Una palabra afectuosa de bienvenida abre las puertas de la motivación. Hoy, que retornan los estudiantes a clases en las instituciones oficiales del calendario A, el rector y los docentes deben brindarles efusivos saludos de bienvenida...
I Los Pumarejo en escala de España a Valledupar, José Domingo en el altar le ofrenda amor a Pascuala. Descendiente de esta gala Sinforoso el hacendado, que tuvo un hogar sagrado con doña Josefa Cotes; Rosario hereda los dotes de sus padres mesurados. III Queda huérfana Rosario, viaja pronto con su tío y en Honda […]
Tuve la fortuna de conocerlo en abril de 2012, en el Foro ‘Vida y obra de Calixto Ochoa’ del Festival de la Leyenda Vallenata, yo era el coordinador, y a través del profesor Jairo Tapias, Donaldo me envió un texto literario sobre ‘La picaresca en las canciones de Calixto Ochoa’...
El buen padre es un tutor que premia la providencia, y se colman de prudencia las virtudes del amor...
En la historia de las instituciones educativas se suele resaltar los nombres de docentes que después de cumplir con idoneidad y responsabilidad su extenso ciclo laboral, van a disfrutar, en su calidad de pensionados, la libertad del descanso y el abrazo de los colores del atardecer.
Donde comen dos, comen tres; a quien esperan, le guardan. Los castigos aunque tardan llegan apretando el pie...
Siempre el buen educador induce al conocimiento y desarrolla el talento con estrategias y amor.
El viernes anterior, en el auditorio de la Fundación Universitaria del Área Andina, sede Valledupar, fue presentada la novela ‘La noche de las velas azules´, de Mary Daza Orozco. Entre los participantes: Luis Barros, Yanitza Fontalvo, Leda Rodríguez y quien esto escribe.
Hay una leyenda famosa, y de ella también les hablo, Francisco derrota al diablo con canciones religiosas.
Las riquezas melódicas de las canciones de Luis Enrique Martínez son testimonios de la grandeza de su historia musical.
Valledupar es un paraíso musical, aquí llegaron (y aún siguen llegando) jóvenes para hacer realidad sus sueños de crecer en la música vallenata.
Dicen que llegó un viajero y dijo en Valledupar, un Santo quiero tallar porque yo soy carpintero; soy católico sincero...
Este joven guajiro, lleno de paciencia y humildad, abre ventanas para soslayar la sombra en la lejanía, y recorre caminos para sentir cerca el calor de los personajes y la alquimia de los acontecimientos que motivan a los compositores vallenatos a transformar en canto y poesía los sentimientos.
Luis Enrique Martínez nace en Los Haticos, corregimiento de Fonseca en 1923; su padre, Santander Martínez, era acordeonero. Muy joven se va con su madre Natividad Argote para El Copey, allí alternaba su oficio de campesino con la afición por la música que había heredado de su padre.
La directora de la oficina de Cultura de Valledupar, Alejandra Izquierdo y el Consejo Municipal de Cultura, en el Día Internacional de la Mujer resaltaron la presencia femenina en diversos sectores de la cultura, y entregaron condecoraciones.
La fiesta de la mujer la busco en el calendario y Dios en su campanario ilumina mi entender.
“La señora Delfina Oñate, cuando llevaba en el vientre a su hijo menor, escuchó el canto de la Doroy en una de las crecientes del río Mocho”.
La vida es racimo de luz, y a veces una sombra de dolor; pero a pesar de todo es la vida, y la vida es bella. Camina sin la premura de adelantarse y sesgar la ruta, para llegar primero.
Tierra de su nacimiento Los Haticos de Fonseca, de cultivos fue una meca y cuna de su talento.