Este martes 19 de agosto, gran parte de Valledupar amaneció sin energía tras un corte programado que afectó buena parte de la zona urbana, incluida las principales zonas comerciales y barrios clave para la actividad económica. Por eso, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), seccional Cesar, y otros gremios productivos manifestaron su preocupación por el impacto que este tipo de racionamientos tiene sobre las operaciones comerciales y, por ende, en la economía local.
EL PILÓN dialogó con Octavio Pico, director ejecutivo de Fenalco Cesar, cuya oficina en el barrio El Obrero también permaneció sin energía. Pese a ello seguían atendiendo a sus afiliados, reflejando la situación que viven numerosos establecimientos de importancia en la región cuando se presenta una suspensión del servicio eléctrico. Para este gremio, la energía es un insumo de altísimo costo y valor fundamental para el comercio.
“Cuando falta el fluido eléctrico, los costos aumentan porque hay que suplir con plantas propias y si no se tienen, hay descontento y falta de seguridad, ya que no funcionan cámaras, detectores y sensores”, explica el dirigente gremial. Además, la suspensión afecta otros dispositivos esenciales como “puertas, elevadores y ascensores”, que dependen del servicio para funcionar correctamente.
Un golpe a la cadena comercial
Pico subraya que lo que parece simple de entender es en realidad un golpe sensible para la cadena de servicio comercial, que se traduce en costos más altos y pérdidas operativas, por eso, considera que un elemento importante para estos casos es la comunicación directa y la concertación en los cortes de energía.
Según él, la información sobre esta suspensión llega “por medios de comunicación, no por una mesa de trabajo”, y explica que la empresa prestadora del servicio, Afinia, inicialmente planificó el corte de manera unilateral y sin consultar al sector comercial, lo cual generó descontento y gestiones por parte de gremios y autoridades para posponer la fecha.
Solicitud de reprogramación
El alcalde Ernesto Orozco envió una carta al gerente regional de Afinia, Jorge Rivero, solicitando la reprogramación de la suspensión, la cual estaba fijada inicialmente para el domingo 17 de agosto. “Esta solicitud se fundamenta en la realización de diversos eventos y actividades de gran relevancia que tendrán lugar en esa fecha, entre ellos: la Feria Ganadera, la Válida Nacional de Tiro Práctico Deportivo, el Festival Vallenato Femenino (EVAFE), Expo Río, el XVII Encuentro Cultural del Baile de la Gaita, el Encuentro Cultural de Canciones y Tradiciones, y las Festividades de Santa Helena de la Cruz”, se lee en la carta enviada por el mandatario.
El alcalde alegó que estas actividades congregan a un número significativo de visitantes que son de vital importancia para el desarrollo turístico, deportivo y cultural del municipio, por lo tanto, la suspensión del suministro eléctrico iba a generar afectaciones, aunque reconoció la importancia de las labores de mantenimiento.
Afinia aceptó y corrió los mantenimientos en las subestaciones Guatapurí y Valledupar para este martes 19 de agosto. Sin embargo, aunque no se vieron afectados los eventos sí lo padecieron cientos de establecimientos, basta con observar las zonas afectadas, dice Pico Malaver, -el centro, los centros comerciales o las principales avenidas— para concluir que muchos agremiados quedaron sin energía, perjudicando sus operaciones. No obstante, el dirigente revela que medir pérdidas exactas es complejo: “Lo que sí es fácil comprender es que sin luz no funciona nada, a estas alturas”.
Gremio de restaurantes
Por otra parte, Javier Arroyo, presidente de la Asociación Colombiana de Industria Gastronómica (Acodrés) en Cesar, manifestó que el traslado del corte a un día menos crítico para la economía fue positivo para los establecimientos de comidas y bebidas. “Cuando tenemos un puente dentro del calendario, el domingo para este sector se comporta como un sábado, que es uno de los días de mayor consumo”, expresó Arroyo. Por eso, si Afinia lo hubiera hecho el domingo hubiera afectado considerablemente los negocios con reservas y eventos organizados.
“Nos manifestamos ante Afinia para dar el contexto de la importancia del día para el sector gastronómico, y afortunadamente se logró un resultado positivo”, afirma Arroyo, haciendo referencia a la solicitud enviada por el Comité Intergremial del Cesar, del que hacen parte, y la misiva del alcalde apoyó esa posición. No obstante, los establecimientos que abren hoy pudieron tener impedimentos a la hora de realizar las labores de la factura electrónica y los procesos administrativos internos, que dependen del suministro constante de energía para operar sus sistemas. “La factura electrónica es fundamental. La falta de energía genera una carga operativa extra para los restaurantes”, comentó Arroyo.
Propuestas
El dirigente propone reforzar la voz del sector productivo en la planeación de futuros cortes. Sostiene que es fundamental que Afinia “contextualice dentro de su calendario cómo funcionan sectores como el gastronómico, el entretenimiento y turismo, para optimizar los tiempos de corte y minimizar pérdidas”. Ambos dirigentes coinciden en que los cortes seguirán ocurriendo dado el problema energética en la costa Caribe, pero insisten en la necesidad de una interlocución seria entre la empresa suministradora, las autoridades y los gremios para hacer estos procesos más predecibles y menos perjudiciales.
La propuesta de Fenalco para futuras suspensiones apunta a la concertación previa con gremios y usuarios, estableciendo calendarios, horarios y duraciones claras para que el impacto no tome por sorpresa. “Se afectan muchos usuarios porque la suspensión es masiva y universal. En nuestra oficina no hay luz, estamos trabajando sin iluminación ni aire, lo que reduce la calidad del servicio”, relata Octavio. En números, Fenalco agrupa a cientos de comerciantes en la región, especialmente en Valledupar y El Cesar, mientras que Acodrés representa alrededor de 60 afiliados gastronómicos solo en Valledupar.
Por Redacción Económica.
