El cambio climático y la degradación ambiental están afectando seriamente la salud de los colombianos, en especial de aquellos que viven en grandes ciudades, situación frente a la cual “se deben fortalecer las políticas públicas del país”, advierten expertos en el tema.

De acuerdo al más reciente reporte de Environmental Performance Index (EPI) de 2016, elaborado por la  Universidad  de  Yale, sitúa al país en el puesto 57, de un ranking de 180 países.

De acuerdo con algunas estimaciones mundiales, realizadas por la Organización Mundial de la Salud, el ambiente es responsable de 25 % a 33% del total de la carga de la enfermedad, afectando principalmente a los menores de cinco años de edad, lo que genera un elevado costo económico y social innecesario, toda vez que son enfermedades evitables.

En Colombia, investigadores han calculado los costos de la contaminación atmosférica, intra y extramuros, los problemas relacionados con el consumo de agua no potable y la inadecuada sanidad e higiene,  en un 2 % de producto interno bruto (PIB) de 2009..

Expertos aseguran que en la protección de la salud humana se miden indicadores como efectos de la contaminación atmosférica, efectos de la contaminación hídrica y carga de la enfermedad asociada al ambiente, observándose que el desempeño colombiano no es óptimo en su conjunto.

Si bien el sistema de salud colombiano ha avanzado en términos de cobertura universal, con un gasto relativamente bajo si se compara con otros países de desarrollo económico similar, hay problemas en la calidad de la atención, en el acceso de las personas a algunos servicios, en la garantía de la atención en regiones apartadas del país y en la oportunidad en la atención, sobre todo, por especialistas.