Desde el lunes que se cayó un muro de contención del escenario deportivo, la comunidad está a la espera de que se tome una medida para resarcir la afectación, al tiempo que piden inversión para mejorar el lugar.
Preocupación ha generado entre la comunidad de Atánquez, corregimiento ubicado al norte de Valledupar, las condiciones en las que se encuentra la cancha Kakatukua, puesto que el escenario, con las lluvias que se han presentado en estos días, sufrió la caída de un muro de contención que ayudaba a soportar este espacio.
“Es muy triste porque lamentablemente la semana pasada un fuerte aguacero se llevó partes de la cancha y estamos con la preocupación de que esto pueda seguir avanzando”, explicó Carlos Maestre, uno de los habitantes de Atánquez y quien hizo referencia a que han solicitado a las autoridades locales la adecuación del escenario, pero que no han tenido respuesta.
Maestre, quien dirige una escuela de fútbol en dicha comunidad, indicó que este es el único espacio donde los jóvenes pueden recrearse y que es utilizado para tratar de mantener a muchos de ellos alejados de problemáticas que los están afectando en la actualidad, como la drogadicción y el alcoholismo.
De hecho, ahora mismo se está realizando un torneo local donde participan 11 equipos, cada uno integrado por 20 jugadores aproximadamente, y además cuentan con dos escuelas deportivas en las cuales hay 180 deportistas, entre los cinco y veintitrés años de edad.
“Hoy se disputarán los cuartos de finales y aunque se han hecho las solicitudes lo que ha comentado es que la petición fue a Alcaldía, Gobernación y solo dicen que hay que esperar”, agregó Maestre.
De la misma forma, Eduar Daza, un joven oriundo de este corregimiento, aseguró que la cancha se está cayendo toda y es el único lugar para que los jóvenes aprovechen el tiempo libre.
¿Quién la arreglará?
Sobre esta situación, el director del Instituto Municipal de Deportes y Recreación, Indupal, Elmer Jiménez, enfatizó que lo sucedido ahí, la caída del muro de contención, es un compromiso de atención de la Oficina de Riesgo. “Nosotros no tenemos nada que ver, porque no es la cancha propiamente”, argumentó el funcionario.
Igualmente reconoció que el estado de la cancha es una queja constante, porque el escenario está hecho sobre una piedra, debido a que, en sus palabras, Atánquez no cuenta con un lote o un espacio por su topografía que pueda brindar un área con las medidas que regularmente tendría una cancha de fútbol.
“Ellos lo que hicieron fue tratar de adecuarlo sobre una piedra que no presenta las mejores condiciones, pero no es un daño o un inconveniente nuevo, ni mucho menos por efectos del invierno, tanto que tocó poner justamente el muro de contención para evitarlo porque está literalmente hecho en una piedra”, relató Jiménez.
De la misma manera puntualizó que los miembros de la comunidad son absolutamente conscientes de las condiciones del lugar y sugirió que se podría reducir el espacio al escenario, pero ya no sería una cancha de fútbol sino de fútbol siete.
“Lo único que se pudo hacer fue intervenir la piedra para poder lograr establecer el espacio que hoy tienen, no es un tema de qué se hace o no, sino de que no hay espacio ni zona de cesión que permita la posibilidad de poder adecuar una cancha de fútbol por lo menos con las medidas mínimas reglamentarias, porque Atánquez está en un cerro. No se puede decir lo que no es ni comprometerse con lo que no se puede”, finalizó el director de Indupal.
Por su parte Jhon Robert Torres, cabildo de Atánquez, señaló que la responsabilidad constitucional de buscar, implementar y desarrollar escenarios deportivos es del municipio de Valledupar.
“Lo que hacemos es un llamado a que el municipio y la Gobernación cumplan con el deber constitucional de invertirle recursos a escenarios deportivos, a mejorar las condiciones, a fomentar el deporte dentro de la juventud y la niñez”, expresó.
Sobre el porqué no se hace una inversión con los recursos que recibe el resguardo, recordó que “los recursos del sistema general se pueden invertir en tierras, educación, salud, saneamiento básico y agua potable”.
En cuanto a la falta de espacios para adecuar una cancha, Torres reprochó que el municipio no lo ha buscado porque, según él, hay terrenos comunitarios donde se puede intervenir. Sin embargo, considera que la dificultad está en que hasta el momento ni Indupal ni la oficina de Gestión del Riesgo ha llegado a Atánquez para verificar qué fue lo que pasó.
A pesar de todo esto, Omar Quintero, ingeniero de la Oficina de Gestión del Riesgo Municipal, reveló que hasta el momento no tenía conocimiento de la situación en ese corregimiento.
“Oficial no tengo ningún reporte, por eso digo que desconozco del tema”, señaló, bajo el compromiso de documentar el tema.
De momento, la comunidad continúa en medio de las dificultades de la cancha, con el desarrollo del campeonato que debe finalizar durante este mes, algo que sin duda acabará primero que su preocupación por tener un escenario digno para la recreación.
