Abstenerse de comprar ganado de procedencia venezolana y vacunar a tiempo a sus animales, es la recomendación del ICA a los comerciantes y comunidad en general, para evitar casos de fiebre aftosa en el departamento.
Aunque en redes sociales circula un posible brote de fiebre aftosa en el municipio de Astrea, Cesar, las autoridades competentes descartaron el hecho, asegurando que de lo que se trata es de sospechas de una vesicular, enfermedad cuyos síntomas son parecidos a los de la aftosa.
El director del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, seccional Cesar, Rafael Francisco Murgas Arzuaga, advirtió “ahora cualquier enfermedad en los animales presumen que es fiebre aftosa y eso no es cierto. El alcalde de Astrea, Sandy Sepúlveda, me llamó ayer asegurando que en su finca había fiebre aftosa, por lo que una delegación del ICA, precedida por el epidemiólogo Alfonso Araújo fue a la localidad, donde se descartó la enfermedad y se informó que hay sospechas de una vesicular, por lo que se realizaron unas pruebas determinadas que enviaron a Bogotá y cuyos resultados se conocerán la próxima semana”.
El funcionario explicó que a raíz de lo de Tame, Arauca, donde se presentó el brote de aftosa en Colombia, se intensifican los controles de la fiebre aftosa y que esta no es la primera sospecha de vesicular en el Cesar, puesto que ya se había presentado en Valledupar y San Diego. “Aunque la fiebre aftosa no es zoonótica, como la brucelosis y la rabia, o sea que se le trasmiten a los humanos, fue declarada de Interés Nacional a través de la Ley 395 del 1997 por el Congreso de la República”, acotó.
Agregó que ante la cercanía que existe en el Cesar con la frontera venezolana, donde no vacunan contra fiebre aftosa, existe probabilidad de que en la región se presente la enfermedad, teniendo en cuenta que si un kilo de ganado en pie en Venezuela está de $1.300 a $1.500, en nuestro país está entre $4.300 a $4.500, por lo que para muchos es atractivo vender esta carne porque le significa mayores ganancias, pero se corre el riesgo de que a la región entre la fiebre aftosa.
“El 95 % de ganaderos es gente seria y honrada, pero el 5 % restante solo le interesa el dinero y no le importa el bienestar del resto de las personas. Sin importarle que Colombia pierda el Estatus Sanitario; la OIE, que es la organización que regula esto, ya le quitó ese catálogo. Estamos aunando esfuerzos con el Ministerio de Agricultura para combatir esta enfermedad. Tenemos que durar cuatro a seis meses para que Colombia vuelva a recuperar el Estatus Sanitario, pero para lograrlo tenemos que hacer un trabajo grande y Colombia debe gastarse entre $40.000 a $50.000 millones para esta tarea. En el Cesar existen 14 médicos veterinarios supervisando las fincas ganaderas para prevenir la fiebre aftosa”, comentó Murgas Arzuaga.
Ante esta situación, el Director del ICA, seccional Cesar, exhortó a comerciantes y a la comunidad en general a que se abstengan de comprar ganado de procedencia venezolana, porque allí no vacunan contra fiebre aftosa, enfermedad cuyas consecuencias son devastadoras y que pueden acabar con el negocio de los ganaderos legales.
Por su parte, el secretario de Agricultura Departamental, Carlos Eduardo Campo Cuello, invitó a la calma y tranquilidad. “Lo primero que deben hacer los ganaderos ante una sospecha de esta enfermedad es notificarlo al ICA. Hay que tener en cuenta que algunas informaciones mal manejadas en redes pueden generar pánico y que hay muchas enfermedades que se pueden manifestar de forma parecida”.
El 28 de junio, Carlos Eduardo Campo Cuello le envió una misiva al gerente general del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture, con el fin de solicitar una reunión en el Cesar para manifestarle las preocupaciones por las limitaciones en las importaciones por el brote de fiebre aftosa en Colombia, pero también para esclarecer las inquietudes que el departamento por ser fronterizo, con 200 kilómetros de distancia entre San Alberto y la frontera de Tame, Arauca, foco del brote de aftosa en Colombia.
