Por muchos años la banda marcial musical del colegio Nacional Loperena, Roberto Campis, fue catalogada como la mejor de Valledupar, la misma que gracias al esfuerzo y el empeño de su director Alfredo López Moreu cosecho grandes triunfos, pero hoy ha desaparecido.

Reconociendo la gran labor del profesor López Moreu, los ex integrantes de dicha banda musical se reunieron para rendirle un merecido homenaje al docente, quien dijo sentirse complacido con el reconocimiento.

El profesional de la educación agregó “es una sorpresa que no tengo palabra de como manifestarme”.

Al observar el archivo de los videos y fotografías que fueron exhibidas en el acto aseguró que recordó la trayectoria que recorrió en su vida para fortalecer con su experiencia a la banda Roberto Campis, iniciando como bastonero mayor en el colegio La Divina Pastora a la edad  de 12 años.

Cosechando éxitos

En medio de la alegría y las lágrimas sentidas por el profesor Alfredo López,  manifestó que entre las victorias que obtuvo junto con la banda musical recuerda las conseguidas en los municipios de Aguachica, Riohacha, Santa Marta, Barranquilla, Sabana Larga (Atlántico) Cartagena y Manizales, Barbosa (Santander), San Cristoval Venezuela entre otros.

El empeño de este director fue tan exitoso que obtuvo logros a nivel internacional, como el adquirido en Manizales  – , donde ocuparon el primer  puesto  que les permitió ser escogidos para representar a Colombia en Brasil.

Creyeron en un nuevo proyecto

La banda musical del colegio Nacional Loperena nació 20 de julio de 1977, cuando su director Alfredo Moreu y el profesor Roberto Campis se propusieron crearla, pero no para que fuera cualquier banda, sino para que fuera la mejor de todas, fue entonces cuando con pocos instrumento y en sólo 20 días entregaron un excelente resultado.

Desde esa fecha hasta el año 2006 esta Banda fue considerada como la mejor de la ciudad, la misma que hasta el momento luego de su desaparición nadie ha logrado superar.

Lo que apago la música de un gran esfuerzo

Los triunfos de la Banda fueron lejos, incluso fue escogida para representar a Colombia en Brasil, un hecho que muchos consideraron como un gran logro, sin darse cuenta que era el inicio del ocaso de muchos años de esfuerzo y dedicación.

Según el profesor Alfredo López, luego de conocer la noticia de la invitación a Brasil, esté y su equipo de trabajo lograron conseguir 120 pasaportes para llevar a sus integrantes, pero a pesar de este esfuerzo el rector de ese entonces, Oscar Ortega Bolívar, se negó al permiso para el viaje.

Esta decisión no sólo causo tristeza entre los estudiantes y su director, sino que dejó una deuda de más de 8 millones de pesos, ya que luego que el Alcalde de Valledupar de la época entregará el dinero al rector de la Institución, manifestando esté último que quien tomaba las decisiones era él como cabeza del colegio y no el director de la Banda, además aseguró que la Banda no estaba preparada para dicho evento.

Lo que fue un cultivo de éxitos pasó a convertirse en un enfrentamiento entre el rector y el profesor López Moreu, desencadenando en el traslado del docente a otra institución, según el exdirector manifiesta “por qué el Rector aseguraba que yo ya no servía en la institución”, traslado que le costó la vida a la Banda.

Tras la salida de López del Loperena, quedó al frente de la Banda el profesor Pedro Becerra, quien a los dos años renunció.

Los instrumentos musicales de la Banda entonaron sus últimas notas en enero de 2006, luego de esta fecha el salón donde reposaban los elementos que sonaron por más de 30 años y que dejaron en alto el nombre del colegio, fueron custodiados por un grande candado que le puso fin a una larga carrera.

Actualmente el profesor Alfredo López manifiesta que todo este tiempo no ha habido en Valledupar una Banda igual, pero reconoce el gran trabajo de Alfredo Arraus, quien dirige la Banda marcial del INSTPECAM, que hasta el momento puede llegar a igualar la del Loperena.

Los sueños del que fue Director de la Banda musical Roberto Campis no se quedarán ahí, pues el hijo López Moreu, quien lo acompaño por 20 años, se ha empeñado en formar una fundación que reviva las notas de la que un día fue la mejor banda de la ciudad.