella son muchas las personas que han encontrado en las redes sociales, en especial en el Instagram una forma de hacer negocio, vender distintos productos a buen precio y, lo que es mejor para ellas, sin pagar impuestos, servicios públicos adicionales y empleados.
Según Claret, un día vio cómo por Instagram se podía ofrecer mercancía sin arriesgar nada: “Porque a uno primero le consignan y luego envía el producto, lo importante es mostrar cosas bonitas, poner lo que otros no tienen, eso atrae compradores y no me puedo quejar, me ha ido muy pero muy bien”, dice.
Como Claret, está Ligia, quien junto con su esposo tienen una cuenta de venta de zapatos por esa misma red. En diciembre dice que fue un mes muy bueno: “Vendimos 16 millones de pesos, lo mejor es que no hay que tener local que genera un gasto por el pago de arriendo, no se requiere mucha inversión, no hay que pagar impuestos, no tiene uno que salir de casa a ofrecer el producto, si a la persona le gustó algo, simplemente hace la transferencia bancaria y uno le manda el producto”.
Ligia asegura que el riesgo no está para el que vende, sino para el que compra, porque hay muchas cuentas falsas que no envían el producto, lo demoran o la mercancía sale de mala calidad.
“Nosotros tenemos la ventaja que somos serios, vendemos productos de buena calidad y los entregamos, pero hay gente que no es así. Las redes son una gran alternativa, la gente compra y no tiene que salir de casa, es más cómodo, pero como en todo hay un riesgo para el que compra, porque a veces no le llega lo que espera”, dice Ligia.
A voz de Octavio Pico, director de Fenalco, en la actualidad no hay un estudio sobre el tema: “Es muy difícil saberlo porque hay muchos actores, entonces es muy difícil de medir, entre otras cosas porque la Federación informa de las cosas que puede medir, de pronto sea el Estado el que deba hacerlo”.
En lo que sí está de acuerdo es que las ventas por este tipo de canales han venido creciendo. Para él se vende no solo por estas redes sociales, sino también por páginas web, YouTube, entre otras.
“Hay gente muy activa que venden de todo, productos de diversa índole, suntuarios, alimenticios y eso tiene varias lecturas, es posible que unas personas estén vendiendo productos importados sin que sean formales y es bueno que la gente busque el dinero, pero también hay que darle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, eso quiere decir que el Estado también necesita que le paguen (impuestos)”, afirmó.
Lea también: Las ofertas de tus supermercados en tu celular
Para Pico estas ventas tienen una connotación positiva y es que la gente se está atreviendo hacer cosas, a generar recursos.
Para Emad Mohorez, especialista en redes, las ventas a través de estos canales se ha aumentado en los últimos años, sobre todo por parte de las mujeres que considera son compradoras compulsivas.
“Las ventas a través de redes se puede decir que se han incrementado en un 90 %, todos los días aparece una tienda virtual nueva, pero eso también se ha prestado para estafas, porque la gente monta la tienda virtual y como primero se paga y luego se manda el producto, hay quienes no mandan nada”, dijo Mohorez.
Según explicó, en redes como Instagram el 59 % son mujeres y de estas el 30 % son mujeres compradoras compulsivas.