De igual manera en el transcurso de la ejecución de los toques de queda entre el 13 a 29 de junio solo se registró un asesinato en contraste a los cinco que ocurrieron en ese lapso de tiempo el año pasado.
El comportamiento de los ciudadanos y los controles que constantemente realizó la Fuerza Pública permitió que el mes de junio fuera uno de los meses menos violento en asesinatos en lo corrido del año en Valledupar.
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Durante junio se presentaron solamente dos homicidios, cuyas víctimas fueron Gerson Daniel Peña Mejía, conocido como El Ministro, y Luis Alberto Rivera Bustamante, alias Picho, ultimados con arma de fuego el 3 y 28 de junio, respectivamente.
Esto significó ocho muertes menos en comparación del año anterior que para el mismo tiempo registró 8 homicidios, un feminicidio y otra muerte al parecer dada de baja. Las primeras víctimas fueron Julio Macea Ortiz, Miguel Darío Sarmiento, Sergio David Flórez, Daniel David Meza y Cesar Segundo Márquez.
Otras víctimas fueron Wilson de Ángel Rocha y Walbert Gregorio Penenrey, asesinados mientras departían en la margen derecha; Angie Paola Castilla, ultimada por el exesposo y Emilio Enrique Morales, asesinado por asfixia. El último, Carlos Enrique Tapias, fue muerto aparentemente por ir a robar a un ciudadano en Garupal.
De igual manera en el transcurso de la ejecución de los toques de queda entre el 13 a 29 de junio solo se registró un asesinato en contraste a los cinco que ocurrieron en ese lapso de tiempo el año pasado.
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“Tenemos una disminución del 39 % en materia de homicidio, venimos en una escala de descenso de los casos que tuvimos en enero. Hoy cerramos el mes con dos hechos nada más y si uno mira las capitales del resto de la costa y país, eso es de destacar y pienso que es un trabajo no solo de la Policía sino también de las autoridades, hay que resaltarle a la misma ciudadanía porque el comportamiento es destacado”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes, comandante del Departamento de Policía Cesar.
La Policía señaló también se redujeron las lesiones personales en un 68 % y los hurtos en las diferentes modalidades en un 80 %.
No obstante, la riñas fueron una constante en la aplicación de los decretos de toque de queda, por ejemplo en este último fin de semana se presentaron 182 riñas.
Algunas producidas por ingesta de alcohol o intolerancia en los barrios como San Martín, la Urbanización Nando Marín y Tierra Prometida, entre otros.
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Las parrandas en las viviendas también se evidenciaron en los toque de queda, ocasionando que las autoridades tuvieran que atender requerimientos por exceso de sonido.
“También encontramos situaciones en los barrios de la ciudad donde muchas personas con la ingesta de bebidas alcohólicas de manera paralela pedían ayuda humanitaria, situación que es incomprensible. El llamado a la comunidad es que si estamos en un momento de dificultad en virtud de la emergencia sanitaria y están en una preocupación porque tienen cinco hijos en casa que no saben cómo atender, porque el trabajo ha sido suspendido, entre otros aspectos, pues no tiene lógica que esté por encima del consumo de alimentos la ingesta de alcohol”, dijo Luis Galvis, secretario de Gobierno municipal.
De igual manera en el transcurso de la ejecución de los toques de queda entre el 13 a 29 de junio solo se registró un asesinato en contraste a los cinco que ocurrieron en ese lapso de tiempo el año pasado.
El comportamiento de los ciudadanos y los controles que constantemente realizó la Fuerza Pública permitió que el mes de junio fuera uno de los meses menos violento en asesinatos en lo corrido del año en Valledupar.
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Durante junio se presentaron solamente dos homicidios, cuyas víctimas fueron Gerson Daniel Peña Mejía, conocido como El Ministro, y Luis Alberto Rivera Bustamante, alias Picho, ultimados con arma de fuego el 3 y 28 de junio, respectivamente.
Esto significó ocho muertes menos en comparación del año anterior que para el mismo tiempo registró 8 homicidios, un feminicidio y otra muerte al parecer dada de baja. Las primeras víctimas fueron Julio Macea Ortiz, Miguel Darío Sarmiento, Sergio David Flórez, Daniel David Meza y Cesar Segundo Márquez.
Otras víctimas fueron Wilson de Ángel Rocha y Walbert Gregorio Penenrey, asesinados mientras departían en la margen derecha; Angie Paola Castilla, ultimada por el exesposo y Emilio Enrique Morales, asesinado por asfixia. El último, Carlos Enrique Tapias, fue muerto aparentemente por ir a robar a un ciudadano en Garupal.
De igual manera en el transcurso de la ejecución de los toques de queda entre el 13 a 29 de junio solo se registró un asesinato en contraste a los cinco que ocurrieron en ese lapso de tiempo el año pasado.
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“Tenemos una disminución del 39 % en materia de homicidio, venimos en una escala de descenso de los casos que tuvimos en enero. Hoy cerramos el mes con dos hechos nada más y si uno mira las capitales del resto de la costa y país, eso es de destacar y pienso que es un trabajo no solo de la Policía sino también de las autoridades, hay que resaltarle a la misma ciudadanía porque el comportamiento es destacado”, manifestó el coronel Jesús Manuel De los Reyes, comandante del Departamento de Policía Cesar.
La Policía señaló también se redujeron las lesiones personales en un 68 % y los hurtos en las diferentes modalidades en un 80 %.
No obstante, la riñas fueron una constante en la aplicación de los decretos de toque de queda, por ejemplo en este último fin de semana se presentaron 182 riñas.
Algunas producidas por ingesta de alcohol o intolerancia en los barrios como San Martín, la Urbanización Nando Marín y Tierra Prometida, entre otros.
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Las parrandas en las viviendas también se evidenciaron en los toque de queda, ocasionando que las autoridades tuvieran que atender requerimientos por exceso de sonido.
“También encontramos situaciones en los barrios de la ciudad donde muchas personas con la ingesta de bebidas alcohólicas de manera paralela pedían ayuda humanitaria, situación que es incomprensible. El llamado a la comunidad es que si estamos en un momento de dificultad en virtud de la emergencia sanitaria y están en una preocupación porque tienen cinco hijos en casa que no saben cómo atender, porque el trabajo ha sido suspendido, entre otros aspectos, pues no tiene lógica que esté por encima del consumo de alimentos la ingesta de alcohol”, dijo Luis Galvis, secretario de Gobierno municipal.