“Soy libre, llegó el momento de ser lo que soy”, fue lo que expresó Emilio Aponte Sierra Paretti cuando el 21 de febrero de 2002 arribó a La Florida, Estados Unidos. A partir de ese día se partió en dos su vida, al recibir asilo político por culpa de las balas asesinas.

Una amenaza de muerte cambió el rumbo de su vida. En el mercado de Santa Marta vio el rostro de la muerte, cuando desconocidos le advirtieron que dejara la labor que en ese momento realizaba con los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Era el coordinador regional de la Fundación Pro Sierra Nevada que promueve el desarrollo sostenible de esa zona montañosa.

Lo creían guerrillero, otros paramilitar, y así quedó en medio del conflicto. Al final entendió que nadie es profeta en su tierra. En el norte del continente encontró su bienestar social, económico y artístico. Llegó literalmente con las manos vacías a un mundo extraño en donde lo mágico contrasta con la realidad de alguien acostumbrado a un entorno macondiano.

Su llegada a Estados Unidos significó una nueva historia para él. Atrás quedó su faceta de poeta, actor de teatro y hasta su bagaje académico como ingeniero pesquero, porque su primer trabajo fue en una empresa de limonada.

Sintió que su vida comenzó de cero porque carecía de estatus migratorio y divagaba en el limbo jurídico, como él mismo asegura. Durante cinco años duró en ese proceso mientras legalizaba su condición de ciudadano norteamericano.

La naturaleza lo condujo a sentir atracción por personas de su mismo sexo. Eso y sus aptitudes en el arte, la poesía, el teatro, la escultura de papel y la educación, hacen parte de su felicidad, la misma que disfruta al lado de su pareja, un judío ortopedista llamado Robert Paretti, con el que se casó el 19 de marzo de 2015.

“Ser gay no se aprende, se nace, critiquen la forma como uno trabaja, más no lo que es uno como persona”, dijo el hombre de 48 años que se mueve por el camino del éxito, tal como lo demuestra su hoja de vida marcada por un sendero académico que le sirve de subsistencia.

A Emilio Aponte Sierra Paretti, un vallenato que creció por las calles coloniales del viejo Valledupar, su vida cambió de frente por las bondades, no sabe si para bien o para mal. Lo cierto es que su inclinación sexual la trabaja a su manera. No mezcla su condición natural con su carrera artística cargada de éxitos en el norte del continente.
“Yo hice un magister en educación en La Florida y fui el mejor estudiante en el Sistema Universitario Ana G.

Méndez, ahí mismo fui docente de sicología, laboro en el área de consejería escolar promoviendo terapias de grupo con base en un código de ética, soy especialista en consejería y orientación, mi anterior pareja con la que conviví durante cinco años, estaba ligada al departamento de salud de Estados Unidos como trabajador social y su radio de acción eran los temas de VIH, eso me abrió espacios para conocer a fondo el tema”, explicó.

En estos momentos participa en un documental denominado ‘Mi Poema Favorito’, él fue la inspiración del autor. “Este video se exhibe en la biblioteca del Congreso en donde la gente lo puede apreciar, tengo la obra de papel Flora y Fauna de La Florida en donde el viernes anterior estuvo en galería, el jurado escogió mi trabajo y eso para mí es un orgullo”.

“Estoy ligado a la agencia de actuación y modelaje en donde compartí con los grandes maestros del cine y actué en varias películas, soy un líder latino que ayuda a personas con VIH, ellas necesitan una estricta orientación. En la Universidad del Magdalena gané una beca por mi participación en el grupo de teatro, incluso tenía mi propio grupo de actuación. Traje a Valledupar el teatro de imagen en el que se dice lo que se siente sin necesidad de palabras”, dijo Aponte Sierra Paretti.

“¡Huele a sierra, huele a café, huele a amor, huele a agua fría qua baja corriendo a besar la piel de mi gente nadando en felicidad….allá donde es el único lugar que nunca dejará ser parte de mi…allá donde La poesía se vuelve canción…huele a barrio… huele a sierra…huele a amor!”: Emilio Aponte.

Sus estudios

Estudio en el Colegio Nacional Loperena
Ingeniero Pesquero (Unimag)
Docente de Ecología en la UPC
Estudio Derecho en la UPC

Nibaldo Bustamante de la Cruz/EL PILÓN