En Colombia, la política ya no se juega solo en plazas públicas ni en debates televisados. Hoy, gran parte de la contienda se libra en un escenario mucho más silencioso, pero tremendamente eficaz: las redes sociales. Facebook, Instagram y TikTok se han convertido en los nuevos parlantes de la política, capaces de posicionar ideas, moldear percepciones y abrir caminos electorales incluso antes de que arranque oficialmente la campaña.
El gasto de los precandidatos en pauta digital, publicado por La Silla Vacía, lo confirma. Vicky Dávila ya ha invertido más de $234 millones en anuncios en Meta; Juan Carlos Pinzón, $211 millones; Miguel Uribe, hasta antes de su atentado, $156 millones; Mauricio Lizcano, $70 millones; y Mauricio Cárdenas, $67 millones.
Más allá de las cifras, lo realmente relevante es el mensaje: la política colombiana empieza a comprender que la publicidad digital no es un gasto, sino una inversión estratégica, capaz de definir cercanías, construir confianza y moldear el debate público.
¿Por qué? Porque, a diferencia de la publicidad tradicional, las plataformas digitales permiten segmentar públicos, medir en tiempo real el alcance de los mensajes y ajustar las narrativas según la reacción ciudadana. Y por que es importante, para eso consulte a un experto en el tema Hanssen Guerra @hansseng13, que es Asesor en Crecimiento digital y Negocios, sobre ¿Por qué la publicidad digital se ha convertido en un elemento clave en la comunicación actual? A lo que me respondió:
Y, ¿por qué es importante? Para responder a ello consulté a un experto en el tema, Hanssen Guerra @hansseng13, Asesor en Crecimiento Digital y Negocios, sobre ¿por qué la publicidad digital se ha convertido en un elemento clave en la comunicación actual?
A lo que me respondió: “Vivimos en una era donde la atención es el activo más valioso. La publicidad digital ha revolucionado la forma en que las marcas, empresas y figuras públicas se comunican, porque permite algo que antes era impensable: hablarle directamente al público adecuado, en el momento adecuado y con un mensaje ajustado a sus intereses reales”.
A diferencia de los medios tradicionales, las plataformas digitales no solo amplifican los mensajes, sino que ofrecen datos en tiempo real que permiten optimizar las estrategias sobre la marcha. Esto convierte a la publicidad digital no solo en una herramienta de comunicación, sino en un motor de crecimiento e influencia.
Y entonces, ¿Por qué resulta fundamental que los políticos cuenten con una asesoría adecuada en este ámbito?
“Hoy más que nunca, la política necesita conectar. Y conectar no es solo estar presente en redes, sino construir una narrativa auténtica, cercana y coherente. Las redes sociales han desplazado la plaza pública como principal escenario de debate, y allí se mide el pulso ciudadano en tiempo real: qué mensaje convence, qué imagen genera cercanía, qué propuesta moviliza.
Por eso, una asesoría especializada en comunicación digital no es un lujo, es una necesidad estratégica. Los políticos que entienden esto, no solo ganan visibilidad, sino confianza. Y en tiempos de desinformación y saturación de contenido, la confianza es el valor más escaso y más poderoso”.
Las giras nacionales, las caravanas y los mítines siguen teniendo peso, pero hoy son las redes las que marcan la agenda. Allí se prueba qué discurso conecta, qué imagen genera cercanía, qué propuesta despierta entusiasmo. Y aunque la ley aún no regula con la misma fuerza esta etapa preelectoral, lo cierto es que el campo digital ya está moldeando las preferencias del electorado.
La publicidad digital se ha convertido en el nuevo termómetro político. No solo mide la temperatura de la opinión pública, sino que también la transforma. En un país con más de 35 millones de usuarios en redes sociales, ignorar ese espacio sería un error imperdonable para cualquier aspirante.
La política se está reescribiendo con algoritmos, métricas y anuncios pagados. Y quizá la próxima elección presidencial no se decida en una plaza llena, sino en la pantalla del celular que cada ciudadano lleva en el bolsillo.
Alfredo Jones Sánchez – @alfredojonessan
