Varios ingenieros forestales se dieron a la tarea de analizar la situación del árbol de mango de la Plaza Alfonso López, sembrado en 1936. Según técnicos, los años y el estrés al que se ha sometido pueden afectar la vida del mango.
Un grupo de arboristas liderados por el uruguayo Andrés Vernengo Caulin, miembro de la Sociedad Internacional de Arboristas, realizaron en la mañana de este viernes un análisis al sistema radicular (raíces) y al tronco del icónico árbol de mango de la plaza Alfonso López, de Valledupar, después de la preocupación presentada por diferentes ambientalistas en el foro “Hablemos del árbol” hecho por EL PILÓN el pasado jueves.
Desde las ocho de la mañana recorrieron el árbol con la tecnología Tree Radar la cual determinará el estado de sus raíces y el tronco, y al leer los resultados, los arboristas informarán si el árbol presenta daños y necesita un tratamiento.
El icónico árbol fue sembrado en 1936 por el señor Eloy Quintero Baute. Antes del árbol de mango estuvo un árbol de jobo donde los españoles llevaban a los rebeldes de la corona para ser castigados. Cuando apareció el levantamiento de los comuneros, el árbol fue derrumbado por significar la represión de la Corona española, según especificaron historiadores en Valledupar, como Ruth Ariza.
“Sabemos que este árbol tiene una importancia cultural dentro de la leyenda vallenata y toda la ciudad de Valledupar. Aquí estaba haciendo un escaneo alrededor del árbol. Una vez se determine el estado del sistema radicular se puede determinar la estabilidad mecánica que tiene el árbol”, explicó Carlos Andrade, técnico de Corpocesar.
El estudio ya se hizo en un árbol de la Fundación Universitaria del Área Andina.
En el resultado se muestran tres dimensiones de las raíces. Las marcadas con azul son las raíces debajo de 40 centímetros, las raíces verdes se encuentran entre 20 o 40 centímetros y las rojas son las raíces superficiales.
Lo indicado es la estabilidad en todos los círculos, eso es la presencia de raíces. En caso de que en una de las partes no haya raíces el árbol está en riesgo de caída.
Igualmente, se determinará si sufre daños en su tronco. Los resultados se darán a conocer entre 24 y 48 horas. “Esta tecnología se sirve de un radar que funciona con ondas electromagnéticas. Se utilizan diferentes tipos de antenas que determinan la profundidad del análisis alrededor del árbol, desde uno o hasta dos metros”, expresó Andrés Vernengo Caulin.
“Este es un árbol que ha sido intervenido cerca de tres veces para el mejoramiento de la plaza, eso lleva a un maltrato con el sistema radicular especialmente cuando haya que eliminarle las raíces principales, raíces que cumplían las funciones del anclaje para sostenerse en pie, la otra parte que sirve para la sabia elaborada y absorber el agua y nutrientes para hacer el proceso de fotosintético”, concluyó el técnico de Corpocesar.
Varios ingenieros forestales se dieron a la tarea de analizar la situación del árbol de mango de la Plaza Alfonso López, sembrado en 1936. Según técnicos, los años y el estrés al que se ha sometido pueden afectar la vida del mango.
Un grupo de arboristas liderados por el uruguayo Andrés Vernengo Caulin, miembro de la Sociedad Internacional de Arboristas, realizaron en la mañana de este viernes un análisis al sistema radicular (raíces) y al tronco del icónico árbol de mango de la plaza Alfonso López, de Valledupar, después de la preocupación presentada por diferentes ambientalistas en el foro “Hablemos del árbol” hecho por EL PILÓN el pasado jueves.
Desde las ocho de la mañana recorrieron el árbol con la tecnología Tree Radar la cual determinará el estado de sus raíces y el tronco, y al leer los resultados, los arboristas informarán si el árbol presenta daños y necesita un tratamiento.
El icónico árbol fue sembrado en 1936 por el señor Eloy Quintero Baute. Antes del árbol de mango estuvo un árbol de jobo donde los españoles llevaban a los rebeldes de la corona para ser castigados. Cuando apareció el levantamiento de los comuneros, el árbol fue derrumbado por significar la represión de la Corona española, según especificaron historiadores en Valledupar, como Ruth Ariza.
“Sabemos que este árbol tiene una importancia cultural dentro de la leyenda vallenata y toda la ciudad de Valledupar. Aquí estaba haciendo un escaneo alrededor del árbol. Una vez se determine el estado del sistema radicular se puede determinar la estabilidad mecánica que tiene el árbol”, explicó Carlos Andrade, técnico de Corpocesar.
El estudio ya se hizo en un árbol de la Fundación Universitaria del Área Andina.
En el resultado se muestran tres dimensiones de las raíces. Las marcadas con azul son las raíces debajo de 40 centímetros, las raíces verdes se encuentran entre 20 o 40 centímetros y las rojas son las raíces superficiales.
Lo indicado es la estabilidad en todos los círculos, eso es la presencia de raíces. En caso de que en una de las partes no haya raíces el árbol está en riesgo de caída.
Igualmente, se determinará si sufre daños en su tronco. Los resultados se darán a conocer entre 24 y 48 horas. “Esta tecnología se sirve de un radar que funciona con ondas electromagnéticas. Se utilizan diferentes tipos de antenas que determinan la profundidad del análisis alrededor del árbol, desde uno o hasta dos metros”, expresó Andrés Vernengo Caulin.
“Este es un árbol que ha sido intervenido cerca de tres veces para el mejoramiento de la plaza, eso lleva a un maltrato con el sistema radicular especialmente cuando haya que eliminarle las raíces principales, raíces que cumplían las funciones del anclaje para sostenerse en pie, la otra parte que sirve para la sabia elaborada y absorber el agua y nutrientes para hacer el proceso de fotosintético”, concluyó el técnico de Corpocesar.