De acuerdo con las familias ganaderas, el olvido de esta vía por parte de los entes gubernamentales sería desde hace más de 10 años, razón por la cual han tenido que, con recursos propios, realizar intervenciones que mejoren la circulación vial.
Las familias ganaderas del corregimiento La Mina, al norte del municipio de Valledupar, enfrentan una situación crítica debido al estado deplorable de la vía que conecta los corregimientos de Río Seco y La Mina. Según el ganadero Hernando Quintero, esta problemática persiste desde hace más de una década, afectando severamente el transporte de la producción agrícola de la región.
“Esta vía en repetidas ocasiones la Gobernación del Cesar la ha medido, han hecho de todo en esta vía, y resulta que nunca han hecho absolutamente nada. Esta vía es imposible, ni siquiera las motos que pueden transitar, lo hacen con dificultad”, comentó Quintero.
Señaló además que la administración del exalcalde Elías Ochoa, habría destinado recursos para la pavimentación de la vía, pero estos no fueron adecuadamente utilizados. “Esta vía se encuentra en esta condición desde la administración de Elías Ochoa, quien pavimentó desde Río Seco a Patillal y La Mina, llegando hasta Atánquez, esto mediante recursos destinados por una ONG a los indígenas, es decir, esos recursos tenían que haber sido invertidos para La Mina y Atánquez, pero él aprovechó unos recursos y consiguió otros y se realizó la adecuación por la otra vía hasta Atánquez y abandonó esta segunda carretera”, explicó Quintero.
Lea también: Comunidad del barrio La Popa denunció falta de pavimentación
Ante la falta de respuesta oficial, las familias ganaderas han tomado la iniciativa de gestionar recursos para realizar un relleno en la carretera utilizando material de desecho de asfalto. Aunque esta medida ha mejorado temporalmente la situación, las lluvias representan un desafío constante que vuelve a afectar la vía, generando preocupación entre los habitantes del corregimiento.
“Nos reunimos hace dos días todos los que nos beneficiamos de la carretera Río Seco a La Mina, y acordamos hacer un arreglo muy rápido con un material que se consiguió de desecho de asfalto. Se está trabajando desde la entrada de la carretera de Badillo, sin embargo, cuando las lluvias vuelvan, nuevamente la vía va a resultar afectada”, sostuvo el productor ganadero.
Se espera una respuesta por parte de las autoridades departamentales, especialmente de la Gobernación del Cesar, para atender esta problemática que afecta no solo a los productores locales, sino también al desarrollo económico del municipio y del departamento en su conjunto.
EL PILÓN trató de comunicarse con el secretario departamental de Infraestructura, Jorge Maestre, para conocer los procesos que estará adelantando esta sectorial en esta administración, pero no fue posible la tarde de ayer.
POR REDACCIÓN/EL PILÓN
De acuerdo con las familias ganaderas, el olvido de esta vía por parte de los entes gubernamentales sería desde hace más de 10 años, razón por la cual han tenido que, con recursos propios, realizar intervenciones que mejoren la circulación vial.
Las familias ganaderas del corregimiento La Mina, al norte del municipio de Valledupar, enfrentan una situación crítica debido al estado deplorable de la vía que conecta los corregimientos de Río Seco y La Mina. Según el ganadero Hernando Quintero, esta problemática persiste desde hace más de una década, afectando severamente el transporte de la producción agrícola de la región.
“Esta vía en repetidas ocasiones la Gobernación del Cesar la ha medido, han hecho de todo en esta vía, y resulta que nunca han hecho absolutamente nada. Esta vía es imposible, ni siquiera las motos que pueden transitar, lo hacen con dificultad”, comentó Quintero.
Señaló además que la administración del exalcalde Elías Ochoa, habría destinado recursos para la pavimentación de la vía, pero estos no fueron adecuadamente utilizados. “Esta vía se encuentra en esta condición desde la administración de Elías Ochoa, quien pavimentó desde Río Seco a Patillal y La Mina, llegando hasta Atánquez, esto mediante recursos destinados por una ONG a los indígenas, es decir, esos recursos tenían que haber sido invertidos para La Mina y Atánquez, pero él aprovechó unos recursos y consiguió otros y se realizó la adecuación por la otra vía hasta Atánquez y abandonó esta segunda carretera”, explicó Quintero.
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Ante la falta de respuesta oficial, las familias ganaderas han tomado la iniciativa de gestionar recursos para realizar un relleno en la carretera utilizando material de desecho de asfalto. Aunque esta medida ha mejorado temporalmente la situación, las lluvias representan un desafío constante que vuelve a afectar la vía, generando preocupación entre los habitantes del corregimiento.
“Nos reunimos hace dos días todos los que nos beneficiamos de la carretera Río Seco a La Mina, y acordamos hacer un arreglo muy rápido con un material que se consiguió de desecho de asfalto. Se está trabajando desde la entrada de la carretera de Badillo, sin embargo, cuando las lluvias vuelvan, nuevamente la vía va a resultar afectada”, sostuvo el productor ganadero.
Se espera una respuesta por parte de las autoridades departamentales, especialmente de la Gobernación del Cesar, para atender esta problemática que afecta no solo a los productores locales, sino también al desarrollo económico del municipio y del departamento en su conjunto.
EL PILÓN trató de comunicarse con el secretario departamental de Infraestructura, Jorge Maestre, para conocer los procesos que estará adelantando esta sectorial en esta administración, pero no fue posible la tarde de ayer.
POR REDACCIÓN/EL PILÓN