Hace poco menos de un año lo habíamos advertido por estas mismas líneas y eso se veía venir. La empresa Afinia no está dispuesta a seguir prestando el servicio de suministro de energía eléctrica en el departamento del Cesar y en consecuencia la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, está a punto de definir a la firma Atenea S.A.S. E.S.P. como la operadora que entraría a reemplazarla en este departamento y en otros de la región Caribe.
El tema va avanzado. En el Auto 0000515 de 2025, firmado por el experto comisionado William Abel Mercado Redondo, la CREG determinó que Afinia siga operando en Córdoba y Bolívar, donde el promedio de pago de facturación es mayor y que Atenea opere el departamento del Cesar, “donde solo se puede facturar 61 pesos por cada 100 pesos de energía entregada, debido a que los 39 pesos son en conexiones ilegales y de cada 100 pesos facturados, solo se recauda unos 70 pesos. Por lo que se estima que en el Cesar casi el 50 % de la operación es a pérdida”, señalan informes que se conocen de la entidad.
Preocupa que el Cesar siga siendo el punto más crítico del Caribe colombiano en materia de suministro de energía eléctrica, este territorio es considerado como el mercado con mayor difícil gestión de recaudo y no se entiende por qué estamos por debajo de otros departamentos como Córdoba y Bolívar, si se supone que acá tenemos mejores condiciones estructurales como producto de las grandes inversiones que se hacen con los recursos provenientes de las regalías del carbón. ¿Qué explicación da la Gobernación del Cesar y los municipios? ¿Nuestra dirigencia?
En su momento, el exgerente de Afinia, Javier
Lastra, aseguró que el Cesar tiene el mayor número de hogares en condiciones subnormales con respecto a los demás departamentos del Caribe, con pérdidas, dijo, por encima del 46 %, con un pobre nivel de recaudo que no supera el 65 %. Eso lleva a concluir que la nueva empresa, bien sea Atenea o la que llegue, le será muy difícil superar el problema que obligó a desistir al actual operador energético.
Todo indica que el cambio a solas de operador del servicio de suministro de energía eléctrica no es la solución a los problemas que en ese sentido se presentan en Valledupar y el Cesar. Otra conclusión adicional es que, en las actuales condiciones de nuestro territorio, sea cual fuere la empresa encargada de llevar energía eléctrica a los hogares, nuestra gente seguirá bajo el yugo de las altas tarifas y enfrentando las deficiencias e irregularidades que a diario se registran.
Bajo esas circunstancias, ¿la empresa Atenea sí querrá hacerse cargo de una zona donde la mitad de la energía suministrada no se factura o no se cobra? ¿Qué incentivos tendrá un nuevo operador para invertir en redes, calidad del servicio o programas comunitarios, si no hay garantías mínimas de sostenibilidad financiera?
Se vuelve al círculo vicioso que siempre se advierte y es que le corresponde al Estado intervenir de manera decidida para hacer que las comunidades recobren la confianza en las empresas prestadoras y estas se vuelvan viable. Recuperar esa confianza es parte de la solución.
Lo que se espera es que la eventual llegada de la empresa Atenea no sea solamente una transición administrativa y que realmente pueda superar la prueba de fuego a la que se verá sometida, la cual exige mucho más que buena voluntad o eficiencia empresarial, por ello deben evitarse los errores del pasado y no delegar toda la carga en una sola empresa, además de no olvidar el papel que deben jugar todos los estamentos para lograr la transformación real del servicio.
Atenea, que, entendemos, en esa separación operativa, seguirá siendo propiedad de EPM, ¿obtendrá un apoyo especial? ¿Participará con aportes de capital la Gobernación del Cesar, que ha tenido interés en meterse en el negocio de la energía? La gobernadora tendrá mucho qué decirnos.











