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Publirreportaje - 4 febrero, 2019

Alerta por caso de Meningitis en Valledupar

En la Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela recibimos en días pasados a una adolescente de 15 años de edad en estado de embarazo. La paciente ingresó con un cuadro clínico que se caracterizó inicialmente por fiebre alta y dolor torácico con un antecedente de enfermedad respiratoria, instaurándose el manejo inicial según las guías de […]

En la Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela recibimos en días pasados a una adolescente de 15 años de edad en estado de embarazo. La paciente ingresó con un cuadro clínico que se caracterizó inicialmente por fiebre alta y dolor torácico con un antecedente de enfermedad respiratoria, instaurándose el manejo inicial según las guías de manejo y realizando los exámenes generales-especializados que facilitarían la detección del posible foco infeccioso; no obstante, a pesar de la atención oportuna brindada por parte del cuerpo médico se presentó agudización súbita de su estado que en menos de 12 horas conllevó al fallecimiento del binomio madre-hijo.
El caso es lamentable, pese a que se proporcionaron los recursos humanos, físicos y tecnológicos necesarios para vigilar el bienestar materno-fetal y actuar en el momento oportuno, tal como se procedió, no se obtuvo una evolución satisfactoria. Ante esto, solo quedaba esperar el tiempo requerido para obtener el resultado de algunos de los exámenes practicados. Estos resultados consistían en cultivos microbiológicos tomados en sangre y en los que se identificó la presencia de Neisseria Meningitidis, bacteria que produce el cuadro infeccioso de Meningitis.
La especialista en infectología, doctora Laura Mendoza Rosado, amplía la información, detallando que la enfermedad meningocócica es una de las infecciones más devastadoras que puede ocurrir; es ocasionada por una bacteria llamada Neisseria meningitidis (meningococo) y su principal manifestación es la meningitis, haciendo referencia a una inflamación de una de las capas que recubre el cerebro, las meninges.
Esta patología afecta sobre todo a personas previamente sanas –principalmente niños, adolescentes y personas que viven bajo condiciones de hacinamiento- teniendo la particularidad de que la enfermedad progresa tan rápido, que en cuestión de horas la persona puede morir. La mortalidad puede ser muy alta y las secuelas a largo plazo pueden ser graves, incluso en casos con tratamiento precoz. Esta bacteria se transmite de persona a persona por vía respiratoria, mediante gotas que se expulsan al toser o estornudar, cuanto más estrecho y más prolongado sea el contacto con una persona infectada, más fácil es el contagio, siendo el periodo de incubación de aproximadamente 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.*
Por lo general el diagnóstico es difícil, confirmándose una vez la bacteria crece en los cultivos de la sangre o del líquido cefalorraquídeo. Las manifestaciones clínicas son muy variables y por no ser una enfermedad tan frecuente, se requiere de un alto índice de sospecha, aunándole que los síntomas clásicos sólo aparecen en estadios avanzados de la enfermedad.
Al inicio los síntomas son similares a una infección viral. Las personas pueden presentar fiebre, náuseas (ganas de vomitar), vómitos, tos y fatiga en las primeras 4 a 6 horas. Luego, a la persona afectada le aparecen unas lesiones en la piel como pequeñas manchas rojizas (petequias), les duele la cabeza (cefalea), no pueden mover el cuello (rigidez de nuca), la luz les molesta en los ojos (fotosensibilidad), está muy dormido o irritable; la enfermedad continúa progresando, el corazón empieza a fallar, la persona entra en estado de coma y puede llegar a morir en las primeras 24 horas.
La manera más eficaz de proteger a la familia contra ciertos tipos de meningitis bacteriana es la vacunación. Sin embargo, existen ciertas vacunas no incluidas en el Plan Ampliado de Inmunizaciones de nuestro país, por lo que se aconseja consultar al médico para obtener una asesoría adecuada. También puede ser útil mantener hábitos saludables, como una alimentación balanceada, realizar actividad física, no fumar y evitar el humo del cigarrillo, descansar lo suficiente, no estar en contacto cercano con personas que estén enfermas y evitar el hacinamiento.

La ciudad de Valledupar ya ha tenido antecedentes de brotes de meningitis, destacando que en la Clínica Santa Isabel LD, sede de la institución, se han tratado brotes de la enfermedad bajo la vigilancia de los entes de control como Secretaria de Salud Departamental y Local, quienes son los encargados de desplegar acciones para hacer seguimiento epidemiológico de los casos y actuar para prevenir su propagación.
Como institución socialmente responsable y comprometida con la prevención de este tipo de enfermedades que afectan la salud pública, nos interesa aclarar temas en salud explicando su curso clínico, los signos de alarma por los cuales se debe consultar inmediatamente a una institución de salud y los mecanismos para prevenir su aparición, contribuyendo así a la promoción de cuidados en la salud que impacten positivamente en la disminución de los índices de morbimortalidad de la población.

