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Editorial - 10 abril, 2023

Aviones llaman turistas

El fundador de Panaca, Jorge Ballen, un hombre experimentado y práctico, de lenguaje llano, con poco tacto político, en charla sabatina en la Cámara de Comercio de Valledupar

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El fundador de Panaca, Jorge Ballen, un hombre experimentado y práctico, de lenguaje llano, con poco tacto político, en charla sabatina en la Cámara de Comercio de Valledupar propuso hace algunos meses que atrajéramos aviones a Valledupar como una forma de atraer masivamente a los turistas. ‘Fleten aviones’. De su idea hemos dicho en editoriales que, sin un turismo masivo a lo largo del año, no limitado al Festival Vallenato, no se podrá desarrollar, perfeccionar, mejorar la potencial oferta turística.

Ballen mencionó la importancia de que la gente pise la ciudad y pueda recrearse, recordar siempre su experiencia y recomendarla. Algo así como las 3R.
Pensamos que si una persona foránea llega en Festival podría recomendar, pero de seguro lo asociaría al evento en que pudo recrearse y que para él fue inolvidable. ¡Pero ese evento se hace cada año! No es malo eso, pero es muy insuficiente para los propósitos de asegurar a los turistas permanentemente.
Por eso nos dimos a la tarea de pensar cuál sería esa fórmula y cuando pensábamos que los recursos de regalías debían participar de un gran incentivo a las aerolíneas para que aumentasen los cupos a la ciudad nos encontramos en el diario El Colombiano de su edición digital de ayer domingo que “El Gobierno Nacional reveló el borrador del decreto que permite al Ministerio de Transporte otorgar subvenciones a empresas de transporte aéreo para prestar ‘rutas sociales que resulten asignatarias en proceso público’.
Y prosigue la información: “…el Estado planea implementar este mecanismo de financiación, lo que permitiría impactar en la reducción de costos de las tarifas en las rutas sociales al consumidor final (…) Se tendrán en cuenta (para las rutas) factores como la dificultad de acceso y la conectividad, así como la relevancia del turismo en cada región”.
Aunque parece ser orientado a zonas afectadas por la parálisis de las aerolíneas Viva Colombia y Ultra Air (tipo San Andrés o Leticia) pues se define como de difícil acceso aquel destino aquejado por “una súbita disminución en la oferta de servicios aéreos comerciales de transporte público de pasajeros correo o carga, en una proporción superior al 20 % con respecto al promedio del trimestre inmediatamente anterior”, he ahí una oportunidad para recabar nuestra condición turística, pero sino es factible esa benevolencia de la Nación, debemos estar en disposición de adoptar nuestra propia subvención.
Que debería hacerse por convocatoria pública a las aerolíneas interesadas en cubrir o aumentar la ruta a Valledupar, que decidan hacer una oferta económica y operacional. Ese apoyo debería extenderse, una vez esté operativo, a la línea aérea cuyo destino sea el aeropuerto Hacaritama de Aguachica.
Las regalías deben servir para, eso sí, buscar diversificar la economía y el empleo. Recordemos: El afán por el transporte aéreo animó a los fundadores del Cesar y agremiaciones algodoneras a crear TAC y Aviocesar, en su momento las segundas aerolíneas nacionales.

Editorial
10 abril, 2023

Aviones llaman turistas

El fundador de Panaca, Jorge Ballen, un hombre experimentado y práctico, de lenguaje llano, con poco tacto político, en charla sabatina en la Cámara de Comercio de Valledupar


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El fundador de Panaca, Jorge Ballen, un hombre experimentado y práctico, de lenguaje llano, con poco tacto político, en charla sabatina en la Cámara de Comercio de Valledupar propuso hace algunos meses que atrajéramos aviones a Valledupar como una forma de atraer masivamente a los turistas. ‘Fleten aviones’. De su idea hemos dicho en editoriales que, sin un turismo masivo a lo largo del año, no limitado al Festival Vallenato, no se podrá desarrollar, perfeccionar, mejorar la potencial oferta turística.

Ballen mencionó la importancia de que la gente pise la ciudad y pueda recrearse, recordar siempre su experiencia y recomendarla. Algo así como las 3R.
Pensamos que si una persona foránea llega en Festival podría recomendar, pero de seguro lo asociaría al evento en que pudo recrearse y que para él fue inolvidable. ¡Pero ese evento se hace cada año! No es malo eso, pero es muy insuficiente para los propósitos de asegurar a los turistas permanentemente.
Por eso nos dimos a la tarea de pensar cuál sería esa fórmula y cuando pensábamos que los recursos de regalías debían participar de un gran incentivo a las aerolíneas para que aumentasen los cupos a la ciudad nos encontramos en el diario El Colombiano de su edición digital de ayer domingo que “El Gobierno Nacional reveló el borrador del decreto que permite al Ministerio de Transporte otorgar subvenciones a empresas de transporte aéreo para prestar ‘rutas sociales que resulten asignatarias en proceso público’.
Y prosigue la información: “…el Estado planea implementar este mecanismo de financiación, lo que permitiría impactar en la reducción de costos de las tarifas en las rutas sociales al consumidor final (…) Se tendrán en cuenta (para las rutas) factores como la dificultad de acceso y la conectividad, así como la relevancia del turismo en cada región”.
Aunque parece ser orientado a zonas afectadas por la parálisis de las aerolíneas Viva Colombia y Ultra Air (tipo San Andrés o Leticia) pues se define como de difícil acceso aquel destino aquejado por “una súbita disminución en la oferta de servicios aéreos comerciales de transporte público de pasajeros correo o carga, en una proporción superior al 20 % con respecto al promedio del trimestre inmediatamente anterior”, he ahí una oportunidad para recabar nuestra condición turística, pero sino es factible esa benevolencia de la Nación, debemos estar en disposición de adoptar nuestra propia subvención.
Que debería hacerse por convocatoria pública a las aerolíneas interesadas en cubrir o aumentar la ruta a Valledupar, que decidan hacer una oferta económica y operacional. Ese apoyo debería extenderse, una vez esté operativo, a la línea aérea cuyo destino sea el aeropuerto Hacaritama de Aguachica.
Las regalías deben servir para, eso sí, buscar diversificar la economía y el empleo. Recordemos: El afán por el transporte aéreo animó a los fundadores del Cesar y agremiaciones algodoneras a crear TAC y Aviocesar, en su momento las segundas aerolíneas nacionales.