Una emergencia sanitaria se presentó a la altura del Hospital Eduardo Arredondo Daza, por un brote de agua ensangrentada y residuos de matadero que por presión salieron por una alcantarilla del sector. Aunque las denuncias apuntaron inicialmente hacia Coolesar, estos aseguran no ser los responsables de los hechos que en repetidas ocasiones han causado molestias […]
Una emergencia sanitaria se presentó a la altura del Hospital Eduardo Arredondo Daza, por un brote de agua ensangrentada y residuos de matadero que por presión salieron por una alcantarilla del sector.
Aunque las denuncias apuntaron inicialmente hacia Coolesar, estos aseguran no ser los responsables de los hechos que en repetidas ocasiones han causado molestias a la comunidad y a los funcionarios y usuarios del Hospital, puesto que hace unos meses las aguas enrojecidas brotaron por los sifones del establecimiento hospitalario.
Según informe de Emdupar, la situación presentada en el colector de aguas residuales de la Calle 44, fue producto de la falta de responsabilidad del manejo de residuos sólidos orgánicos y que durante la inspección ocular pudieron presenciar los brotes compuestos de sebo, vísceras, pelo, boñiga y gran cantidad de trozos de coágulos de sangre, que taponaban el sistema de alcantarillado.
La empresa Emdupar en situaciones pasadas, solicitó al personal administrativo de Coolesar hacerse presente en el lugar de los hechos, pero nadie atendió al llamado, lo que causó que la responsabilidad recayera sobre ellos.
Según el Jefe operativo de Coolesar, Francisco Díaz, durante una reunión sostenida con la empresa Emdupar, aseguró no ser los causantes de la situación contaminante del sector y aludió la responsabilidad a los mataderos clandestinos que funcionan en los alrededores de la calle 44, quienes presuntamente podrían estar utilizando el método de levantar la tapa y depositar los residuos, lo que ha provocado el taponamiento de la red, el rebosamiento de las aguas residuales y la emergencia sanitaria en el sector.
Pese a las peticiones hechas por Emdupar y las autoridades ambientales, los causantes de los taponamientos han hecho caso omiso a la exigencia de construir trampas de grasas y optimizar los proceso de tratamiento de las aguas residuales antes de verterlas en el alcantarillado, actuando en contra de la comunidad de Valledupar, la gran afectada con los brotes de aguas ensangrentadas.
Una emergencia sanitaria se presentó a la altura del Hospital Eduardo Arredondo Daza, por un brote de agua ensangrentada y residuos de matadero que por presión salieron por una alcantarilla del sector. Aunque las denuncias apuntaron inicialmente hacia Coolesar, estos aseguran no ser los responsables de los hechos que en repetidas ocasiones han causado molestias […]
Una emergencia sanitaria se presentó a la altura del Hospital Eduardo Arredondo Daza, por un brote de agua ensangrentada y residuos de matadero que por presión salieron por una alcantarilla del sector.
Aunque las denuncias apuntaron inicialmente hacia Coolesar, estos aseguran no ser los responsables de los hechos que en repetidas ocasiones han causado molestias a la comunidad y a los funcionarios y usuarios del Hospital, puesto que hace unos meses las aguas enrojecidas brotaron por los sifones del establecimiento hospitalario.
Según informe de Emdupar, la situación presentada en el colector de aguas residuales de la Calle 44, fue producto de la falta de responsabilidad del manejo de residuos sólidos orgánicos y que durante la inspección ocular pudieron presenciar los brotes compuestos de sebo, vísceras, pelo, boñiga y gran cantidad de trozos de coágulos de sangre, que taponaban el sistema de alcantarillado.
La empresa Emdupar en situaciones pasadas, solicitó al personal administrativo de Coolesar hacerse presente en el lugar de los hechos, pero nadie atendió al llamado, lo que causó que la responsabilidad recayera sobre ellos.
Según el Jefe operativo de Coolesar, Francisco Díaz, durante una reunión sostenida con la empresa Emdupar, aseguró no ser los causantes de la situación contaminante del sector y aludió la responsabilidad a los mataderos clandestinos que funcionan en los alrededores de la calle 44, quienes presuntamente podrían estar utilizando el método de levantar la tapa y depositar los residuos, lo que ha provocado el taponamiento de la red, el rebosamiento de las aguas residuales y la emergencia sanitaria en el sector.
Pese a las peticiones hechas por Emdupar y las autoridades ambientales, los causantes de los taponamientos han hecho caso omiso a la exigencia de construir trampas de grasas y optimizar los proceso de tratamiento de las aguas residuales antes de verterlas en el alcantarillado, actuando en contra de la comunidad de Valledupar, la gran afectada con los brotes de aguas ensangrentadas.