Fuente: Organización Mundial de la Salud e Instituto Nacional de Salud

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4 febrero, 2019

Alerta por caso de Meningitis en Valledupar

En la Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela recibimos en días pasados a una adolescente de 15 años de edad en estado de embarazo. La paciente ingresó con un cuadro clínico que se caracterizó inicialmente por fiebre alta y dolor torácico con un antecedente de enfermedad respiratoria, instaurándose el manejo inicial según las guías de […]


En la Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela recibimos en días pasados a una adolescente de 15 años de edad en estado de embarazo. La paciente ingresó con un cuadro clínico que se caracterizó inicialmente por fiebre alta y dolor torácico con un antecedente de enfermedad respiratoria, instaurándose el manejo inicial según las guías de manejo y realizando los exámenes generales-especializados que facilitarían la detección del posible foco infeccioso; no obstante, a pesar de la atención oportuna brindada por parte del cuerpo médico se presentó agudización súbita de su estado que en menos de 12 horas conllevó al fallecimiento del binomio madre-hijo.
El caso es lamentable, pese a que se proporcionaron los recursos humanos, físicos y tecnológicos necesarios para vigilar el bienestar materno-fetal y actuar en el momento oportuno, tal como se procedió, no se obtuvo una evolución satisfactoria. Ante esto, solo quedaba esperar el tiempo requerido para obtener el resultado de algunos de los exámenes practicados. Estos resultados consistían en cultivos microbiológicos tomados en sangre y en los que se identificó la presencia de Neisseria Meningitidis, bacteria que produce el cuadro infeccioso de Meningitis.
La especialista en infectología, doctora Laura Mendoza Rosado, amplía la información, detallando que la enfermedad meningocócica es una de las infecciones más devastadoras que puede ocurrir; es ocasionada por una bacteria llamada Neisseria meningitidis (meningococo) y su principal manifestación es la meningitis, haciendo referencia a una inflamación de una de las capas que recubre el cerebro, las meninges.
Esta patología afecta sobre todo a personas previamente sanas –principalmente niños, adolescentes y personas que viven bajo condiciones de hacinamiento- teniendo la particularidad de que la enfermedad progresa tan rápido, que en cuestión de horas la persona puede morir. La mortalidad puede ser muy alta y las secuelas a largo plazo pueden ser graves, incluso en casos con tratamiento precoz. Esta bacteria se transmite de persona a persona por vía respiratoria, mediante gotas que se expulsan al toser o estornudar, cuanto más estrecho y más prolongado sea el contacto con una persona infectada, más fácil es el contagio, siendo el periodo de incubación de aproximadamente 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.*
Por lo general el diagnóstico es difícil, confirmándose una vez la bacteria crece en los cultivos de la sangre o del líquido cefalorraquídeo. Las manifestaciones clínicas son muy variables y por no ser una enfermedad tan frecuente, se requiere de un alto índice de sospecha, aunándole que los síntomas clásicos sólo aparecen en estadios avanzados de la enfermedad.
Al inicio los síntomas son similares a una infección viral. Las personas pueden presentar fiebre, náuseas (ganas de vomitar), vómitos, tos y fatiga en las primeras 4 a 6 horas. Luego, a la persona afectada le aparecen unas lesiones en la piel como pequeñas manchas rojizas (petequias), les duele la cabeza (cefalea), no pueden mover el cuello (rigidez de nuca), la luz les molesta en los ojos (fotosensibilidad), está muy dormido o irritable; la enfermedad continúa progresando, el corazón empieza a fallar, la persona entra en estado de coma y puede llegar a morir en las primeras 24 horas.
La manera más eficaz de proteger a la familia contra ciertos tipos de meningitis bacteriana es la vacunación. Sin embargo, existen ciertas vacunas no incluidas en el Plan Ampliado de Inmunizaciones de nuestro país, por lo que se aconseja consultar al médico para obtener una asesoría adecuada. También puede ser útil mantener hábitos saludables, como una alimentación balanceada, realizar actividad física, no fumar y evitar el humo del cigarrillo, descansar lo suficiente, no estar en contacto cercano con personas que estén enfermas y evitar el hacinamiento.

La ciudad de Valledupar ya ha tenido antecedentes de brotes de meningitis, destacando que en la Clínica Santa Isabel LD, sede de la institución, se han tratado brotes de la enfermedad bajo la vigilancia de los entes de control como Secretaria de Salud Departamental y Local, quienes son los encargados de desplegar acciones para hacer seguimiento epidemiológico de los casos y actuar para prevenir su propagación.
Como institución socialmente responsable y comprometida con la prevención de este tipo de enfermedades que afectan la salud pública, nos interesa aclarar temas en salud explicando su curso clínico, los signos de alarma por los cuales se debe consultar inmediatamente a una institución de salud y los mecanismos para prevenir su aparición, contribuyendo así a la promoción de cuidados en la salud que impacten positivamente en la disminución de los índices de morbimortalidad de la población.

Fuente: Organización Mundial de la Salud e Instituto Nacional de Salud