Una firma privada entraría a manejar la parte comercial de la empresa de servicios públicos de Valledupar y su ganancia sería el 35 %, después de un promedio establecido por medio de un contrato de colaboración empresarial.
Las pérdidas actuales de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, son más grandes que los dividendos recibidos por la prestación de servicios de acueducto y alcantarillado.
Solamente en su producción de agua está el desborde más exorbitante para esta entidad. Produce 4.6 millones de metros cúbicos de agua potable en su planta de tratamiento, pero solo recauda 1.8 millones, es decir que son 2.8 millones dejados de facturar.
Y en la facturación existe otro déficit. En promedio son 91.000 usuarios en la base de datos de Emdupar, de esos solamente 82.000 tienen micromedidores y para hacer las lecturas de dichos aparatos hay tres personas; un solo funcionario debe tomar, en promedio, información de 27.333 medidores, en menos de 20 días.
De esa manera y basado en que la Superintendencia de Servicios Públicos está a punto de intervenir a la empresa, el gerente Armando Cuello Daza propone tercerizar el área comercial; una propuesta no de ahora, porque durante el gobierno de Rubén Carvajal Riveira, el entonces gerente de la entidad, Licinio Beleño, hizo la misma sugerencia que después fue rechazada por Alberto José Daza Lemus, en la época de Luis Fabián Fernández Maestre como alcalde de Valledupar.
En esa ocasión, abril de 2010, la tercerización fue calificada como “proceso inconveniente” para Emdupar, toda vez que los estudios previos a la convocatoria no llenaban los requisitos, al tiempo que se tuvieron en cuenta las múltiples observaciones de los organismos de control y el inconformismo de la comunidad, que siempre se opuso a este mecanismo.
Ahora, Armando Cuello Daza sostiene que la única salida, para salvar a Emdupar, es aplicar el Plan de Salvamento entregado hace unos meses a la Superintendencia y que tiene en su interior mejorar la capacidad financiera, técnica y administrativa. Esa tercerización consiste en contratar una firma para que preste un servicio que debería hacerlo Emdupar, pero hoy también está en manos de otros terceros.
Emdupar está distribuido en seis áreas: Gestión Humana, Gestión de Planeación, Gestión Financiera, Gestión Técnica Operativa, Gestión Jurídica y Gestión Comercial.
En el área comercial entraría Radian Colombia, conocida por Armando Cuello Daza durante una visita el año anterior a las Empresas Públicas de Medellín (EPM). La firma trabaja con la EPM en un contrato de agua no contabilizada, realizando cambio de medidores, entre otros aspectos.
Es así como Cuello Daza plantea que Radian entre a manejar servicios como: corte, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores, toma de lectura, impresión y reparto de facturas, además de otras variables.
“Hoy esas actividades están tercerizadas si así podría decirse, pero ahora queremos recogerlas en una sola empresa, que tendría no solo ese compromiso sino que debe hacer unas inversiones a Emdupar superior a los $23.000 millones. Así está contemplado en el Plan de Salvamento y es un tema de conocimiento para la Superintendencia de Servicios Públicos”, declaró Armando Cuello.
El 30 de septiembre de 2018, Emdupar deberá tener cumplida las tareas establecidas por la Superintendencia de Servicios Públicos, de no hacerlo, podría entrar a una intervención tal como le ocurrió a Electricaribe. El tiempo se agota y la gerencia dice estar abierta a mostrar los requisitos, argumentos y la manera cómo Radian Colombia entraría a operar la parte comercial, el músculo financiero de una Emdupar llena de inconvenientes jurídicos y económicos. Problemas debatidos en el Concejo Municipal, que escuchó respuestas de la empresa y no convenció a los concejales.
Radian Colombia entraría a ejecutar un contrato de colaboración empresarial durante cinco años, a partir de la firma del mismo. Sus tareas, además de la parte comercial, estarían sustentadas en cuatro inversiones que debe realizar para cumplir a cabalidad con lo estipulado en la contratación.
El gerente Armando Cuello Daza explicó que deben hacer un catastro de los usuarios, laboratorio de micromedidores, instalación masiva de micromedidores (unos 50.000 en los cinco años), reorganizar áreas internas de Emdupar y disminuir los índices de agua no contabilizada.
“Emdupar no arriesgará porque cuando se firme el contrato se abrirá una fiducia de $3.000 millones, que deberá poner la firma contratista. Estamos seguros de que es un contrato idóneo y con cero costo nuestro”, explicó Cuello Daza.
Si el contratista accede, entonces aparecerá la forma de pago; partirá desde un promedio de recaudo establecido entre las partes y después si comenzaría a generar dividendos para las arcas del privado. Por ejemplo, si el promedio se fija en $2.500 millones, de ahí en adelante a Emdupar le tocará el 65 % y al contratista se quedará con el otro 35 % del recaudo, con esos recursos tendrá que pagar y responder por la eficiencia en corte, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores, toma de lectura, impresión, reparto de facturas, entre otros puntos.
Si el contratista accede, entonces aparecerá la forma de pago; partirá desde un promedio de recaudo establecido entre las partes y después si comenzaría a generar dividendos el privado para sus arcas.
“Emdupar no arriesgará porque cuando se firme el contrato se abrirá una fiducia de $3.000 millones, que deberá poner la firma contratista. Estamos seguros de que es un contrato idóneo y con cero costo nuestro”: Armando Cuello.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
Una firma privada entraría a manejar la parte comercial de la empresa de servicios públicos de Valledupar y su ganancia sería el 35 %, después de un promedio establecido por medio de un contrato de colaboración empresarial.