En la carta también expresó que en la zona se mantiene una constante amenaza de contagio por animales que ingresan de contrabando desde Venezuela, circunstancia que se suma al abigeato, denunciado en reiteradas ocasiones por los dirigentes agropecuarios.
“Entendemos que funcionarios del ICA activaron el protocolo sanitario que incluye el sacrificio tanto de las reses contagiadas como las del hato afectado en Arauca, pero este descuido restringe de inmediato la posibilidad de continuar el comercio internacional de animales, genética, carne y leche, cadenas en las que hemos estado enfatizando y fortaleciendo en el Cesar. Solicitamos que el Ministro de Agricultura y el Gerente General del ICA vengan a Valledupar y presenten los alcances del Plan de Contención que se implementa en Arauca y los departamentos vecinos para evitar la propagación de la infección”, detalló.
También solicita que presenten un análisis de los factores que condicionan la vulnerabilidad del sector ganadero cesarense ante este tipo de brotes infecciosos y las medidas correctivas que se han implementado para mejorar el proceso de vacunación.
Al respecto, el presidente del Fondo Ganaderos del Cesar, Hernán Araújo Castro, enfatizó que no se debe generar terror ante estas informaciones inequívocas, donde los comerciantes de ganado aprovechan la situación para afectar el precio del ganado, lo cual termina afectando a los ganaderos porque baja el precio inmediatamente, se benefician los comercializadores, pero no le bajan el precio al consumidor final.
“En estos casos por lo general se baja el precio del destete, que es el ganado pequeño que vende el productor y compra el ganadero para poder reemplazar las ventas que hace de novillo, pero en los supermercados ni en ninguna parte le bajan el precio al consumidor”, puntualizó.
José Domingo Cuello Daza, presidente del Comité de Ganaderos de San Juan del Cesar, en La Guajira, aseguró al portal Contexto Ganadero, que si bien no han ocurrido brotes en el departamento, se corren los mismos riesgos que en Arauca. “Aquí en La Guajira reunimos las condiciones como cualquier departamento de frontera para que se presente la fiebre aftosa. Hay preocupación de todos los ganaderos, las organizaciones gremiales y el ICA, todos estamos en estado de alerta”, precisó.
Colombia fue declarada por la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, como libre de fiebre aftosa con vacunación, el 28 de mayo de 2009. Desde ese año, en el país no se había presentado ningún caso positivo de esta enfermedad.
El primer caso de fiebre aftosa se registró en Colombia en 1950 y se determinó que procedía de Venezuela. En su momento generó graves consecuencias económicas a los ganaderos, teniendo en cuenta la facilidad de transmisión.
El foco reciente de la enfermedad fue detectado en una finca del departamento de Arauca, en un predio registrado ante el ICA y que cumple con los requisitos sanitarios. De 136 animales que posee el predio, siete presentaron lesiones vesiculares que dieron resultado positivo a fiebre aftosa tipo “0”.
Con el fin de fortalecer las acciones de vigilancia que permitan controlar y evitar la propagación del virus de la fiebre aftosa, que se presentó en Arauca, el ICA, declaró la emergencia sanitaria en todo el país.
“La medida administrativa nos permite una rápida reacción, reforzar los controles y establecer medidas drásticas para evitar que el virus llegue a otras regiones del país, afirmó el gerente general del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture”, quien agregó que, “esta medida tiene carácter preventivo y transitorio y se aplicará sin perjuicio de otras acciones que se deban ejecutar para el control y la erradicación del foco de aftosa en Tame, Arauca.
Al respecto, el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, indicó que las acciones que se han ejecutado han tenido como prioridad salvaguardar los intereses de las más de 450 mil familias ganaderas que dependen de esta actividad, “con los objetivos de erradicar el foco de aftosa en Tame, impedir su diseminación a zonas vecinas y mantener la estabilidad en mercados internacionales”, dijo.
La emergencia sanitaria es para todo el territorio nacional por un término de un año, contado a partir de la fecha, por la presencia de la enfermedad de fiebre aftosa tipo “O” en el municipio de Tame, Arauca, y se oficializó a través de la resolución 7889 de junio de 2017.
