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Medio Ambiente - 10 agosto, 2022

Cerro Hurtado y La Popa cumplen 26 años de ser reserva ecológica de Valledupar

Este documento dejó algo especial y era que toda la extensión de ambos cerros no tenía límites para su conservación

Cerro Hurtado. 
 Foto: Joaquín Ramírez
Cerro Hurtado. Foto: Joaquín Ramírez

Los ambientalistas y vallenatos se vistieron de celebración este 9 de agosto, debido a que se cumplieron 26 años desde que los cerros de La Popa y Hurtado fueron declarados Reserva Ecológica y Patrimonio Natural de Valledupar. 

Mediante el Acuerdo Nº 032 del 9 de agosto de 1996 el Concejo Municipal de Valledupar declaró que estos accidentes montañosos serían patrimonio municipal. Este acuerdo fue sancionado por el entonces alcalde, Elías Ochoa Daza, y no ha perdido vigencia.

Dicho acuerdo consta de tres artículos que además de declarar estos cerros como zona de reserva ecológica y patrimonio de la ciudad también determina que se prohíbe la construcción de programas de viviendas, individuales o colectivas que atenten contra el equilibrio ecológico de éstos. 

Este documento dejó algo especial y era que toda la extensión de ambos cerros no tenía límites para su conservación. Pero esto cambió en el 2015 cuando se le hizo la última modificación al Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, POT, específicamente en las decisiones territoriales y clasificación del suelo, donde dispusieron que sí se podía construir.

Esto desencadenó todo un ‘problema’ social y ambiental debido a que, en el cerro Hurtado, hace algunos meses, estaba en discusión la construcción de 33 viviendas; sin embargo, luego de evaluarse a profundidad el Acuerdo Nº 032 del 9 de agosto de 1996 se definió proteger, ‘a toda costa’, estos recursos montañosos. 

Cerro La Popa.
Foto: Joaquín Ramírez

LOS CERROS QUE SE VISTEN DE AMARILLO

Estos cerros además de funcionar como pulmones que mitigan las altas temperaturas que se registran en la ciudad, ofrecen un espectáculo a quienes deciden admirarlos. Y es que durante los primeros meses del año, cuando empieza la sequía, los palos de puys y cañahuates florecen, engalanando estos accidentes montañosos y también las calles de Valledupar. 

Medio Ambiente
10 agosto, 2022

Cerro Hurtado y La Popa cumplen 26 años de ser reserva ecológica de Valledupar

Este documento dejó algo especial y era que toda la extensión de ambos cerros no tenía límites para su conservación


Cerro Hurtado. 
 Foto: Joaquín Ramírez
Cerro Hurtado. Foto: Joaquín Ramírez

Los ambientalistas y vallenatos se vistieron de celebración este 9 de agosto, debido a que se cumplieron 26 años desde que los cerros de La Popa y Hurtado fueron declarados Reserva Ecológica y Patrimonio Natural de Valledupar. 

Mediante el Acuerdo Nº 032 del 9 de agosto de 1996 el Concejo Municipal de Valledupar declaró que estos accidentes montañosos serían patrimonio municipal. Este acuerdo fue sancionado por el entonces alcalde, Elías Ochoa Daza, y no ha perdido vigencia.

Dicho acuerdo consta de tres artículos que además de declarar estos cerros como zona de reserva ecológica y patrimonio de la ciudad también determina que se prohíbe la construcción de programas de viviendas, individuales o colectivas que atenten contra el equilibrio ecológico de éstos. 

Este documento dejó algo especial y era que toda la extensión de ambos cerros no tenía límites para su conservación. Pero esto cambió en el 2015 cuando se le hizo la última modificación al Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, POT, específicamente en las decisiones territoriales y clasificación del suelo, donde dispusieron que sí se podía construir.

Esto desencadenó todo un ‘problema’ social y ambiental debido a que, en el cerro Hurtado, hace algunos meses, estaba en discusión la construcción de 33 viviendas; sin embargo, luego de evaluarse a profundidad el Acuerdo Nº 032 del 9 de agosto de 1996 se definió proteger, ‘a toda costa’, estos recursos montañosos. 

Cerro La Popa.
Foto: Joaquín Ramírez

LOS CERROS QUE SE VISTEN DE AMARILLO

Estos cerros además de funcionar como pulmones que mitigan las altas temperaturas que se registran en la ciudad, ofrecen un espectáculo a quienes deciden admirarlos. Y es que durante los primeros meses del año, cuando empieza la sequía, los palos de puys y cañahuates florecen, engalanando estos accidentes montañosos y también las calles de Valledupar.