Las pérdidas actuales de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, son más grandes que los dividendos recibidos por la prestación de servicios de acueducto y alcantarillado.
Solamente en su producción de agua está el desborde más exorbitante para esta entidad. Produce 4.6 millones de metros cúbicos de agua potable en su planta de tratamiento, pero solo recauda 1.8 millones, es decir que son 2.8 millones dejados de facturar.
Y en la facturación existe otro déficit. En promedio son 91.000 usuarios en la base de datos de Emdupar, de esos solamente 82.000 tienen micromedidores y para hacer las lecturas de dichos aparatos hay tres personas; un solo funcionario debe tomar, en promedio, información de 27.333 medidores, en menos de 20 días.
De esa manera y basado en que la Superintendencia de Servicios Públicos está a punto de intervenir a la empresa, el gerente Armando Cuello Daza propone tercerizar el área comercial; una propuesta no de ahora, porque durante el gobierno de Rubén Carvajal Riveira, el entonces gerente de la entidad, Licinio Beleño, hizo la misma sugerencia que después fue rechazada por Alberto José Daza Lemus, en la época de Luis Fabián Fernández Maestre como alcalde de Valledupar.
En esa ocasión, abril de 2010, la tercerización fue calificada como “proceso inconveniente” para Emdupar, toda vez que los estudios previos a la convocatoria no llenaban los requisitos, al tiempo que se tuvieron en cuenta las múltiples observaciones de los organismos de control y el inconformismo de la comunidad, que siempre se opuso a este mecanismo.
Ahora, Armando Cuello Daza sostiene que la única salida, para salvar a Emdupar, es aplicar el Plan de Salvamento entregado hace unos meses a la Superintendencia y que tiene en su interior mejorar la capacidad financiera, técnica y administrativa. Esa tercerización consiste en contratar una firma para que preste un servicio que debería hacerlo Emdupar, pero hoy también está en manos de otros terceros.
Emdupar está distribuido en seis áreas: Gestión Humana, Gestión de Planeación, Gestión Financiera, Gestión Técnica Operativa, Gestión Jurídica y Gestión Comercial.
En el área comercial entraría Radian Colombia, conocida por Armando Cuello Daza durante una visita el año anterior a las Empresas Públicas de Medellín (EPM). La firma trabaja con la EPM en un contrato de agua no contabilizada, realizando cambio de medidores, entre otros aspectos.
Es así como Cuello Daza plantea que Radian entre a manejar servicios como: corte, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores, toma de lectura, impresión y reparto de facturas, además de otras variables.
“Hoy esas actividades están tercerizadas si así podría decirse, pero ahora queremos recogerlas en una sola empresa, que tendría no solo ese compromiso sino que debe hacer unas inversiones a Emdupar superior a los $23.000 millones. Así está contemplado en el Plan de Salvamento y es un tema de conocimiento para la Superintendencia de Servicios Públicos”, declaró Armando Cuello.
El 30 de septiembre de 2018, Emdupar deberá tener cumplida las tareas establecidas por la Superintendencia de Servicios Públicos, de no hacerlo, podría entrar a una intervención tal como le ocurrió a Electricaribe. El tiempo se agota y la gerencia dice estar abierta a mostrar los requisitos, argumentos y la manera cómo Radian Colombia entraría a operar la parte comercial, el músculo financiero de una Emdupar llena de inconvenientes jurídicos y económicos. Problemas debatidos en el Concejo Municipal, que escuchó respuestas de la empresa y no convenció a los concejales.
Radian Colombia entraría a ejecutar un contrato de colaboración empresarial durante cinco años, a partir de la firma del mismo. Sus tareas, además de la parte comercial, estarían sustentadas en cuatro inversiones que debe realizar para cumplir a cabalidad con lo estipulado en la contratación.
El gerente Armando Cuello Daza explicó que deben hacer un catastro de los usuarios, laboratorio de micromedidores, instalación masiva de micromedidores (unos 50.000 en los cinco años), reorganizar áreas internas de Emdupar y disminuir los índices de agua no contabilizada.
“Emdupar no arriesgará porque cuando se firme el contrato se abrirá una fiducia de $3.000 millones, que deberá poner la firma contratista. Estamos seguros de que es un contrato idóneo y con cero costo nuestro”, explicó Cuello Daza.
Si el contratista accede, entonces aparecerá la forma de pago; partirá desde un promedio de recaudo establecido entre las partes y después si comenzaría a generar dividendos para las arcas del privado. Por ejemplo, si el promedio se fija en $2.500 millones, de ahí en adelante a Emdupar le tocará el 65 % y al contratista se quedará con el otro 35 % del recaudo, con esos recursos tendrá que pagar y responder por la eficiencia en corte, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores, toma de lectura, impresión, reparto de facturas, entre otros puntos.
Si el contratista accede, entonces aparecerá la forma de pago; partirá desde un promedio de recaudo establecido entre las partes y después si comenzaría a generar dividendos el privado para sus arcas.
“Emdupar no arriesgará porque cuando se firme el contrato se abrirá una fiducia de $3.000 millones, que deberá poner la firma contratista. Estamos seguros de que es un contrato idóneo y con cero costo nuestro”: Armando Cuello.
Por Carlos Mario Jiménez
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