A raíz de la marcha que este martes 8 de octubre realizarán en Bogotá los gremios gallísticos del país, bien vale la pena revisar las cifras que mueve esta actividad en Valledupar y el departamento del Cesar, las cuales son bastantes significativas.
A raíz de la marcha que este martes 8 de octubre realizarán en Bogotá los gremios gallísticos del país, bien vale la pena revisar las cifras que mueve esta actividad en Valledupar y el departamento del Cesar, las cuales son bastantes significativas.
El informe entregado por la Federación Nacional de Gallística Colombiana, Fenagacol, señala que la actividad gallística de Valledupar y el cesar generan más de 5 mil empleos entre directos e indirectos y mueven la economía anualmente por compras de comidas para las aves, salarios, prestaciones sociales, pagos por prestación de servicios, mantenimientos, medicamentos, servicios públicos, impuestos y demás, en un valor total de $ 2.782 millones al año.
En el Cesar existen cerca de 70 gallerías, 100 galleras, 15 mil galleros aficionados, 60 mil personas al frente del proceso y unos 10.500 gallos finos en lo que corresponde al año 2024.
Según los galleros, de manera mensual estos gallos demandan un consumo de maíz de 21 mil libras, equivalente a 420 bultos de ese producto que implica un gasto en dinero de $42 millones mensuales, para un total de $504 millones al año, sumándole a esto otros granos y legumbres se tiene entonces que el monto se eleva a $630 millones.
El Cesar tiene en promedio cuatro galleras por municipio y en estas se concentran unos 150 galleros y cuatro personas por cada una de ellas para su respectivo funcionamiento.
Las galleras más representativas del Cesar son: Coliseo Miguel Yaneth, de Valledupar; Canadá, de La Paz; La 44, de Valledupar; La Formulita, de La Loma; La Antilla, de Agustín Codazzi; y Los Muegues, del corregimiento de Patillal.
Entre las gallerías o cuerdas más importantes están: ‘Checho’ Castro, Cali Castro, ‘Guere Guere’, ‘Los Corzo’, doctor Egurrola, doctor Fuentes, Los Gómez, Los Venados, ‘Tigre Mono Valledupar’, La Pradera, Río Seco, ‘Los Irlandeses’, Potrerito, ‘El Clan’, ‘Siempre Tengo’, doctor Serpa, Miro Molina, ‘Mono’ González, Hermanos Ortiz, Cárdenas, La Unión Ustaris, José Sierra, Cicerón Maestre, ‘Los Chili’, Los Caballeros, Los Canales, Los Ramos, JK Mangual, Las Palmas, ‘Los Compadres’, Campo Adela, ‘Los Chivi’, y Los Muegues, entre otras.
En cuanto a nombres de galleros tradicionales se deben mencionar a ‘Checho’ Castro e hijos y nietos, Darío Pavejeau, Salvador Palacio, Epimenio Guevara, ‘El Negro’ Morón, ‘Chema’ Castro, Cali Castro, Emilio Vence, ‘Papito’ Mazziri Álvaro Orozco y los mellos Orozco, Jesús Bonett, Raúl Quintero, ‘Tico’ Aroca, ‘Yito’ Céspedes, Winston Muegues e hijos, Jesús Gutiérrez, ‘Pellito’ Daza, Eduardo Cabello e hijo, Juvenal Paz, Diomedes Daza, Aldo Molina, Miro Molina, doctor Navarro, Aquiles Aroca, ‘Chegue’ Aroca e hijo y muchos otros.
Tenemos entonces que la actividad gallística en el departamento del Cesar, además de ser una tradición cultural profundamente arraigada, genera cifras económicas importantes que merecen ser analizadas en su verdadero contexto. Aunque las peleas de gallos son vistas por algunos sectores como una actividad controvertida, la realidad es que mueven una cadena económica considerable que involucra múltiples actores: criadores, entrenadores, veterinarios, cuidadores, comerciantes de insumos, propietarios de galleras y hasta la industria del turismo, entre otros.
Por todo ello recobra importancia la marcha en Bogotá y las incidencias en Valledupar y el Cesar del proyecto de Ley 122 de 2023, el cual busca establecer una regulación a la actividad gallística y está en espera de que se inicie su estudio y discusión en la Cámara de Representantes.
