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Comunidad - 8 julio, 2016

Casa en el centro de Valledupar, guarida de indigentes

La vivienda de la familia Murgas donde funcionó por 10 años el periódico Vanguardia Liberal se encuentra abandonada. La maleza y los indigentes se apoderan del sector, sembrando el miedo entre la comunidad que por allí transita.

La maleza, animales callejeros e indigentes se apoderaron de la casa, de la cual solo quedan las viejas paredes.
La maleza, animales callejeros e indigentes se apoderaron de la casa, de la cual solo quedan las viejas paredes.
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De la casa donde funcionó por 10 años el periódico Vanguardia Liberal al llegar a Valledupar, ubicada en la calle 15 entre las carreras 10 y 11, solo quedan los recuerdos de los periodistas que trabajaron con la casa editorial bumanguesa que se mantuvo por 13 años informando a los cesarenses.

La periodista Mildreth Zapata, quien se desempeñó como Jefe de Redacción del medio impreso, recordó que un proceso de sucesión familiar obligó a que el equipo periodístico y administrativo del periódico se trasladara a otro lugar, dejando deshabitado el lugar desde el año 2011.

Ahora delincuentes han dejado la casa en ruinas, se han llevado las puertas, ventanas, sanitarios y hasta el techo del lugar que al parecer no tiene dolientes.

Con nostalgia uno de los habitantes del sector dice que ese lugar es propiedad de una buena familia, pero que no se ponen de acuerdo para cuidarla. “Los dueños vienen todos los días. La están vendiendo, pero no buscan un cuidandero. Los delincuentes se llevaron todo, las puertas, las ventanas y los bacinetes. Ayer un hombre partió los vidrios para robarse unas palas. Yo he tratado de cerrar con alambre los huecos que hacen. Parece una ratonera sube uno y baja el otro -refiriéndose a los delincuentes-”.

Hoy basura y maleza se apoderan del lugar, así como los ocho indigentes que duermen a diario en la vivienda, sembrando el miedo a los habitantes del sector.

“Un tipo de esos me amenazó que iba a traer una mocha para matarme, porque ellos se quieren hacer amos aquí. Y la policía no apoya en nada, porque dicen que ahí no hay nada que cuidar y al contrario, me han dicho a mí que no me meta porque pongo en riesgo mi vida. Duele ver las cosas bonitas que dejó Vanguardia ahí”, dijo el hombre que prefiere mantener su identidad en reserva.

En el día, un perro callejero cuida del lugar que usa como refugio de las altas temperaturas. De noche, la falta de iluminación y la soledad de la vivienda, genera miedo a quienes transitan por el lugar al salir de sus trabajos. La preocupación se apodera de los habitantes y transeúntes del sector que está rodeado de oficinas y locales comerciales, que solicitan  a los propietarios del bien inmueble que den utilidad a esa casa ubicada en un excelente sector comercial.

Ya han transcurrido cinco años desde que Vanguardia Liberal se fue de esa casa. Hoy quienes trabajaron allí miran con nostalgia como ese lugar se convierte en un hostal para los indigentes. “Esa casa terminó convertida en el hogar nuestro, allí pasamos muchas horas del día. En este ejercicio periodístico uno llega muy temprano y se sale de la sala de redacción muy tarde. En esa época teníamos muchos problemas técnicos y salíamos de allí, once, doce y una de la mañana. Allí pasamos muchas cosas, el cubrimiento de hechos importantes, procesos electorales”, expresó la periodista quien además evoca las visitas de Luis Mariano Murgas, uno de sus propietarios, quien al llegar a recoger los cheques del pago del arriendo, recordaba su infancia en esa casa y los amoríos de él y sus hermanos.

Ya han transcurrido cinco años desde que Vanguardia Liberal se mudó de esa casa. Hoy, quienes trabajaron allí miran con nostalgia como ese lugar se convierte en un hostal para los indigentes. 

 Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]

 

Comunidad
8 julio, 2016

Casa en el centro de Valledupar, guarida de indigentes

La vivienda de la familia Murgas donde funcionó por 10 años el periódico Vanguardia Liberal se encuentra abandonada. La maleza y los indigentes se apoderan del sector, sembrando el miedo entre la comunidad que por allí transita.


La maleza, animales callejeros e indigentes se apoderaron de la casa, de la cual solo quedan las viejas paredes.
La maleza, animales callejeros e indigentes se apoderaron de la casa, de la cual solo quedan las viejas paredes.
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De la casa donde funcionó por 10 años el periódico Vanguardia Liberal al llegar a Valledupar, ubicada en la calle 15 entre las carreras 10 y 11, solo quedan los recuerdos de los periodistas que trabajaron con la casa editorial bumanguesa que se mantuvo por 13 años informando a los cesarenses.

La periodista Mildreth Zapata, quien se desempeñó como Jefe de Redacción del medio impreso, recordó que un proceso de sucesión familiar obligó a que el equipo periodístico y administrativo del periódico se trasladara a otro lugar, dejando deshabitado el lugar desde el año 2011.

Ahora delincuentes han dejado la casa en ruinas, se han llevado las puertas, ventanas, sanitarios y hasta el techo del lugar que al parecer no tiene dolientes.

Con nostalgia uno de los habitantes del sector dice que ese lugar es propiedad de una buena familia, pero que no se ponen de acuerdo para cuidarla. “Los dueños vienen todos los días. La están vendiendo, pero no buscan un cuidandero. Los delincuentes se llevaron todo, las puertas, las ventanas y los bacinetes. Ayer un hombre partió los vidrios para robarse unas palas. Yo he tratado de cerrar con alambre los huecos que hacen. Parece una ratonera sube uno y baja el otro -refiriéndose a los delincuentes-”.

Hoy basura y maleza se apoderan del lugar, así como los ocho indigentes que duermen a diario en la vivienda, sembrando el miedo a los habitantes del sector.

“Un tipo de esos me amenazó que iba a traer una mocha para matarme, porque ellos se quieren hacer amos aquí. Y la policía no apoya en nada, porque dicen que ahí no hay nada que cuidar y al contrario, me han dicho a mí que no me meta porque pongo en riesgo mi vida. Duele ver las cosas bonitas que dejó Vanguardia ahí”, dijo el hombre que prefiere mantener su identidad en reserva.

En el día, un perro callejero cuida del lugar que usa como refugio de las altas temperaturas. De noche, la falta de iluminación y la soledad de la vivienda, genera miedo a quienes transitan por el lugar al salir de sus trabajos. La preocupación se apodera de los habitantes y transeúntes del sector que está rodeado de oficinas y locales comerciales, que solicitan  a los propietarios del bien inmueble que den utilidad a esa casa ubicada en un excelente sector comercial.

Ya han transcurrido cinco años desde que Vanguardia Liberal se fue de esa casa. Hoy quienes trabajaron allí miran con nostalgia como ese lugar se convierte en un hostal para los indigentes. “Esa casa terminó convertida en el hogar nuestro, allí pasamos muchas horas del día. En este ejercicio periodístico uno llega muy temprano y se sale de la sala de redacción muy tarde. En esa época teníamos muchos problemas técnicos y salíamos de allí, once, doce y una de la mañana. Allí pasamos muchas cosas, el cubrimiento de hechos importantes, procesos electorales”, expresó la periodista quien además evoca las visitas de Luis Mariano Murgas, uno de sus propietarios, quien al llegar a recoger los cheques del pago del arriendo, recordaba su infancia en esa casa y los amoríos de él y sus hermanos.

Ya han transcurrido cinco años desde que Vanguardia Liberal se mudó de esa casa. Hoy, quienes trabajaron allí miran con nostalgia como ese lugar se convierte en un hostal para los indigentes. 

 Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]