Hace 18 años murió ‘Nicolás Elías’, como lo llamaba Diomedes Díaz, dejando su nombre enmarcado en los anales del folclor vallenato, donde aparece como el primer Rey de Reyes del acordeón en el año 1987.
Cuando Nicolás Elías Mendoza Daza creyó que su corazón tenía la edad precisa para amar tomó la determinación de hacerlo y en esa ocasión no lo demostró con notas de su acordeón, sino con un retrato para que la joven escogida tuviera su imagen a primera vista.
Ella, Fanny Lourdes Zuleta Fernández, lo recibió y lo guardó como el más grande tesoro, no sin antes decirle que sí. Esa respuesta puso de fiesta el corazón del gran ‘Colacho’ Mendoza, quien desde ese instante comenzó a edificar ese amor que llegó hasta el final de sus días, el 27 de septiembre de 2003 a las 10:45 de la mañana.
El retrato fue el verdadero pasaporte para comenzar, más feliz que nunca, su vida artística, con la cual cosechó los mejores triunfos desde su llegada a Valledupar procedente de su tierra natal, Caracolí Sabanas de Manuela, La Guajira.
Es así como dando el siguiente paso, después de dos años de amores y tener el visto bueno de los padres de su amada (Marcos Zuleta y Delfina Fernández), se casó con Fanny el 15 de agosto de 1962, hecho que motivó una canción de su inseparable amigo Rafael Escalona.
Entristecido quedó Escalona
porque Fanny se llevó a ‘Colacho’
mírenla, vestida de blanco
con su velo y su corona.
Al llegar a Valledupar, ‘Colacho’ Mendoza tuvo la mayor acogida por parte de la familia Pavajeau Molina, y poco a poco comenzó a escribir su historia musical que lo puso en el máximo pedestal cuando en 1969 se coronó como el segundo rey vallenato al lado del cajero Rodolfo Castilla y el guacharaquero Adán Montero.
En esa ocasión interpretó el paseo ‘La guacamaya verde’ (Luís ‘Pitirri’ Castrillón); el merengue ‘La Pule’ (Emiliano Zuleta Baquero); el son ‘Elvirita Armenta’ (Simón Salas) y la puya ‘Cuando el tigre está en la cueva’ (Juan Muñoz).
Dieciocho años después se coronó como el primer Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, y en esa oportunidad lo acompañaron en la caja Pablo López y en la guacharaca Virgilio Barrera. Presentó el paseo ‘La creciente del Cesar’; el merengue ‘La brasilera’; el son ‘Las vacaciones’, todos de la autoría del maestro Rafael Escalona, y la puya ‘Cuando el tigre está en la cueva’, de Juan Muñoz.
Su hazaña musical la redondeó al grabar con los cantantes vallenatos Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Iván Villazón, Silvio Brito, Alberto Fernández Mindiola, Carlos Lleras Araújo, Pedro García, Ivo Díaz, y cerró con Adalberto Ariño.
Las exaltaciones a ‘Colacho’ Mendoza como músico vinieron de todas partes: comenzando por Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona Martínez, Consuelo Araujonoguera, y terminando con Gabriel García Márquez, quien escribió: “Bastaba que ‘Colacho’ tocara un vallenato de Escalona para que fuera maravilloso, sin más pruebas que el poder de su talento y la autoridad de su voz”.
En el universo vallenato quedaron regadas por montones las notas del acordeón de este juglar que se ganó el cariño de todos, como el de su colega y amigo Emilianito Zuleta Díaz, quien le regaló una canción:
Es difícil componer una canción
y ponerle el sentimiento que uno quiere
componerla con todito el corazón
y buscarle una apropiada melodía,
por eso es que yo hago esta composición
dedicada para Nicolás Elías
que nació fue pa’ sabé tocá acordeón
y esa es la nota que emociona al alma mía.
En esas travesías del amor por los vericuetos del sentimiento llegó al hogar de ‘Colacho’ y Fanny, el 24 enero de 1964, el hijo que le seguiría los pasos en la música, Wilber Nicolás, quien se convirtió en Rey Vallenato en el año 2013, y su primer acto fue visitar la tumba de sus padres en el cementerio Jardines del Ecce Homo de Valledupar.
