La reciente sequía que se vive en el Cesar está afectando a los productores, aunque en el departamento no radica el estado de alerta roja para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM. Según explicó el Presidente del Comité Agropecuario del Cesar, José DagobertoPoveda, la temporada seca deja, a diario, pérdidas por más […]
La reciente sequía que se vive en el Cesar está afectando a los productores, aunque en el departamento no radica el estado de alerta roja para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM.
Según explicó el Presidente del Comité Agropecuario del Cesar, José DagobertoPoveda, la temporada seca deja, a diario, pérdidas por más de 400 millones de pesos para los empresarios de leche.
“Esta sequía se está pareciendo a la que se vivió con el fenómeno del Niño y las pérdidas son graves; no estamos dimensionando las cosas. La producción de leche es de un millón 200 mil litros diarios, pero ahora solo se produce la mitad, o sea 600.000 litros”, dijo Poveda.
Para el secretario de Agricultura, Wilson Solano, el comienzo del mes de abril es la época “más crítica” del verano. “Lo que sucedió la semana anterior en Casanare (muerte de más 6.000 chigüiros) prende las alarmas”.
Para el funcionario, como todos los años, en marzo es más fuerte el verano, y es cuando los animales bovinos decaen en cuanto a condición corporal y producción, por lo que invitó a los productores para que se preparen en las épocas de lluvias, con métodos de conservación de forrajes, como lo son: ensilajes, henificación y, de esta manera, tener una fuente de alimento en las épocas de verano.
Para soportar el verano, en todo el país, la Federación Nacional de Ganaderos ha venido promoviendo la planeación forrajera, la cual es una actividad que determina la producción de forraje de la finca, para ajustarla a la carga animal, de manera tal que se garantice la adecuada alimentación de los bovinos.
Esta iniciativa es clave en el sector, pues la productividad de la ganadería colombiana depende, en gran medida, de la habilidad del ganadero para manejar adecuadamente los recursos forrajeros de su finca.
Cabe recordar que los fenómenos climáticos conocidos como la ‘Niña’ y el ‘Niño’, que consisten en fuertes temporadas de invierno y verano, dejaron pérdidas por valor de un billón de pesos al sector ganadero en Colombia.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
La reciente sequía que se vive en el Cesar está afectando a los productores, aunque en el departamento no radica el estado de alerta roja para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM. Según explicó el Presidente del Comité Agropecuario del Cesar, José DagobertoPoveda, la temporada seca deja, a diario, pérdidas por más […]
La reciente sequía que se vive en el Cesar está afectando a los productores, aunque en el departamento no radica el estado de alerta roja para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM.
Según explicó el Presidente del Comité Agropecuario del Cesar, José DagobertoPoveda, la temporada seca deja, a diario, pérdidas por más de 400 millones de pesos para los empresarios de leche.
“Esta sequía se está pareciendo a la que se vivió con el fenómeno del Niño y las pérdidas son graves; no estamos dimensionando las cosas. La producción de leche es de un millón 200 mil litros diarios, pero ahora solo se produce la mitad, o sea 600.000 litros”, dijo Poveda.
Para el secretario de Agricultura, Wilson Solano, el comienzo del mes de abril es la época “más crítica” del verano. “Lo que sucedió la semana anterior en Casanare (muerte de más 6.000 chigüiros) prende las alarmas”.
Para el funcionario, como todos los años, en marzo es más fuerte el verano, y es cuando los animales bovinos decaen en cuanto a condición corporal y producción, por lo que invitó a los productores para que se preparen en las épocas de lluvias, con métodos de conservación de forrajes, como lo son: ensilajes, henificación y, de esta manera, tener una fuente de alimento en las épocas de verano.
Para soportar el verano, en todo el país, la Federación Nacional de Ganaderos ha venido promoviendo la planeación forrajera, la cual es una actividad que determina la producción de forraje de la finca, para ajustarla a la carga animal, de manera tal que se garantice la adecuada alimentación de los bovinos.
Esta iniciativa es clave en el sector, pues la productividad de la ganadería colombiana depende, en gran medida, de la habilidad del ganadero para manejar adecuadamente los recursos forrajeros de su finca.
Cabe recordar que los fenómenos climáticos conocidos como la ‘Niña’ y el ‘Niño’, que consisten en fuertes temporadas de invierno y verano, dejaron pérdidas por valor de un billón de pesos al sector ganadero en Colombia.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN