Puerto Empanada y San Jacinto son dos veredas cercanas al municipio de Codazzi, pero apartadas de cualquier urbe. Llegar hasta allá es toda una travesía; se debe recorrer largas trochas en subidas y se debe soportar un inclemente sol, pero con el aliciente de apreciar un hermoso paisaje.

Hasta allá, pero en helicópteros y acompañados de diferentes entidades y profesionales, llegó el Ejército Nacional para realizar unas brigadas en las que ofrecieron servicios de salud, educación, alimentación y ayudas en implementos escolares para la población civil asentada en estas veredas.

La primera de estas brigadas especiales, se llevó a cabo en Puerto Empanada en las que se atendieron alrededor de 600 personas incluyendo a la comunidad indígenas Yukpas que se encuentran ubicados en esta zona del departamento.

La jornada la lideró en Batallón de Alta Montaña en cabeza del Teniente Coronel Álvaro Pulido Rodríguez, con la colaboración de la Administración Municipal, la Casa Cural y el Hospital Regional, todos del Municipio de Agustín Codazzi.

En las instalaciones de la Unidad Educativa Puerto Empanada, médicos generales, odontólogos y enfermeras, atendieron uno a uno a los habitantes de la comunidad y de esa forma poder realizar un diagnóstico que les permitiera establecer en qué condiciones se encontraba los miembros de esta zona. Además, fueron entregados más de 200 medicamentos y también se realizaron procesos de cedulación y carnetización.

Otras de las veredas atendidas fue la de San Jacinto, pero en esta oportunidad, la ayuda y acompañamiento en servicios y dotaciones fue mayor. 1.300 personas también entre población civil y habitantes de las comunidades indígenas como los Arhuacos y Yukpas, se beneficiaron con todas las ayudas ofrecidas por el Ejército Nacional.

En esta oportunidad se hizo necesaria la presencia no solo de médicos generales y enfermeras, sino de especialistas en las áreas de ginecología y pediatría, como también de odontólogos, quienes estuvieron aplicando más de 500 medicamentos.

En la jornada realizada en esta vereda, también se hizo de entrega de ropa y regalos para los niños y útiles escolares, identificando estos últimos elementos, como los más necesarios para su formación académica.

De igual forma fueron entregados a los habitantes de la población todo tipo de herramientas de construcción y agrícola para que puedan mantener los espacios de la vereda en óptimas condiciones.

En la ejecución de estas dos jornadas, se invirtieron más de 130 millones de pesos y se logró un mayor acercamiento de las instituciones militares gubernamentales y eclesiásticas a la comunidad, y de esa forma estrechar lazos de amistad con la población del sector, creando confianza en cada uno de sus pobladores.

Por: Antonio Peralta Nieto