A raíz de la marcha que este martes 8 de octubre realizarán en Bogotá los gremios gallísticos del país, bien vale la pena revisar las cifras que mueve esta actividad en Valledupar y el departamento del Cesar, las cuales son bastantes significativas.
A raíz de la marcha que este martes 8 de octubre realizarán en Bogotá los gremios gallísticos del país, bien vale la pena revisar las cifras que mueve esta actividad en Valledupar y el departamento del Cesar, las cuales son bastantes significativas.
El informe entregado por la Federación Nacional de Gallística Colombiana, Fenagacol, señala que la actividad gallística de Valledupar y el cesar generan más de 5 mil empleos entre directos e indirectos y mueven la economía anualmente por compras de comidas para las aves, salarios, prestaciones sociales, pagos por prestación de servicios, mantenimientos, medicamentos, servicios públicos, impuestos y demás, en un valor total de $ 2.782 millones al año.
En el Cesar existen cerca de 70 gallerías, 100 galleras, 15 mil galleros aficionados, 60 mil personas al frente del proceso y unos 10.500 gallos finos en lo que corresponde al año 2024.
Según los galleros, de manera mensual estos gallos demandan un consumo de maíz de 21 mil libras, equivalente a 420 bultos de ese producto que implica un gasto en dinero de $42 millones mensuales, para un total de $504 millones al año, sumándole a esto otros granos y legumbres se tiene entonces que el monto se eleva a $630 millones.
El Cesar tiene en promedio cuatro galleras por municipio y en estas se concentran unos 150 galleros y cuatro personas por cada una de ellas para su respectivo funcionamiento.
Las galleras más representativas del Cesar son: Coliseo Miguel Yaneth, de Valledupar; Canadá, de La Paz; La 44, de Valledupar; La Formulita, de La Loma; La Antilla, de Agustín Codazzi; y Los Muegues, del corregimiento de Patillal.
Entre las gallerías o cuerdas más importantes están: ‘Checho’ Castro, Cali Castro, ‘Guere Guere’, ‘Los Corzo’, doctor Egurrola, doctor Fuentes, Los Gómez, Los Venados, ‘Tigre Mono Valledupar’, La Pradera, Río Seco, ‘Los Irlandeses’, Potrerito, ‘El Clan’, ‘Siempre Tengo’, doctor Serpa, Miro Molina, ‘Mono’ González, Hermanos Ortiz, Cárdenas, La Unión Ustaris, José Sierra, Cicerón Maestre, ‘Los Chili’, Los Caballeros, Los Canales, Los Ramos, JK Mangual, Las Palmas, ‘Los Compadres’, Campo Adela, ‘Los Chivi’, y Los Muegues, entre otras.
En cuanto a nombres de galleros tradicionales se deben mencionar a ‘Checho’ Castro e hijos y nietos, Darío Pavejeau, Salvador Palacio, Epimenio Guevara, ‘El Negro’ Morón, ‘Chema’ Castro, Cali Castro, Emilio Vence, ‘Papito’ Mazziri Álvaro Orozco y los mellos Orozco, Jesús Bonett, Raúl Quintero, ‘Tico’ Aroca, ‘Yito’ Céspedes, Winston Muegues e hijos, Jesús Gutiérrez, ‘Pellito’ Daza, Eduardo Cabello e hijo, Juvenal Paz, Diomedes Daza, Aldo Molina, Miro Molina, doctor Navarro, Aquiles Aroca, ‘Chegue’ Aroca e hijo y muchos otros.
Tenemos entonces que la actividad gallística en el departamento del Cesar, además de ser una tradición cultural profundamente arraigada, genera cifras económicas importantes que merecen ser analizadas en su verdadero contexto. Aunque las peleas de gallos son vistas por algunos sectores como una actividad controvertida, la realidad es que mueven una cadena económica considerable que involucra múltiples actores: criadores, entrenadores, veterinarios, cuidadores, comerciantes de insumos, propietarios de galleras y hasta la industria del turismo, entre otros.
Por todo ello recobra importancia la marcha en Bogotá y las incidencias en Valledupar y el Cesar del proyecto de Ley 122 de 2023, el cual busca establecer una regulación a la actividad gallística y está en espera de que se inicie su estudio y discusión en la Cámara de Representantes.