· Declaración de cuarentena de cualquier zona que se encuentre afectada por la presencia de la enfermedad, las cuales podrán ser ampliadas según los resultados de laboratorio y evolución de la investigación epidemiológica que se adelante, hasta cuando el ICA compruebe que han desaparecido las causas que generaron esta medida.
· Sacrificio y disposición final de los animales positivos a la enfermedad y animales que hayan tenido contacto con los enfermos, según criterio técnico del ICA.
· Restricción a la movilización de bovinos, bufalinos, porcinos, caprinos, otras especies de rumiantes susceptibles a la enfermedad, productos y materiales de riesgo para la difusión de la fiebre aftosa, dentro, desde, y hacia aquellas zonas del país que se encuentren afectadas por la presencia de la enfermedad.
El Gerente General del ICA insistió en que “en caso de hallarse animales que sean movilizados sin guía sanitaria de movilización interna, desde las zonas afectadas por la enfermedad o desde la zona fronteriza de Venezuela, hacia cualquier parte del territorio nacional, serán sacrificados de manera inmediata, en la planta de beneficio más cercana autorizada por el Invima.
Dijo además que funcionarios del ICA adelantarán actividades de inspección, vigilancia y control y los propietarios o administradores de fincas tendrán la obligación de permitir la entrada y labores de los funcionares del Instituto, que fungen como inspectores de policía sanitaria.
Ante los casos de fiebre aftosa en Colombia, países como Panamá, Perú y Ecuador dejaron de solicitar carne para exportación.
Algunos indicadores que existe fiebre aftosa son:
-Salivación excesiva por la aparición de ampollas (o vesículas) en la nariz, lengua, labios y cavidad oral.
-Cojeras por ampollas entre los dedos e encima de las pezuñas.
-Dolor al momento del ordeño por aparición de vesículas o ampollas en los pezones.
-Fiebre.
-Hipersalivación.
-Pérdida de apetito y de peso.
-Caída de la producción de leche.
-Las ampollas reventadas que formas vísceras producen dificultad al caminar y cojera extrema.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Abstenerse de comprar ganado de procedencia venezolana y vacunar a tiempo a sus animales, es la recomendación del ICA a los comerciantes y comunidad en general, para evitar casos de fiebre aftosa en el departamento.
Aunque en redes sociales circula un posible brote de fiebre aftosa en el municipio de Astrea, Cesar, las autoridades competentes descartaron el hecho, asegurando que de lo que se trata es de sospechas de una vesicular, enfermedad cuyos síntomas son parecidos a los de la aftosa.
El director del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, seccional Cesar, Rafael Francisco Murgas Arzuaga, advirtió “ahora cualquier enfermedad en los animales presumen que es fiebre aftosa y eso no es cierto. El alcalde de Astrea, Sandy Sepúlveda, me llamó ayer asegurando que en su finca había fiebre aftosa, por lo que una delegación del ICA, precedida por el epidemiólogo Alfonso Araújo fue a la localidad, donde se descartó la enfermedad y se informó que hay sospechas de una vesicular, por lo que se realizaron unas pruebas determinadas que enviaron a Bogotá y cuyos resultados se conocerán la próxima semana”.
El funcionario explicó que a raíz de lo de Tame, Arauca, donde se presentó el brote de aftosa en Colombia, se intensifican los controles de la fiebre aftosa y que esta no es la primera sospecha de vesicular en el Cesar, puesto que ya se había presentado en Valledupar y San Diego. “Aunque la fiebre aftosa no es zoonótica, como la brucelosis y la rabia, o sea que se le trasmiten a los humanos, fue declarada de Interés Nacional a través de la Ley 395 del 1997 por el Congreso de la República”, acotó.
Agregó que ante la cercanía que existe en el Cesar con la frontera venezolana, donde no vacunan contra fiebre aftosa, existe probabilidad de que en la región se presente la enfermedad, teniendo en cuenta que si un kilo de ganado en pie en Venezuela está de $1.300 a $1.500, en nuestro país está entre $4.300 a $4.500, por lo que para muchos es atractivo vender esta carne porque le significa mayores ganancias, pero se corre el riesgo de que a la región entre la fiebre aftosa.
“El 95 % de ganaderos es gente seria y honrada, pero el 5 % restante solo le interesa el dinero y no le importa el bienestar del resto de las personas. Sin importarle que Colombia pierda el Estatus Sanitario; la OIE, que es la organización que regula esto, ya le quitó ese catálogo. Estamos aunando esfuerzos con el Ministerio de Agricultura para combatir esta enfermedad. Tenemos que durar cuatro a seis meses para que Colombia vuelva a recuperar el Estatus Sanitario, pero para lograrlo tenemos que hacer un trabajo grande y Colombia debe gastarse entre $40.000 a $50.000 millones para esta tarea. En el Cesar existen 14 médicos veterinarios supervisando las fincas ganaderas para prevenir la fiebre aftosa”, comentó Murgas Arzuaga.
Ante esta situación, el Director del ICA, seccional Cesar, exhortó a comerciantes y a la comunidad en general a que se abstengan de comprar ganado de procedencia venezolana, porque allí no vacunan contra fiebre aftosa, enfermedad cuyas consecuencias son devastadoras y que pueden acabar con el negocio de los ganaderos legales.
Por su parte, el secretario de Agricultura Departamental, Carlos Eduardo Campo Cuello, invitó a la calma y tranquilidad. “Lo primero que deben hacer los ganaderos ante una sospecha de esta enfermedad es notificarlo al ICA. Hay que tener en cuenta que algunas informaciones mal manejadas en redes pueden generar pánico y que hay muchas enfermedades que se pueden manifestar de forma parecida”.
El 28 de junio, Carlos Eduardo Campo Cuello le envió una misiva al gerente general del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture, con el fin de solicitar una reunión en el Cesar para manifestarle las preocupaciones por las limitaciones en las importaciones por el brote de fiebre aftosa en Colombia, pero también para esclarecer las inquietudes que el departamento por ser fronterizo, con 200 kilómetros de distancia entre San Alberto y la frontera de Tame, Arauca, foco del brote de aftosa en Colombia.
En la carta también expresó que en la zona se mantiene una constante amenaza de contagio por animales que ingresan de contrabando desde Venezuela, circunstancia que se suma al abigeato, denunciado en reiteradas ocasiones por los dirigentes agropecuarios.
“Entendemos que funcionarios del ICA activaron el protocolo sanitario que incluye el sacrificio tanto de las reses contagiadas como las del hato afectado en Arauca, pero este descuido restringe de inmediato la posibilidad de continuar el comercio internacional de animales, genética, carne y leche, cadenas en las que hemos estado enfatizando y fortaleciendo en el Cesar. Solicitamos que el Ministro de Agricultura y el Gerente General del ICA vengan a Valledupar y presenten los alcances del Plan de Contención que se implementa en Arauca y los departamentos vecinos para evitar la propagación de la infección”, detalló.
También solicita que presenten un análisis de los factores que condicionan la vulnerabilidad del sector ganadero cesarense ante este tipo de brotes infecciosos y las medidas correctivas que se han implementado para mejorar el proceso de vacunación.
Al respecto, el presidente del Fondo Ganaderos del Cesar, Hernán Araújo Castro, enfatizó que no se debe generar terror ante estas informaciones inequívocas, donde los comerciantes de ganado aprovechan la situación para afectar el precio del ganado, lo cual termina afectando a los ganaderos porque baja el precio inmediatamente, se benefician los comercializadores, pero no le bajan el precio al consumidor final.
“En estos casos por lo general se baja el precio del destete, que es el ganado pequeño que vende el productor y compra el ganadero para poder reemplazar las ventas que hace de novillo, pero en los supermercados ni en ninguna parte le bajan el precio al consumidor”, puntualizó.
José Domingo Cuello Daza, presidente del Comité de Ganaderos de San Juan del Cesar, en La Guajira, aseguró al portal Contexto Ganadero, que si bien no han ocurrido brotes en el departamento, se corren los mismos riesgos que en Arauca. “Aquí en La Guajira reunimos las condiciones como cualquier departamento de frontera para que se presente la fiebre aftosa. Hay preocupación de todos los ganaderos, las organizaciones gremiales y el ICA, todos estamos en estado de alerta”, precisó.
