Por lo menos 45 muertos y más de 150 personas heridas dejaron una estampida humana, en medio de una celebración religiosa en el norte de Israel, específicamente en Lag Baomer en el Monte Merón de Galilea, al norte de Israel.

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El suceso, uno de los más trágicos de la historia reciente del país, ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes 30 de abril.

Alrededor de 100.000 creyentes, donde la mayoría eran ultraortodoxos, se habrían congregado en dicho monte para celebrar la fiesta (el mayor evento desde la llegada del coronavirus al país) marcada por cantos, bailes y hogueras, que en la madrugada del viernes terminó en una avalancha humana que acabó con la vida de más de 40 personas al ser aplastadas tras quedar atrapadas en el estrecho recinto.

Durante toda la noche los servicios médicos, soldados del ejército y cuerpos policiales estuvieron atendiendo y evacuando heridos a hospitales, además de gestionar la caótica situación de emergencia por la gran cantidad de personas concentradas.

Por otro lado, un gran número de ambulancias y helicópteros se trasladaron al lugar de los hechos para llevar a los heridos a distintos centros médicos al norte y centro de Israel. Más de veinte de ellos permanecen en estado crítico y las víctimas mortales podrían aumentar.

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En las últimas horas, el Ministerio de Transporte envió cientos de autobuses y trenes para que los creyentes que aún se encuentren en la zona puedan regresar a casa. Según el medio digital Times of Israel, muchos hombres, mujeres y niños seguían en el Monte Merón, sin alguna indicación clara sobre cuál transporte elegir.