En medio de la emoción infinita y de rodillas sobre ese pedazo de tierra le pidió a sus compañeros de hazaña, el cajero Aníbal Alfaro Simanca y el guacharaquero Wilman Jaimes Barbosa, que lo acompañaran a dedicarle a sus viejos la canción que más les gustaba, ‘La vieja Sara’, del maestro Rafael Escalona.
“Cuando mi padre la interpretaba, mi madre lloraba. Era su canción preferida”, dijo Wilber con la nostalgia dibujada en el rostro al recordar a los dos seres que le marcaron el camino y le dieron la mayor enseñanza de vida.
Una tarde del mes de abril de 2004, cuando Fanny Zuleta volvió a retroceder el tiempo debido a que el 37° Festival de la Leyenda Vallenata se hizo en homenaje a ‘Los grandes’: Consuelo Araujonoguera, Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona Martínez y Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, sacó de un viejo baúl los recuerdos gráficos y apareció la famosa foto que tenía una dedicatoria: “Para mi inolvidable Fanny, de parte de su novio que no la olvida un instante”.
Aquella vez, como agradecimiento al periodista por dedicarse a exaltar las cosas del folclor vallenato, lo hizo depositario de ese recuerdo inolvidable.Todavía se conserva el retrato de ‘Colacho’ Mendoza, joven, lleno de vida y se le añora con su timidez, con sus detalles, con su sombrero, con sus melodiosas notas del acordeón, pero más como lo describió Fanny Zuleta, escondido en su habitación viendo en la televisión el programa ‘El chavo del 8’, que lo hacía reír a carcajadas.
Ese era ‘Colacho’ Mendoza, al que su compañero Ivo Luis Díaz, el hijo de Leandro, lo definió en una magistral canción como “el acordeonero más noble del Valle, el del sombrero fino y el acordeón en el pecho”.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
Hace 18 años murió ‘Nicolás Elías’, como lo llamaba Diomedes Díaz, dejando su nombre enmarcado en los anales del folclor vallenato, donde aparece como el primer Rey de Reyes del acordeón en el año 1987.
Cuando Nicolás Elías Mendoza Daza creyó que su corazón tenía la edad precisa para amar tomó la determinación de hacerlo y en esa ocasión no lo demostró con notas de su acordeón, sino con un retrato para que la joven escogida tuviera su imagen a primera vista.
Ella, Fanny Lourdes Zuleta Fernández, lo recibió y lo guardó como el más grande tesoro, no sin antes decirle que sí. Esa respuesta puso de fiesta el corazón del gran ‘Colacho’ Mendoza, quien desde ese instante comenzó a edificar ese amor que llegó hasta el final de sus días, el 27 de septiembre de 2003 a las 10:45 de la mañana.
El retrato fue el verdadero pasaporte para comenzar, más feliz que nunca, su vida artística, con la cual cosechó los mejores triunfos desde su llegada a Valledupar procedente de su tierra natal, Caracolí Sabanas de Manuela, La Guajira.
Es así como dando el siguiente paso, después de dos años de amores y tener el visto bueno de los padres de su amada (Marcos Zuleta y Delfina Fernández), se casó con Fanny el 15 de agosto de 1962, hecho que motivó una canción de su inseparable amigo Rafael Escalona.
Entristecido quedó Escalona
porque Fanny se llevó a ‘Colacho’
mírenla, vestida de blanco
con su velo y su corona.
Al llegar a Valledupar, ‘Colacho’ Mendoza tuvo la mayor acogida por parte de la familia Pavajeau Molina, y poco a poco comenzó a escribir su historia musical que lo puso en el máximo pedestal cuando en 1969 se coronó como el segundo rey vallenato al lado del cajero Rodolfo Castilla y el guacharaquero Adán Montero.
En esa ocasión interpretó el paseo ‘La guacamaya verde’ (Luís ‘Pitirri’ Castrillón); el merengue ‘La Pule’ (Emiliano Zuleta Baquero); el son ‘Elvirita Armenta’ (Simón Salas) y la puya ‘Cuando el tigre está en la cueva’ (Juan Muñoz).
Dieciocho años después se coronó como el primer Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, y en esa oportunidad lo acompañaron en la caja Pablo López y en la guacharaca Virgilio Barrera. Presentó el paseo ‘La creciente del Cesar’; el merengue ‘La brasilera’; el son ‘Las vacaciones’, todos de la autoría del maestro Rafael Escalona, y la puya ‘Cuando el tigre está en la cueva’, de Juan Muñoz.
Su hazaña musical la redondeó al grabar con los cantantes vallenatos Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Diomedes Díaz, Iván Villazón, Silvio Brito, Alberto Fernández Mindiola, Carlos Lleras Araújo, Pedro García, Ivo Díaz, y cerró con Adalberto Ariño.
Las exaltaciones a ‘Colacho’ Mendoza como músico vinieron de todas partes: comenzando por Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona Martínez, Consuelo Araujonoguera, y terminando con Gabriel García Márquez, quien escribió: “Bastaba que ‘Colacho’ tocara un vallenato de Escalona para que fuera maravilloso, sin más pruebas que el poder de su talento y la autoridad de su voz”.
En el universo vallenato quedaron regadas por montones las notas del acordeón de este juglar que se ganó el cariño de todos, como el de su colega y amigo Emilianito Zuleta Díaz, quien le regaló una canción:
Es difícil componer una canción
y ponerle el sentimiento que uno quiere
componerla con todito el corazón
y buscarle una apropiada melodía,
por eso es que yo hago esta composición
dedicada para Nicolás Elías
que nació fue pa’ sabé tocá acordeón
y esa es la nota que emociona al alma mía.
En esas travesías del amor por los vericuetos del sentimiento llegó al hogar de ‘Colacho’ y Fanny, el 24 enero de 1964, el hijo que le seguiría los pasos en la música, Wilber Nicolás, quien se convirtió en Rey Vallenato en el año 2013, y su primer acto fue visitar la tumba de sus padres en el cementerio Jardines del Ecce Homo de Valledupar.
En medio de la emoción infinita y de rodillas sobre ese pedazo de tierra le pidió a sus compañeros de hazaña, el cajero Aníbal Alfaro Simanca y el guacharaquero Wilman Jaimes Barbosa, que lo acompañaran a dedicarle a sus viejos la canción que más les gustaba, ‘La vieja Sara’, del maestro Rafael Escalona.
“Cuando mi padre la interpretaba, mi madre lloraba. Era su canción preferida”, dijo Wilber con la nostalgia dibujada en el rostro al recordar a los dos seres que le marcaron el camino y le dieron la mayor enseñanza de vida.
Una tarde del mes de abril de 2004, cuando Fanny Zuleta volvió a retroceder el tiempo debido a que el 37° Festival de la Leyenda Vallenata se hizo en homenaje a ‘Los grandes’: Consuelo Araujonoguera, Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona Martínez y Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, sacó de un viejo baúl los recuerdos gráficos y apareció la famosa foto que tenía una dedicatoria: “Para mi inolvidable Fanny, de parte de su novio que no la olvida un instante”.
Aquella vez, como agradecimiento al periodista por dedicarse a exaltar las cosas del folclor vallenato, lo hizo depositario de ese recuerdo inolvidable.Todavía se conserva el retrato de ‘Colacho’ Mendoza, joven, lleno de vida y se le añora con su timidez, con sus detalles, con su sombrero, con sus melodiosas notas del acordeón, pero más como lo describió Fanny Zuleta, escondido en su habitación viendo en la televisión el programa ‘El chavo del 8’, que lo hacía reír a carcajadas.
Ese era ‘Colacho’ Mendoza, al que su compañero Ivo Luis Díaz, el hijo de Leandro, lo definió en una magistral canción como “el acordeonero más noble del Valle, el del sombrero fino y el acordeón en el pecho”.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv