La pandemia ocasionada por el covid-19 golpeó con alevosía la industria musical y esta sería también una de las últimas en salir de esta situación. El cierre y cancelación de conciertos, giras y festivales, así como la repercusión de las medidas de confinamiento, han bloqueado las principales vías de ingresos de músicos y artistas, compañías independientes, profesionales y técnicos que trabajan con ellos.

En un tiempo dominado por una pandemia que redujo a cero los espectáculos en vivo, los compositores, intérpretes y representantes de la música manifiestan la necesidad de reinventarse, buscando otras alternativas para solventar los daños económicos ocasionados por el coronavirus, aseguran incluso realizar serenatas y conciertos virtuales a muy bajo costo como una manera de seguir generando ingresos.

“El gremio de la música en general ha sido uno de los más perjudicados porque nosotros vivimos del aplauso de la gente, del consumo de las entradas y de las fiestas privadas e institucionales. Luego, al prohibirse las fiestas numerosas por la pandemia, nuestras economías decayeron”, afirmó Adolfo Maestre, compositor vallenato, agregando: “El músico es un ser libre y necesita estar en contacto con la gente, con los viajes, con los conciertos”.

Adicional a esto, suman la crisis económica que viven las entidades que tienen por objeto recaudar para sus afiliados los recursos de la fijación de las obras correspondiente a los autores y compositores asociados a Sayco y de la reproducción en la modalidad de almacenamiento digital de los productores fonográficos, del artista, intérprete y ejecutante, incluidos en videos, videogramas o videoclip, de los miembros afiliados a Acinpro.

“Los entes que nos agrupan, como Sayco y Acinpro, han bajado el nivel de envío del dinero semestral y trimestral. Estos distribuyen el dinero según las veces que haya sonado el producto”, expresó Rodolfo Maestre, quien sugiere se les debería otorgar una ayuda estatal.

LA PARÁLISIS DE LA MÚSICA EN VIVO

El golpe fue a nivel mundial. En cuestión de semanas, la industria de conciertos presenciales prácticamente se paralizó. “Nosotros hemos tenido que hacer unos conciertos y serenatas virtuales pequeños… con las uñas” dijo Alfredo Gutiérrez, cantautor vallenato.

“Hacer un concierto virtual cuesta. Traer las cámaras, todo el equipo, los protocolos de bioseguridad, el transporte de los músicos que viven en otros lugares, camarógrafos, grabadoras”, agregó.

Gutiérrez por medio de sus redes sociales ha manifestado su queja con los entes encargados por la falta de apoyo a los conciertos virtuales que realizan los músicos. “Para mí y mi grupo el tema de la pandemia ha sido difícil; tenemos un año sin trabajar y el gobierno a la música no le dado ningún tipo de apoyo. Confío plenamente en Dios y vamos de su mano; se les quiere”.

Los interpretes vallenatos aseguran que además de las presentaciones virtuales han ofrecidos sus servicios como correctores de texto, comercializan souvenirs, artículos que sirven como recuerdo de la visita a algún lugar determinado, de su propia marca como es el caso de Alfredo Gutiérrez.

KETTY GUTIÉRREZ/EL PILÓN
[email protected]