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Edgar Ojeda, arborista mexicano, será uno de los panelistas del 8.º Foro del Árbol, evento organizado por el diario EL PILÓN con el apoyo de Corpocesar, Emdupar, Drummond y Afinia, se realizará el próximo miércoles 26 de marzo en el Salón Yui del Hotel Sicarare.
En el diseño urbano de las ciudades, los árboles desempeñan un papel crucial como mitigadores de las altas temperaturas. Sin embargo, su integración con la infraestructura urbana sigue siendo un desafío constante. Según Edgar Ojeda, arborista mexicano y panelista en el 8.º Foro del Árbol, “el cemento incrementa las temperaturas y en cambio los árboles las bajan, las disminuyen. Entonces, hay dos situaciones en una ciudad: una es atender los árboles existentes y plantar nuevos árboles”.
No obstante, el experto destaca que uno de los problemas que enfrentan los árboles en las ciudades es el crecimiento excesivo de sus raíces, lo cual puede afectar a largo plazo el alcantarillado y el paso peatonal, aunque existen soluciones para abordar este problema.
La competencia por el espacio público es intensa, con árboles confinados a áreas reducidas. Edgar Ojeda enfatiza que, “en la ciudad, ellos (árboles) están confinados a espacios muy reducidos porque la competencia por el espacio público es tremenda. Los autos, las líneas de energía, todo el mundo quiere hacer uso del espacio público y los árboles quedan reducidos y quedan en último lugar en esta competencia por el espacio público”.
Además, al plantar nuevos árboles, uno de los factores a analizar es el espacio público para asegurar que tengan suficiente volumen y calidad de suelo para crecer sin interferir con la infraestructura urbana. Según el estudio “La problemática del diseño con árboles en vías urbanas” de la arquitecta Larisa Castillo y Armando Ferro, “la buena intención de solo plantar árboles no es suficiente para garantizar calles de calidad ya que la sola presencia arbórea no garantiza la efectividad de los beneficios”.
Ojeda menciona que “los árboles existentes y en la plantación de nuevos árboles hay que llegar a analizar el espacio público y plantarlos de manera adecuada, sobre todo con el volumen y calidad de suelo adecuado, ya en los pequeños espacios donde se ponen en las banquetas, debajo de las redes eléctricas o de comunicación y de un hoyito de 30 x 30″, no es posible que crezca saludable un árbol a largo plazo.
Castillo y Ferro recomiendan que “cualquier propuesta de arbolado para las mismas sea suficientemente flexible con vistas a su adaptación a los más variados usos y transformaciones en el tiempo”. En este contexto, los municipios tienen la responsabilidad de administrar y mantener los espacios verdes, asegurando que los árboles sean parte integral del diseño urbano sin comprometer la infraestructura existente.
Leer: Descubre el valor de los árboles antiguos: 8º Foro del Árbol en Valledupar
Las raíces de los árboles son fundamentales para su estabilidad, especialmente durante las tormentas. Sin embargo, a menudo entran en conflicto con la infraestructura urbana. Edgar Ojeda propone soluciones innovadoras, como la creación de rampas suspendidas sobre las raíces, lo que permite mantener las aceras accesibles sin dañar las raíces. Esta adaptación no solo resulta más económica a largo plazo, sino que también preserva los beneficios ambientales y sociales que los árboles aportan.
“Por ejemplo, una acera que está, digamos, destrozada por algunas raíces. Esto es lo que se hace y lo han hecho en Colombia, lo han hecho en el Quindío, por ejemplo. Es crear como una rampa con una pendiente adecuada, suspendida sobre las raíces. De esta manera, incluso alguien con movilidad limitada, en silla de ruedas, puede circular por ahí. Entonces, ya no se corta la raíz, sino que la acera queda como una especie de puentes sobre pequeños pilotes. Y eso funciona superbien”, explica Ojeda.
Es por eso que no puede tomarse tan a la ligera la plantación de nuevos árboles, el manejo efectivo de árboles urbanos requiere una planificación integral que considere tanto la preservación de árboles existentes como la plantación de nuevos, junto con adaptaciones urbanas que armonicen la infraestructura con las necesidades de los árboles. Esto no solo mejora la calidad de vida urbana, sino que también contribuye a un entorno más sostenible y saludable.
El 8.º Foro del Árbol, evento organizado por el diario EL PILÓN con el apoyo de Corpocesar, Emdupar, Drummond y Afinia, se centrará en la preservación de los árboles antiguos como un tesoro para la biodiversidad urbana. Este evento tendrá lugar el 26 de marzo en el Salón Yui del Hotel Sicarare. Contará con la participación del arborista e ingeniero mexicano Edgar Ojeda, quien destacará la importancia de la arquitectura arborista en la planificación urbana. Además, Carlos Llanos y Obed Bayona de Corpocesar hablarán sobre los retos de preservar árboles antiguos en la región.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN
Edgar Ojeda, arborista mexicano, será uno de los panelistas del 8.º Foro del Árbol, evento organizado por el diario EL PILÓN con el apoyo de Corpocesar, Emdupar, Drummond y Afinia, se realizará el próximo miércoles 26 de marzo en el Salón Yui del Hotel Sicarare.
En el diseño urbano de las ciudades, los árboles desempeñan un papel crucial como mitigadores de las altas temperaturas. Sin embargo, su integración con la infraestructura urbana sigue siendo un desafío constante. Según Edgar Ojeda, arborista mexicano y panelista en el 8.º Foro del Árbol, “el cemento incrementa las temperaturas y en cambio los árboles las bajan, las disminuyen. Entonces, hay dos situaciones en una ciudad: una es atender los árboles existentes y plantar nuevos árboles”.
No obstante, el experto destaca que uno de los problemas que enfrentan los árboles en las ciudades es el crecimiento excesivo de sus raíces, lo cual puede afectar a largo plazo el alcantarillado y el paso peatonal, aunque existen soluciones para abordar este problema.
La competencia por el espacio público es intensa, con árboles confinados a áreas reducidas. Edgar Ojeda enfatiza que, “en la ciudad, ellos (árboles) están confinados a espacios muy reducidos porque la competencia por el espacio público es tremenda. Los autos, las líneas de energía, todo el mundo quiere hacer uso del espacio público y los árboles quedan reducidos y quedan en último lugar en esta competencia por el espacio público”.
Además, al plantar nuevos árboles, uno de los factores a analizar es el espacio público para asegurar que tengan suficiente volumen y calidad de suelo para crecer sin interferir con la infraestructura urbana. Según el estudio “La problemática del diseño con árboles en vías urbanas” de la arquitecta Larisa Castillo y Armando Ferro, “la buena intención de solo plantar árboles no es suficiente para garantizar calles de calidad ya que la sola presencia arbórea no garantiza la efectividad de los beneficios”.
Ojeda menciona que “los árboles existentes y en la plantación de nuevos árboles hay que llegar a analizar el espacio público y plantarlos de manera adecuada, sobre todo con el volumen y calidad de suelo adecuado, ya en los pequeños espacios donde se ponen en las banquetas, debajo de las redes eléctricas o de comunicación y de un hoyito de 30 x 30″, no es posible que crezca saludable un árbol a largo plazo.
Castillo y Ferro recomiendan que “cualquier propuesta de arbolado para las mismas sea suficientemente flexible con vistas a su adaptación a los más variados usos y transformaciones en el tiempo”. En este contexto, los municipios tienen la responsabilidad de administrar y mantener los espacios verdes, asegurando que los árboles sean parte integral del diseño urbano sin comprometer la infraestructura existente.
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Las raíces de los árboles son fundamentales para su estabilidad, especialmente durante las tormentas. Sin embargo, a menudo entran en conflicto con la infraestructura urbana. Edgar Ojeda propone soluciones innovadoras, como la creación de rampas suspendidas sobre las raíces, lo que permite mantener las aceras accesibles sin dañar las raíces. Esta adaptación no solo resulta más económica a largo plazo, sino que también preserva los beneficios ambientales y sociales que los árboles aportan.
“Por ejemplo, una acera que está, digamos, destrozada por algunas raíces. Esto es lo que se hace y lo han hecho en Colombia, lo han hecho en el Quindío, por ejemplo. Es crear como una rampa con una pendiente adecuada, suspendida sobre las raíces. De esta manera, incluso alguien con movilidad limitada, en silla de ruedas, puede circular por ahí. Entonces, ya no se corta la raíz, sino que la acera queda como una especie de puentes sobre pequeños pilotes. Y eso funciona superbien”, explica Ojeda.
Es por eso que no puede tomarse tan a la ligera la plantación de nuevos árboles, el manejo efectivo de árboles urbanos requiere una planificación integral que considere tanto la preservación de árboles existentes como la plantación de nuevos, junto con adaptaciones urbanas que armonicen la infraestructura con las necesidades de los árboles. Esto no solo mejora la calidad de vida urbana, sino que también contribuye a un entorno más sostenible y saludable.
El 8.º Foro del Árbol, evento organizado por el diario EL PILÓN con el apoyo de Corpocesar, Emdupar, Drummond y Afinia, se centrará en la preservación de los árboles antiguos como un tesoro para la biodiversidad urbana. Este evento tendrá lugar el 26 de marzo en el Salón Yui del Hotel Sicarare. Contará con la participación del arborista e ingeniero mexicano Edgar Ojeda, quien destacará la importancia de la arquitectura arborista en la planificación urbana. Además, Carlos Llanos y Obed Bayona de Corpocesar hablarán sobre los retos de preservar árboles antiguos en la región.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN