‘Inundado’ de productos adulterados e ilegales se encuentra el mercado de aceites comestibles en el Cesar, según advirtió Fenalco, al revelar que en el departamento la cifra llega al 33%, sobrepasando el promedio nacional, en donde estos aceites abarcan el 20% del mercado.
Fenalco previno sobre consecuencias en la salud
‘Inundado’ de productos adulterados e ilegales se encuentra el mercado de aceites comestibles en el Cesar, según advirtió ayer la Federación Nacional de Comerciantes –Fenalco-, al revelar que en el departamento la cifra llega al 33%, sobrepasando el promedio nacional, en donde estos aceites abarcan el 20% del mercado.
El llamado lo hizo el director seccional de la entidad, Eloy Durán Acosta, quien reveló que muchos de los casos de intoxicación en negocios de comidas y otros problemas de la salud, vienen siendo provocados por estas grasas que no son procesadas con buenas prácticas.
“Una de cada tres arepas de huevo o de las carimañolas que consumimos los vallenatos han sido cocinadas con aceite alterados, adulterados, falsificados o contaminados, eso preocupa mucho”, indicó.
Agregó Durán que: “La situación es que muchas personas están siendo víctimas de estafa adquiriendo aceites ilegales, alterados y adulterados que en la mayoría de los casos podrían poner en peligro la salud de los consumidores. Igualmente, se está afectando una industria que mueve más de 5 mil empleos en la transformación y nada más en el departamento del Cesar, 14 mil empleos en el área de cultivo, porque este es uno de los departamentos con mayor producción de aceite con el 18% de la producción nacional”.
Los fenómenos de la ilegalidad
Señaló el líder gremial que, esta comercialización soporta cinco fenómenos de ilegalidad, que son la adulteración, que es cuando al alimento se le quita o se le agregan componentes normales, con el fin de disimular las deficiencias de la fabricación. La falsificación, que es cuando se re envasa y se etiqueta un producto con una marca reconocida, sin que el producto corresponda a esa industria.
La contaminación, que se presenta cuando los aceites contienen bacterias, virus o parásitos o sustancias químicas de riesgo para los consumidores, debido a la ausencia de buenas prácticas de manufactura o higiene. La adulteración, que es un cuando el alimento por causas naturales de índole física, química, biológica causan un deterioro en sus características órgano eléctricas y el contrabando, que son los aceites que entran al país, sin el cumplimiento de la norma aduanera.
“Nos encontramos diciéndoles a los empresarios y a los comerciantes, la necesidad de devolverle con productos de calidad al consumidor, la confianza que les deposita, porque cuando tu vas a donde un tendero o al supermercado das por hecho que te están vendiendo un producto de calidad, que no está contaminado y que no te va a enfermar”, explicó el funcionario, quien indicó que Fenalco realizó una jornada de sensibilización con 400 tenderos del departamento.
Sin embargo, además los fenómenos descritos hay otros tipos de estafa que se configura con estos aceites, que es que no entregan la cantidad del producto que ofrecen en los envases.
“En un estudio que hizo la Universidad Javeriana, para Asograsas y para Fenalco, de 78% muestras 10 correspondían a aceites legalmente comercializados y ninguno presentó algún tipo de alteración o adulteración, el resto además de presentarse todas las que ya mencione, tenían el siguiente comportamiento, la mitad ofrecía una cantidad en la etiqueta inferior a la que contenía el recipiente. Aparte del daño que les están causando a los consumidores en su organismo, también están estafándolos en su bolsillo con cantidades que le ofrecen y que realmente no están entregando”, sostuvo.
Según estima Fenalco, la industria ha dejado de percibir cerca de 300 mil millones de los dos billones que se vendían de aceite comestible.
“Quiero ser reiterativo en que eso afecta a los empleos que se generan en la comercialización, en la transformación del aceite y en el cultivo. Y nos afecta durísimo al Cesar, porque somos los principales productores del país”.
De acuerdo a lo establecido, los daños producidos por estos aceites muchas veces son silenciosos y a largo plazo. Se destacan entre sus repercusiones en la salud, el aumento del colesterol, afectación del colón, problemas estomacales y el más grave, obstrucción de las vías del aparato circulatorio, por la excesiva grasa y el excesivo colesterol que generan los aceites que no son polisaturados, como si lo son los aceites producidos legalmente.
‘Inundado’ de productos adulterados e ilegales se encuentra el mercado de aceites comestibles en el Cesar, según advirtió Fenalco, al revelar que en el departamento la cifra llega al 33%, sobrepasando el promedio nacional, en donde estos aceites abarcan el 20% del mercado.
Fenalco previno sobre consecuencias en la salud
‘Inundado’ de productos adulterados e ilegales se encuentra el mercado de aceites comestibles en el Cesar, según advirtió ayer la Federación Nacional de Comerciantes –Fenalco-, al revelar que en el departamento la cifra llega al 33%, sobrepasando el promedio nacional, en donde estos aceites abarcan el 20% del mercado.
El llamado lo hizo el director seccional de la entidad, Eloy Durán Acosta, quien reveló que muchos de los casos de intoxicación en negocios de comidas y otros problemas de la salud, vienen siendo provocados por estas grasas que no son procesadas con buenas prácticas.
“Una de cada tres arepas de huevo o de las carimañolas que consumimos los vallenatos han sido cocinadas con aceite alterados, adulterados, falsificados o contaminados, eso preocupa mucho”, indicó.
Agregó Durán que: “La situación es que muchas personas están siendo víctimas de estafa adquiriendo aceites ilegales, alterados y adulterados que en la mayoría de los casos podrían poner en peligro la salud de los consumidores. Igualmente, se está afectando una industria que mueve más de 5 mil empleos en la transformación y nada más en el departamento del Cesar, 14 mil empleos en el área de cultivo, porque este es uno de los departamentos con mayor producción de aceite con el 18% de la producción nacional”.
Los fenómenos de la ilegalidad
Señaló el líder gremial que, esta comercialización soporta cinco fenómenos de ilegalidad, que son la adulteración, que es cuando al alimento se le quita o se le agregan componentes normales, con el fin de disimular las deficiencias de la fabricación. La falsificación, que es cuando se re envasa y se etiqueta un producto con una marca reconocida, sin que el producto corresponda a esa industria.
La contaminación, que se presenta cuando los aceites contienen bacterias, virus o parásitos o sustancias químicas de riesgo para los consumidores, debido a la ausencia de buenas prácticas de manufactura o higiene. La adulteración, que es un cuando el alimento por causas naturales de índole física, química, biológica causan un deterioro en sus características órgano eléctricas y el contrabando, que son los aceites que entran al país, sin el cumplimiento de la norma aduanera.
“Nos encontramos diciéndoles a los empresarios y a los comerciantes, la necesidad de devolverle con productos de calidad al consumidor, la confianza que les deposita, porque cuando tu vas a donde un tendero o al supermercado das por hecho que te están vendiendo un producto de calidad, que no está contaminado y que no te va a enfermar”, explicó el funcionario, quien indicó que Fenalco realizó una jornada de sensibilización con 400 tenderos del departamento.
Sin embargo, además los fenómenos descritos hay otros tipos de estafa que se configura con estos aceites, que es que no entregan la cantidad del producto que ofrecen en los envases.
“En un estudio que hizo la Universidad Javeriana, para Asograsas y para Fenalco, de 78% muestras 10 correspondían a aceites legalmente comercializados y ninguno presentó algún tipo de alteración o adulteración, el resto además de presentarse todas las que ya mencione, tenían el siguiente comportamiento, la mitad ofrecía una cantidad en la etiqueta inferior a la que contenía el recipiente. Aparte del daño que les están causando a los consumidores en su organismo, también están estafándolos en su bolsillo con cantidades que le ofrecen y que realmente no están entregando”, sostuvo.
Según estima Fenalco, la industria ha dejado de percibir cerca de 300 mil millones de los dos billones que se vendían de aceite comestible.
“Quiero ser reiterativo en que eso afecta a los empleos que se generan en la comercialización, en la transformación del aceite y en el cultivo. Y nos afecta durísimo al Cesar, porque somos los principales productores del país”.
De acuerdo a lo establecido, los daños producidos por estos aceites muchas veces son silenciosos y a largo plazo. Se destacan entre sus repercusiones en la salud, el aumento del colesterol, afectación del colón, problemas estomacales y el más grave, obstrucción de las vías del aparato circulatorio, por la excesiva grasa y el excesivo colesterol que generan los aceites que no son polisaturados, como si lo son los aceites producidos legalmente.