Colombia fue declarada por la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, como libre de fiebre aftosa con vacunación, el 28 de mayo de 2009. Desde ese año, en el país no se había presentado ningún caso positivo de esta enfermedad.
El primer caso de fiebre aftosa se registró en Colombia en 1950 y se determinó que procedía de Venezuela. En su momento generó graves consecuencias económicas a los ganaderos, teniendo en cuenta la facilidad de transmisión.
El foco reciente de la enfermedad fue detectado en una finca del departamento de Arauca, en un predio registrado ante el ICA y que cumple con los requisitos sanitarios. De 136 animales que posee el predio, siete presentaron lesiones vesiculares que dieron resultado positivo a fiebre aftosa tipo “0”.
Con el fin de fortalecer las acciones de vigilancia que permitan controlar y evitar la propagación del virus de la fiebre aftosa, que se presentó en Arauca, el ICA, declaró la emergencia sanitaria en todo el país.
“La medida administrativa nos permite una rápida reacción, reforzar los controles y establecer medidas drásticas para evitar que el virus llegue a otras regiones del país, afirmó el gerente general del ICA, Luis Humberto Martínez Lacouture”, quien agregó que, “esta medida tiene carácter preventivo y transitorio y se aplicará sin perjuicio de otras acciones que se deban ejecutar para el control y la erradicación del foco de aftosa en Tame, Arauca.
Al respecto, el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, indicó que las acciones que se han ejecutado han tenido como prioridad salvaguardar los intereses de las más de 450 mil familias ganaderas que dependen de esta actividad, “con los objetivos de erradicar el foco de aftosa en Tame, impedir su diseminación a zonas vecinas y mantener la estabilidad en mercados internacionales”, dijo.
La emergencia sanitaria es para todo el territorio nacional por un término de un año, contado a partir de la fecha, por la presencia de la enfermedad de fiebre aftosa tipo “O” en el municipio de Tame, Arauca, y se oficializó a través de la resolución 7889 de junio de 2017.
· Declaración de cuarentena de cualquier zona que se encuentre afectada por la presencia de la enfermedad, las cuales podrán ser ampliadas según los resultados de laboratorio y evolución de la investigación epidemiológica que se adelante, hasta cuando el ICA compruebe que han desaparecido las causas que generaron esta medida.
· Sacrificio y disposición final de los animales positivos a la enfermedad y animales que hayan tenido contacto con los enfermos, según criterio técnico del ICA.
· Restricción a la movilización de bovinos, bufalinos, porcinos, caprinos, otras especies de rumiantes susceptibles a la enfermedad, productos y materiales de riesgo para la difusión de la fiebre aftosa, dentro, desde, y hacia aquellas zonas del país que se encuentren afectadas por la presencia de la enfermedad.
El Gerente General del ICA insistió en que “en caso de hallarse animales que sean movilizados sin guía sanitaria de movilización interna, desde las zonas afectadas por la enfermedad o desde la zona fronteriza de Venezuela, hacia cualquier parte del territorio nacional, serán sacrificados de manera inmediata, en la planta de beneficio más cercana autorizada por el Invima.
Dijo además que funcionarios del ICA adelantarán actividades de inspección, vigilancia y control y los propietarios o administradores de fincas tendrán la obligación de permitir la entrada y labores de los funcionares del Instituto, que fungen como inspectores de policía sanitaria.
Ante los casos de fiebre aftosa en Colombia, países como Panamá, Perú y Ecuador dejaron de solicitar carne para exportación.
Algunos indicadores que existe fiebre aftosa son:
-Salivación excesiva por la aparición de ampollas (o vesículas) en la nariz, lengua, labios y cavidad oral.
-Cojeras por ampollas entre los dedos e encima de las pezuñas.
-Dolor al momento del ordeño por aparición de vesículas o ampollas en los pezones.
-Fiebre.
-Hipersalivación.
-Pérdida de apetito y de peso.
-Caída de la producción de leche.
-Las ampollas reventadas que formas vísceras producen dificultad al caminar y cojera extrema.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN