Con ascensor

Como un sueño hecho realidad denomina la población con discapacidad de la Universidad Popular del Cesar, UPC, el ascensor que les fue inaugurado para que sólo ellos puedan utilizarlos con el fin de facilitarles el acceso en los pisos altos.
El acto que se llevó a cabo en las instalaciones de la UPC sede Sabanas, se realizó en el marco de la celebración del Día Nacional de la Discapacidad. Este momento al decir de Jesús Eduardo Aroca Olivella, impulsador de este proyecto, no pudo ser más preciso para sacarles una sonrisa a los más de 30 discapacitados que hacen parte de esta casa de estudio.
Por su parte, el Rector de la Universidad Popular del Cesar, Jesualdo Hernández,  expresó su orgullo por poder brindarles a estas personas la oportunidad de desarrollarse libremente en su educación.
“Mi corazón se llena de alegría porque Dios me permitió en este día importante de la discapacidad,  facilitar el acceso a los estudiantes que hoy puedan tener una vida más llevadera, nosotros seguiremos trabajando en torno a este tema, por eso pido a los demás estudiantes una ayuda para cuidar el ascensor” dijo Hernández.

El ascensor y otras herramientas
Como una herramienta inteligente es calificado el ascensor instalado en la Universidad Popular del Cesar, pues a través de unas tarjetas las puertas del mismo se pueden abrir, brindándole con esto la oportunidad de ingreso sólo a aquellos que la poseen, es decir, a estudiantes y docentes en condición de discapacidad.
La inversión de dicho mecanismo de movilidad fue de 84 millones de pesos. Aparte de éste, se prevé que el próximo año puedan ser adquiridos otros equipos tecnológicos para discapacitados visuales, los que les permitan leer fácilmente y con una visión más amplia.
De igual manera, se tiene previsto implementar señalizaciones que permitan a los estudiantes con discapacidad, movilizarse mejor dentro de la Universidad.

Se cumplió el sueño
Jesús Eduardo Aroca Olivella, es estudiante de último semestre de Derecho de la Universidad Popular del Cesar, una persona a la que sus limitaciones físicas le quedaron pequeñas para luchar por una población necesitada que hoy goza del apoyo que les brinda la Administración de la Institución.
“Al fin… estoy muy contento, es una lucha de mucho tiempo y se logró el resultado, esto era lo que quería, poder dejar un aporte a esas personas en condición de discapacidad que tanto se merecen tener esa oportunidad, tener una buena calidad de vida, un ambiente propicio” afirmó Jesús Eduardo.
Sin embargo, asevera que siguen haciendo falta algunos instrumentos para mejorar la accesibilidad de estas personas a la educación, “esto apenas es una piedra para cimentar el edificio para lograr una mejor calidad de estudio”