En mayo de 2024, María Teresa Hernández asumió la gerencia del Hospital Regional José David Padilla Villafañe, en Aguachica, con la misión de corregir debilidades administrativas y financieras que ponían en riesgo la sostenibilidad de la entidad y la continuidad de sus servicios.
De acuerdo con la Gerencia, el primer paso fue revisar el gasto y ajustar la operación para avanzar hacia un punto de equilibrio. La estrategia incluyó medidas de optimización de recursos y reorganización interna, con participación del personal asistencial y administrativo.
En ese proceso, la administración reportó que, durante ocho meses, el hospital redujo gastos en más de $8.000 millones, lo que equivale a un promedio cercano a $1.000 millones mensuales, sin afectar la atención a los usuarios. Hernández explicó que entre las acciones aplicadas estuvieron la búsqueda de mejores precios en compras, la contratación del personal estrictamente necesario y la disminución de costos operativos.
“Hemos asumido con responsabilidad cada una de las funciones que tenemos, y eso nos permitió reducir la cantidad del personal del área administrativa sin que eso implique una baja en la ejecución de tareas. Disminuimos los costos, pero se han aumentado los resultados positivos”, sostuvo la gerente.
Pagos al día
Gracias a esa buena gestión, en materia de talento humano, se normalizaron los pagos al personal asistencial: médicos y auxiliares recibieron la remuneración correspondiente al mes de octubre y, según la institución, se ha logrado reducir de forma significativa la mora que se encontró al inicio de la actual administración, cuando algunas especialidades acumulaban retrasos superiores a 11 meses.
Sumado a que con corte al 30 de septiembre, la ESE reportó una disminución de sus cuentas por pagar: mientras que en 2024 ascendían a $24.887 millones, para el 30 de septiembre de 2025 se ubicaron en $23.010 millones, lo que representa una reducción de $1.877 millones (cerca del 8 %).
De acuerdo con la entidad, este comportamiento obedece a que está atendiendo sus pasivos corrientes y, de manera paralela, realizando pagos sobre las obligaciones más antiguas, con el objetivo de sanear progresivamente su cartera.
Un hospital que une la región
Como institución pública de segundo nivel de atención (mediana complejidad), el Hospital Regional José David Padilla Villafañe concentra una oferta que va más allá del primer nivel: presta urgencias 24 horas, internación/hospitalización y consulta externa con especialidades, además de servicios de apoyo diagnóstico como laboratorio clínico, Rayos X y ultrasonido, entre otros componentes que soportan la atención de pacientes de mediana complejidad.
Por su ubicación en Aguachica y su capacidad instalada, el centro asistencial opera como referente regional para la atención y recepción de remisiones, especialmente de la población del sur del Cesar, municipios del sur de Bolívar y Norte de Santander.
Un hospital que se fortalece
La Gerencia sostuvo que, además del control de gasto, era indispensable fortalecer el proceso de facturación para mejorar los ingresos. Por ello, implementaron ajustes en áreas clave: se asignó un profesional encargado de admisión y facturación, con la tarea de verificar quién asume el pago de cada servicio; se designó un líder de radicación, responsable de que las cuentas lleguen a las aseguradoras completas y dentro de los tiempos establecidos; y se estableció un liderazgo de auditoría, orientado a revisar periódicamente el proceso, detectar fallas y hacer seguimiento a las oportunidades de mejora.
Según la administración, estos cambios permitieron cerrar brechas señaladas en revisiones y avanzar en el cumplimiento de las exigencias institucionales.
Como resultado, el Hospital Regional José David Padilla Villafañe culminó con éxito el plan de mejora requerido por la Superintendencia Nacional de Salud. “Fue un proceso de un año de mucho compromiso por parte del equipo administrativo y asistencial. Saneamos todas las deficiencias y hallazgos presentados por la Superintendencia”, señaló Hernández.
La gerente también indicó que el avance estuvo respaldado por el apoyo del Ministerio de Salud, que aprobó un proyecto de mejoramiento institucional por $2.000 millones, recursos que, según el hospital, fueron destinados al pago de personal y proveedores.
Ser Hospital Padrino, el nuevo reto
Además de superar exitosamente el Plan de Mejora, el Hospital José David Villafañe fue reconocido por parte del Ministerio de Salud por la buena atención en la urgencia especial para atender mujeres embarazadas.
“El Ministerio de Salud destacó al Hospital por la atención en el servicio de urgencia materno perinatal. La institución tiene una de las menores tasas de mortalidad porque logramos salvar la vida de todas las madres que llegaban con embarazos de alto riesgo”, explicó la gerente.
En ese sentido, la gerencia inició los trabajos para ser declarado un ‘Hospital Padrino’. ¿Qué significa? Ser un Hospital Padrino significa ser un centro de salud que apadrina a otros hospitales en zonas remotas o vulnerables para mejorar la atención de madres gestantes y reducir la mortalidad materna e infantil.
Para eso, se está gestionando la dotación de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal para atender todos los nacimientos anticipados. “El Hospital tiene instalaciones físicas, pero necesitamos la dotación. Ya el proyecto está radicado y avalado. El ministro tiene interés en apoyar al Hospital. Si logramos conseguir la dotación por $5.000 millones seremos declarados un Hospital Padrino. Podríamos recibir a todos los neonatos en el Hospital y evitarles que tengan que viajar por horas”, comentó la gerente.
De cara a 2026, la institución reconoce que el desafío será sostener la estabilidad financiera en un contexto marcado por deudas de algunas EPS y la liquidación de otras, factores que han presionado la operación de hospitales y clínicas en el país.
Fortalecer la fe en medio de la lucha
Los trabajadores del Hospital Regional José David Padilla Villafañe, en Aguachica, se unieron para habilitar un oratorio dentro de la institución como un gesto de solidaridad y acompañamiento espiritual. De acuerdo con la Gerencia, el espacio fue construido con aportes voluntarios de los colaboradores, sin recursos públicos, y surgió como una iniciativa interna para ofrecer a pacientes, familias y personal un lugar de recogimiento y oración durante los momentos más difíciles.
El oratorio, ubicado en el primer piso, fue pensado como un punto de calma en medio de las luchas que implica una enfermedad: un sitio para recuperar la fe, encontrar consuelo y renovar la esperanza. La apertura del espacio se acompañó con una celebración eucarística de acción de gracias y su bendición, en un acto que la institución enmarcó en su apuesta por la humanización del servicio y el cuidado integral de quienes acuden al hospital.
Hospital con responsabilidad social
En línea con su estrategia de responsabilidad social, el Hospital Regional José David Padilla Villafañe adelanta jornadas de atención integral en Aguachica dirigidas a población en condición de vulnerabilidad. La institución señaló que, en el marco del convenio con el ICBF y a través del Servicio Integrado de Atención y Prevención de la Desnutrición, entregó 1.400 raciones complementarias de alimentación a familias que requieren acompañamiento para fortalecer el acceso a una nutrición adecuada.
En paralelo, el hospital fortaleció su estrategia extramural con equipos especializados que se desplazan a Pailitas, Pelaya, Gamarra, La Gloria, San Alberto, San Martín y al corregimiento de Río de Oro, integrados por profesionales en pediatría, ginecología, medicina interna y psiquiatría; con esta oferta, se atendieron 2.875 pacientes en La Gloria, Gamarra, Pelaya y Pailitas, y 2.206 en San Alberto, San Martín, Río de Oro y Aguachica, para un total de 5.081 usuarios.
Atención a los soldados heridos
El Hospital Regional José David Padilla Villafañe atendió la noche del jueves 18 de diciembre a 15 militares heridos que llegaron al servicio de Urgencias tras el atentado contra el Batallón El Juncal, atribuido por las autoridades al ELN. De acuerdo con el balance preliminar entregado por las autoridades, el hecho dejó seis soldados muertos y más de 30 heridos.
Según informó la gerencia del centro asistencial, al ingreso de los lesionados se activó una emergencia interna y se puso en marcha un plan de contingencia para responder a la demanda de atención. “El Hospital activó un plan de contingencia y hubo una respuesta positiva. Obtuvimos una respuesta inmediata. Se hicieron presentes todas las especialidades, lo que nos permitió ser oportunos en la atención”, señaló la gerente.
Hernández explicó que el plan de contingencia es el mecanismo institucional para atender situaciones de emergencia: se reubicaron pacientes, se convocó al personal humano disponible y se priorizó la estabilización clínica. “Para nosotros lo más importante es la salud del paciente. Una vez el paciente se logra estabilizar se empieza a formalizar la parte administrativa. Fue una noche de estabilización y atención de urgencias”, añadió.











