Algunos de los campesinos y pobladores de la región de Patillal aún no son conscientes del grave daño que le están ocasionando al río, es así como sin tener en cuenta el deterioro que le causan al ecosistema, realizan actividades de tala cerca al lecho del río Badillo, acabando con la riqueza natural de la […]
Algunos de los campesinos y pobladores de la región de Patillal aún no son conscientes del grave daño que le están ocasionando al río, es así como sin tener en cuenta el deterioro que le causan al ecosistema, realizan actividades de tala cerca al lecho del río Badillo, acabando con la riqueza natural de la zona y sus corrientes de agua.
En esta temporada de sequía y bajo los efectos del Fenómeno de “El Niño”, los campesinos y los indígenas asentados en ese corregimiento utilizan todo tipo de herramientas y sin piedad acaban con la vida de las especies nativas como el eucalipto, entre muchas otras, y ni las autoridades del pueblo ni sus paisanos se toman el trabajo de denunciarlos.
El daño es incalculable. Un gran porcentaje de bosque y cerros de la región están pereciendo por culpa de la mano irracional del hombre, que en busca de su propio beneficio quema basuras, realiza la socola y tala los árboles, sin tener en cuenta que a medida que desarrolla estas actividades, está acabando no sólo con la naturaleza sino con su propia vida y la de todas las especies.
La deforestación afecta el clima y también la calidad del aire, dado el polvo y el humo que genera, mientras que el depósito de desechos que deja la tala de los árboles aumenta el peligro de incendios forestales.
En la zona de Patillal es frecuente la escena de la tala de árboles en zonas cercanas al río Badillo, cuyo nivel de aguas se ha ido perdiendo con el paso de los años. Es asombrosa la tranquilidad con la que un campesino llega al lugar, enciende su motosierra y realiza su trabajo, donde lo más importante es derribar el árbol para utilizar la madera, mientras otros queman la socola para preparar la tierra para los cultivos, situaciones que deberían ser manejadas por expertos en el tema, para evitar los incendios forestales que están acabando con los terrenos fértiles y ocasionan la muerte lenta de las fuentes hídricas.
Allí parece no existir regulación por parte del corregidor, primera autoridad de Patillal, encargado de velar por el bienestar de la población y quien debería llevar estos casos de infracción ambiental ante las autoridades correspondientes para que se tomen medidas.
¿Qué dice Corpocesar? (antetítulo)
La nueva legislación ambiental que se expidió el año anterior, establece unas sanciones que son graduales de acuerdo con el tipo de infracción. Esta puede ser de tipo pecuniaria, según lo dio a conocer el director de Corpocesar, Virgilio Calderón Peña, quien advirtió que la máxima sanción es de cinco mil salarios mínimos legales mensuales vigentes, que corresponden a 2 mil 575 millones de pesos.
“La tala de árboles a orillas de los ríos como está ocurriendo en el Badillo y en muchas otras fuentes de agua, está tipificada como una falta grave que podría acarrear multas grandes”, dijo el funcionario, quien aseguró que la orilla de los ríos son calificadas como bosques de galería o zonas de protección, es así como la Ley determina que de 30 metros de la medida máxima de inundación hacia adentro, es una zona que debe mantener el bosque de manera permanente, de lo contrario, quienes intervengan esas áreas están sujetos a sanciones ambientales por parte de la Corporación.
Calderón Peña llamó la atención del Gobernador, los alcaldes, corregidores, inspectores, juntas de acción comunal, Bomberos, Defensa Civil, miembros del Ejército y la Policía, quienes deben contribuir para que no se presenten infracciones ambientales: “la Corporación no tiene la capacidad operativa para estar presente en cada evento que se produce, por eso necesitamos el apoyo de las autoridades y de la comunidad para denunciar estos hechos, porque hasta el momento no hemos contado con ese respaldo”, sostuvo el Director de Corpocesar.
Sobre la inconsciencia de los campesinos en materia ambiental, Calderón Peña fue enfático al afirmar que desde la Corporación se han adelantado procesos de sensibilización, en los que se ha dado a conocer a las comunidades de las veredas y corregimientos el daño que ocasiona la tala de árboles y el mal uso de recursos naturales. “Hay gente sin consciencia ambiental, que no entiende que lo que está haciendo es grave, pero seguimos en esa tarea. En las Minas de Iracal, por ejemplo, hemos tenido una grata experiencia; logramos penetrar allá y la comunidad tiene una conciencia ambiental diferente y han constituido una red de informantes que avisa a Corpocesar cuando se producen talas y cuando se adelantan trabajos que no corresponden”.
Algunos de los campesinos y pobladores de la región de Patillal aún no son conscientes del grave daño que le están ocasionando al río, es así como sin tener en cuenta el deterioro que le causan al ecosistema, realizan actividades de tala cerca al lecho del río Badillo, acabando con la riqueza natural de la […]
Algunos de los campesinos y pobladores de la región de Patillal aún no son conscientes del grave daño que le están ocasionando al río, es así como sin tener en cuenta el deterioro que le causan al ecosistema, realizan actividades de tala cerca al lecho del río Badillo, acabando con la riqueza natural de la zona y sus corrientes de agua.
En esta temporada de sequía y bajo los efectos del Fenómeno de “El Niño”, los campesinos y los indígenas asentados en ese corregimiento utilizan todo tipo de herramientas y sin piedad acaban con la vida de las especies nativas como el eucalipto, entre muchas otras, y ni las autoridades del pueblo ni sus paisanos se toman el trabajo de denunciarlos.
El daño es incalculable. Un gran porcentaje de bosque y cerros de la región están pereciendo por culpa de la mano irracional del hombre, que en busca de su propio beneficio quema basuras, realiza la socola y tala los árboles, sin tener en cuenta que a medida que desarrolla estas actividades, está acabando no sólo con la naturaleza sino con su propia vida y la de todas las especies.
La deforestación afecta el clima y también la calidad del aire, dado el polvo y el humo que genera, mientras que el depósito de desechos que deja la tala de los árboles aumenta el peligro de incendios forestales.
En la zona de Patillal es frecuente la escena de la tala de árboles en zonas cercanas al río Badillo, cuyo nivel de aguas se ha ido perdiendo con el paso de los años. Es asombrosa la tranquilidad con la que un campesino llega al lugar, enciende su motosierra y realiza su trabajo, donde lo más importante es derribar el árbol para utilizar la madera, mientras otros queman la socola para preparar la tierra para los cultivos, situaciones que deberían ser manejadas por expertos en el tema, para evitar los incendios forestales que están acabando con los terrenos fértiles y ocasionan la muerte lenta de las fuentes hídricas.
Allí parece no existir regulación por parte del corregidor, primera autoridad de Patillal, encargado de velar por el bienestar de la población y quien debería llevar estos casos de infracción ambiental ante las autoridades correspondientes para que se tomen medidas.
¿Qué dice Corpocesar? (antetítulo)
La nueva legislación ambiental que se expidió el año anterior, establece unas sanciones que son graduales de acuerdo con el tipo de infracción. Esta puede ser de tipo pecuniaria, según lo dio a conocer el director de Corpocesar, Virgilio Calderón Peña, quien advirtió que la máxima sanción es de cinco mil salarios mínimos legales mensuales vigentes, que corresponden a 2 mil 575 millones de pesos.
“La tala de árboles a orillas de los ríos como está ocurriendo en el Badillo y en muchas otras fuentes de agua, está tipificada como una falta grave que podría acarrear multas grandes”, dijo el funcionario, quien aseguró que la orilla de los ríos son calificadas como bosques de galería o zonas de protección, es así como la Ley determina que de 30 metros de la medida máxima de inundación hacia adentro, es una zona que debe mantener el bosque de manera permanente, de lo contrario, quienes intervengan esas áreas están sujetos a sanciones ambientales por parte de la Corporación.
Calderón Peña llamó la atención del Gobernador, los alcaldes, corregidores, inspectores, juntas de acción comunal, Bomberos, Defensa Civil, miembros del Ejército y la Policía, quienes deben contribuir para que no se presenten infracciones ambientales: “la Corporación no tiene la capacidad operativa para estar presente en cada evento que se produce, por eso necesitamos el apoyo de las autoridades y de la comunidad para denunciar estos hechos, porque hasta el momento no hemos contado con ese respaldo”, sostuvo el Director de Corpocesar.
Sobre la inconsciencia de los campesinos en materia ambiental, Calderón Peña fue enfático al afirmar que desde la Corporación se han adelantado procesos de sensibilización, en los que se ha dado a conocer a las comunidades de las veredas y corregimientos el daño que ocasiona la tala de árboles y el mal uso de recursos naturales. “Hay gente sin consciencia ambiental, que no entiende que lo que está haciendo es grave, pero seguimos en esa tarea. En las Minas de Iracal, por ejemplo, hemos tenido una grata experiencia; logramos penetrar allá y la comunidad tiene una conciencia ambiental diferente y han constituido una red de informantes que avisa a Corpocesar cuando se producen talas y cuando se adelantan trabajos que no corresponden”.