El rebosamiento de una alcantarilla en el barrio San Joaquín, de la capital del Cesar, generó afectación ambiental por fétidos olores y lentitud en la movilidad vehicular de la carrera 14, entre las calles 13 y 16, perturbando a residentes del sector del Obrero, así como a empleados y usuarios de las diferentes entidades ubicadas en la zona céntrica, como el Palacio de Justicia, la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez y la Gobernación del Cesar.

El vertimiento de aguas residuales se produjo la mañana de ayer, por lo que varios empleados trataron de transitar con precaución por el sector para evitar ser salpicados por el líquido residual.

El jefe del Departamento Técnico y Operario de la empresa Emdupar, Álvaro Yaguna, aseguró que luego de conocer el reporte hecho por la comunidad, operarios de la entidad de servicios públicos llegaron hasta el sector a intervenir la alcantarilla.

“Se presentó un taponamiento de la tubería y se procedió a intervenirla a eso de las 9:30”, dijo el ingeniero ambiental.

Consecuencia de la falta de cultura

Los desbordamientos de alcantarillas en Valledupar se presentan a cada momento. Según el ingeniero Yaguna es “algo normal”, sobre todo en época invernal donde realizan alrededor de 20 intervenciones por día, mientras que en época seca los vertimientos se reducen a un 50 %.

El funcionario aclaró que a la población vallenata le hace falta concientizarse sobre el daño ecológico que hace arrojar desechos en las alcantarillas que dan como resultado el taponamiento y por ende el desbordamiento de las mismas, situación que genera afectaciones al medio ambiente y a la salud de los habitantes.

“Se busca que la gente se concientice y asuma su responsabilidad como ciudadano, porque en últimas la comunidad es la afectada”, concluyó.

Emdupar recordó que para una mejor intervención de la alcantarillas es necesario el reporte de la ciudadanía a la línea institucional 116.

Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
[email protected]