Acaba de finalizar la Feria del Libro de Bogotá, en su edición número 37º. Sin temor a equívocos se puede afirmar que es el evento cultural más importante del país. Cada año se crece más en espacio, en días y en el número y significación de eventos culturales en torno al libro y la industria editorial. El país invitado fue España; y el otro tema fue el cuerpo como vehículo de expresión.
La FilBo convoca, año tras año, a miles de personas, familias y grupos escolares que –de alguna u otra manera- forman buena parte del grueso de los lectores de la Bogotá. Este es un hecho muy positivo. Se estima que más de 570 mil personas visitaron la Feria, cerca del 10 por ciento eran estudiantes. La FilBo convoca a toda la industria editorial de Colombia, que es líder entre los países del antiguo Pacto Andino y centro américa. Ya sabemos de la magnitud de ferias similares en Brasil, Argentina y México.
Como datos curiosos podemos afirmar que el escritor estrella fue Javier Cercas, autor español y ateo, que publicó “El loco de Dios en el fin del mundo”, sobre la parte final de la vida y sobre el legado del papa Francisco. Otra “estrella” fue el escritor colombiano, el novelista Mario Mendoza, un autor muy valorado por los lectores jóvenes. Y el libro: “¿Cómo mandar a la mierda a la gente de manera educada?” de Alba Cardalda, fueron las obras más vendidas en esta FilBo, según informaron sus organizadores.
Entre los autores internacionales que pasaron por los pabellones estuvieron Javier Cercas, Rosa Montero, Julia Navarro, Elvira Sastre y Alba Cardalda. De los colombianos, Laura Restrepo, Mario Mendoza, Héctor Abad Faciolince, Pilar Quintana y Piedad Bonett, presentaron sus últimas obras.
Un hecho positivo fue la vinculación de cientos de colegios con la Feria. Estas visitas de los estudiantes guiados por sus profesores y profesoras, estimula la lectura y ayuda, de una u otra manera, a formar más y mejores lectores. En la actualidad, una de las fallas en nuestro sistema educativo es la poca lectura y la baja comprensión lectora, estimular los niños y jóvenes a ir a la Feria puede ayudar a cambiar esa triste realidad. Interesante el pabellón de las editoriales de las universidades del país. Tanto las públicas como las privadas están publicando cada día más y esta es una buena señal de nuestro sistema de educación superior. El mundo universitario requiere más y mejores lectores, como soporte de su formación profesional y laboral.
Corolario: la FilBo 2025 ratifica lo que tanto hemos afirmado acá, a pesar de las nuevas tecnologías y el mundo digital, ese viejo amigo, el libro, seguirá vigente. Lunares de la Feria: faltan más promociones. Pocas editoriales y librerías hacen un esfuerzo económico que contribuya a mejorar el acceso al libro. No obstante, esta no es excusa para no leer, cada vez crece el mercado de los libros usados y está, igualmente, la opción de las bibliotecas. Muchas lecciones se pueden sacar de la experiencia de las ferias del libro de Bogotá. En buena hora, la Feria del Libro de Valledupar, liderada y patrocinada por el diario EL PILÓN. Mucha suerte a los organizadores de la Feria del libro de nuestra ciudad.
Por: Carlos A. Maestre Maya.
Docente universitario












