En Valledupar iniciamos el recorrido de 250 kilómetros para llegar a El Carmen de Bolívar. A 28 kilómetros de la capital cesarense está uno de los tres peajes que encontraría en el viaje por los departamentos de Cesar, Magdalena y Bolívar.

Al pasar la primera caseta en el corregimiento de Valencia de Jesús, que tiene cobros desde $7.600 para autos, camperos y camionetas, hasta $26.500 para los camiones de seis ejes, en la carretera se observa maquinaria trabajando en la doble calzada, con avances significativos del proyecto a cargo Yuma Concesionaria, que si bien no tiene el mismo lío de Odebrecht, ha afrontado graves problemas; uno de estos es con los vendedores informales que rechazan el proyecto vial que construirá variantes en casi todas las poblaciones de su zona de injerencia.

En Mariangola, uno de los corregimientos más grandes de Valledupar, hay incertidumbre por lo que pasará con el precario comercio de la población, teniendo en cuenta que allí son escasas las opciones laborales. Así lo asegura Luis Felipe Orozco Jiménez, quien lleva cinco de sus 75 años sobreviviendo de las pocas frutas que alcanza a vender en un viejo resalto del occidente del pueblo.

“Nos afecta a todos porque a quién se vende algo por allá (la variante), quién va a comprar si pasan los carros es corriendo rápido y no se vende nada. Entonces, nos matará el hambre porque no tenemos más trabajo”, lamentó el anciano.

Entre los vendedores también se pronunció Leovigildo De la Rosa, quien pide a los encargados del proyecto y a los gobernantes de turno opciones laborales.

“No me dan la oportunidad de trabajar en la obra y quitándonos esto con la construcción de las variantes quedaríamos sin trabajo”, aseguró.

Al avanzar 41 kilómetros más, llegamos al cruce del municipio de Bosconia, una de las poblaciones donde tiene mayor incidencia la Ruta del Sol Sector tres, porque allí convergen las vías a Valledupar, San Roque, Y de Ciénaga y El Carmen de Bolívar. Allí hay opiniones divididas porque mientras algunos creen que el comercio sufrirá su peor crisis con las variantes, otros consideran que el impacto económico será mínimo y se acabará el congestionado tráfico de la zona comercial.

En este municipio está la mayoría de afectados por los malos ratos que ha tenido este tramo de la Ruta del Sol. En agosto de 2015 Conalvias, uno de los socios estratégicos de Yuma Concesionaria salió del proyecto por problemas financieros, situación que generó un gran retraso en la obra y millonarias deudas con los contratistas.

“Este proyecto de Ruta del Sol desde su inicio ha tenido sus traspiés, incluyendo la debacle que ocasionó Colnalvias que nos quedó debiendo una cantidad de dinero bastante considerable, afectando todo el comercio del municipio”, denunció Juan Carlos Meriño, líder de una cooperativa de volqueteros, que asegura que las deudas en la región ascienden a 44 mil millones de pesos, de los cuales han recibido pagos a cuenta gotas.

En ese mismo sentido se pronunció Alexander Montes España, propietario de un expendio de lubricantes para maquinaria, ubicado en la salida de Bosconia hacía la Y de Ciénaga.

“Conalvias se declaró en la ley de insolvencia, lo que normalmente dice uno por acá por la región: se quebró. Hoy tenemos la gran dificultad que no nos hemos podido recuperar porque todavía nos deben mucho dinero”, aseguró el comerciante.
Continuando con el recorrido, ya en la Troncal de los Contenedores, con tramos intermitentes entre asfalto viejo y nuevo, a 108 kilómetros del peaje Valencia, está el peaje de El Difícil, Magdalena, más costoso, con un pago mínimo de $8.600 para carros pequeños y $34.100 para los camiones de seis ejes.

Avanzando 24 kilómetros, entre Nueva Granada y El Bajo, Magdalena, en un costado de la carretera se aprecia un acordeón de concreto con una dedicatoria a Kaleth Morales, recordatorio de que debido al mal estado que la vía tuvo durante varios años se presentaron muchas tragedias y la más recordada es la del cantautor vallenato.

El panorama ha cambiado, la carretera está asfaltada en más de 52 kilómetros entre Bosconia y Pueblo Nuevo, y más de 77 entre Pueblo Nuevo y Plato, por lo que ya no es tormentoso viajar por la tierra que tiene un monumento gigante de la leyenda del Hombre Caimán.

Al pasar el río Magdalena es menor el ritmo de trabajo en las obras de la Ruta del Sol; antes de llegar a El Carmen de Bolívar se pueden apreciar tramos intervenidos pero paralizados, por lo menos así lo demuestra la maleza que cubre el asfalto y las pilas de gravilla. Aunque en algunos puntos de la vía también se aprecian los letreros del Gobierno Nacional que precisan una inversión de $2.4 billones para la Ruta del Sol Sector Tres, los habitantes de la zona no creen que se cumpla el plazo fijado para concluir el proyecto vial, 29 de diciembre de 2019.

“La Ruta trae desarrollo porque El Carmen es un epicentro, aquí llegan todos los que van para Medellín, Bogotá, Montería, pero uno está aquí a la expectativa y no se ha concretado nada de lo que prometieron. Por lo que vemos se va a perder lo que hicieron acá porque eso se ve abandonado”, contó Argemiro Sierra, comerciante de El Carmen de Bolívar con el que concluimos nuestro recorrido por la obra que completa casi seis años en ejecución.

La Ruta del Sol Sector Tres inicia en San Roque, Cesar, pasa por el municipio de Bosconia y de allí se proyecta hacia Valledupar, La Y de Ciénaga y El Carmen de Bolívar, para un total de 465 kilómetros concesionados al consorcio Yuma, que tiene seis peajes para recuperar su inversión.

San Roque-Ciénaga 

En el tramo San Roque- Bosconia las obras avanzan con más de 42 kilómetros en asfalto nuevo y 35 en asfalto mejorado. Mientras de Bosconia a la Y de Ciénaga es uno de los más retrasados y sus avances ni siquiera son registrados por Yuma Concesionaria en la más reciente publicación de su periódico ‘Por nuestra ruta’. Sin embargo, entre los problemas conocidos del proyecto están la expedición de licencias ambientales y las consultas previas con las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Sin embargo, ante el anuncio de que próximamente avanzará la Ruta del Sol hacia el municipio de El Copey, los comerciantes y vendedores asentados a lado y lado de la carretera, que comunica al corregimiento de Caracolicito, están preocupados porque la Alcaldía los desalojará de la zona, quitándoles el único sustento para sus familias.

Los comerciantes que sobreviven con la venta de frutas, hortalizas y demás productos del campo, cultivados en los patios de sus viviendas piden un plan B al Gobierno para no quedar con las manos cruzadas.

EL PILÓN contactó al alcalde José Luis Nieves, quien manifestó que para los vendedores tiene un proyecto que costaría dos mil millones de pesos y para el cual requiere el apoyo de la Gobernación del Cesar o del Gobierno Nacional.
“La idea es construir unas bahías comerciales, presentamos la propuesta y esperamos respuesta de la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) porque sabemos que hay pocas posibilidades de trabajo y por eso esas personas llevan ahí cerca de 20 años”, manifestó el mandatario.

Agregó que el desalojo en inminente, ya fueron notificadas las familias de Caracolicito y las autoridades competentes, porque la concesionaria Yuma, al parecer, superó los inconvenientes que tenían frenada la obra y ya tiene programado el inicio de las obras de la vía doble calzada.
Problemas del Sector Dos

Con relación a la reciente medida cautelar de la Superintendencia de Industria y Comercio SIC, de liquidar el contrato Ruta del Sol, Sector Dos. El Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, informó que busca la forma más rápida de liquidar el contrato Ruta del Sol Sector Dos, y reiniciar las obras con nuevos contratistas.
“La ANI está buscando ese mismo objetivo a través de la demanda de nulidad en el tribunal de arbitramento. De igual forma, lo hace la Procuraduría a través de la Acción Popular que busca que el gobierno tome control de la concesión y reinicie la contratación de las obras faltantes”, informaron en un comunicado.

Agregaron que el Ministerio de Transporte ya está preparado para tomar control de los peajes y reiniciar las obras a través de licitaciones del INVIAS, mientras la ANI estructura y licita la nueva APP para terminar todas las obras.

Por Martín Elías Mendoza