Por: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]
Desde el lunes que se cayó un muro de contención del escenario deportivo, la comunidad está a la espera de que se tome una medida para resarcir la afectación, al tiempo que piden inversión para mejorar el lugar.
Preocupación ha generado entre la comunidad de Atánquez, corregimiento ubicado al norte de Valledupar, las condiciones en las que se encuentra la cancha Kakatukua, puesto que el escenario, con las lluvias que se han presentado en estos días, sufrió la caída de un muro de contención que ayudaba a soportar este espacio.
“Es muy triste porque lamentablemente la semana pasada un fuerte aguacero se llevó partes de la cancha y estamos con la preocupación de que esto pueda seguir avanzando”, explicó Carlos Maestre, uno de los habitantes de Atánquez y quien hizo referencia a que han solicitado a las autoridades locales la adecuación del escenario, pero que no han tenido respuesta.
Maestre, quien dirige una escuela de fútbol en dicha comunidad, indicó que este es el único espacio donde los jóvenes pueden recrearse y que es utilizado para tratar de mantener a muchos de ellos alejados de problemáticas que los están afectando en la actualidad, como la drogadicción y el alcoholismo.
De hecho, ahora mismo se está realizando un torneo local donde participan 11 equipos, cada uno integrado por 20 jugadores aproximadamente, y además cuentan con dos escuelas deportivas en las cuales hay 180 deportistas, entre los cinco y veintitrés años de edad.
“Hoy se disputarán los cuartos de finales y aunque se han hecho las solicitudes lo que ha comentado es que la petición fue a Alcaldía, Gobernación y solo dicen que hay que esperar”, agregó Maestre.
De la misma forma, Eduar Daza, un joven oriundo de este corregimiento, aseguró que la cancha se está cayendo toda y es el único lugar para que los jóvenes aprovechen el tiempo libre.
¿Quién la arreglará?
Sobre esta situación, el director del Instituto Municipal de Deportes y Recreación, Indupal, Elmer Jiménez, enfatizó que lo sucedido ahí, la caída del muro de contención, es un compromiso de atención de la Oficina de Riesgo. “Nosotros no tenemos nada que ver, porque no es la cancha propiamente”, argumentó el funcionario.
Igualmente reconoció que el estado de la cancha es una queja constante, porque el escenario está hecho sobre una piedra, debido a que, en sus palabras, Atánquez no cuenta con un lote o un espacio por su topografía que pueda brindar un área con las medidas que regularmente tendría una cancha de fútbol.
“Ellos lo que hicieron fue tratar de adecuarlo sobre una piedra que no presenta las mejores condiciones, pero no es un daño o un inconveniente nuevo, ni mucho menos por efectos del invierno, tanto que tocó poner justamente el muro de contención para evitarlo porque está literalmente hecho en una piedra”, relató Jiménez.
De la misma manera puntualizó que los miembros de la comunidad son absolutamente conscientes de las condiciones del lugar y sugirió que se podría reducir el espacio al escenario, pero ya no sería una cancha de fútbol sino de fútbol siete.
“Lo único que se pudo hacer fue intervenir la piedra para poder lograr establecer el espacio que hoy tienen, no es un tema de qué se hace o no, sino de que no hay espacio ni zona de cesión que permita la posibilidad de poder adecuar una cancha de fútbol por lo menos con las medidas mínimas reglamentarias, porque Atánquez está en un cerro. No se puede decir lo que no es ni comprometerse con lo que no se puede”, finalizó el director de Indupal.
Por su parte Jhon Robert Torres, cabildo de Atánquez, señaló que la responsabilidad constitucional de buscar, implementar y desarrollar escenarios deportivos es del municipio de Valledupar.
“Lo que hacemos es un llamado a que el municipio y la Gobernación cumplan con el deber constitucional de invertirle recursos a escenarios deportivos, a mejorar las condiciones, a fomentar el deporte dentro de la juventud y la niñez”, expresó.
Sobre el porqué no se hace una inversión con los recursos que recibe el resguardo, recordó que “los recursos del sistema general se pueden invertir en tierras, educación, salud, saneamiento básico y agua potable”.
En cuanto a la falta de espacios para adecuar una cancha, Torres reprochó que el municipio no lo ha buscado porque, según él, hay terrenos comunitarios donde se puede intervenir. Sin embargo, considera que la dificultad está en que hasta el momento ni Indupal ni la oficina de Gestión del Riesgo ha llegado a Atánquez para verificar qué fue lo que pasó.
A pesar de todo esto, Omar Quintero, ingeniero de la Oficina de Gestión del Riesgo Municipal, reveló que hasta el momento no tenía conocimiento de la situación en ese corregimiento.
“Oficial no tengo ningún reporte, por eso digo que desconozco del tema”, señaló, bajo el compromiso de documentar el tema.
De momento, la comunidad continúa en medio de las dificultades de la cancha, con el desarrollo del campeonato que debe finalizar durante este mes, algo que sin duda acabará primero que su preocupación por tener un escenario digno para la recreación.
Por: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]