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Informe - 9 enero, 2024

El contrato de la Gobernación para solucionar un elefante blanco que dejó Franco Ovalle

En el 2017, el exgobernador Franco Ovalle contrató la energización de varias veredas del Cesar. El contratista se declaró en quiebra y las familias quedaron a oscuras.

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A finales del año pasado, la Gobernación del Cesar contrató e inició la construcción de electrificación y obras complementarias que beneficiarán a 57 familias en las veredas Los Martínez y La Libertad, en Chiriguaná; y Raíces Altas y Raíces Bajas, en Pelaya. 

Con una inversión superior a los $1.557 millones, este proyecto contempla la construcción de 16,2 kilómetros de redes de media y baja tensión, la adecuación de las redes existentes y la instalación de las acometidas domiciliarias con sus respectivos medidores. 

Recomendado: El contrato de $5.303 millones que dejó a ‘medias’ la administración de Franco Ovalle

HISTORIA

Esta obra fue contratada para solucionar un ‘elefante blanco’ de la administración de Franco Ovalle. En el 2017, las comunidades de las veredas Dos Brazos, de Chimichagua; El Tambo, Astrea; Las Morrocoyas y Tres Unidas en Curumaní; Los Martínez y La Libertad, en Chiriguaná; Raíces Bajas y Raíces Altas de Pelaya, recibieron con esperanza el anuncio que a través de un contrato de $5.315 millones por fin ingresarían al siglo XXI y tendrían energía eléctrica. 

El plazo que puso la Gobernación del Cesar de Franco Ovalle y el contratista fue de 8 meses. Teniendo en cuenta que el contrato se firmó en julio  de 2017, en marzo del 2018 ya podrían por fin prender el televisor o cargar una batería sin necesidad del ruido de una planta.

Sin embargo, se cumplió el plazo y el contratista no pudo cumplir lo pactado. Luego, el mismo consorcio se declaró en quiebra y solo dejó una parte de las obras en las veredas de Chimichagua, Astrea y Curumaní. En el caso de las veredas Los Martínez y La Libertad, de Chiriguaná, y Raíces Bajas y Raíces Altas de Pelaya, que ahora interviene la Gobernación, nunca llegó la energía. 

Dicho contrato fue liquidado unilateralmente por parte de la Gobernación del Cesar con un avance real de un 35 % porque las redes construidas, con su estructura, no fueron energizadas y fueron objeto de acciones delincuenciales.

Este proceso fue adjudicado al Consorcio Chimichagua 2017, conformado por WD Ingeniería S.A.S. (55 % de participación), Idelec Ideas Eléctricas S.A.S. (25 %) y José Fernando Colorado López (20 %). El consorcio se declaró en quiebra y la Gobernación aplicó las pólizas. 

TESTIMONIOS

En sus viajes a las veredas, la Gobernación compartió los testimonios de los habitantes de las veredas. “La vez pasada saqué una pollera y se me perdieron por falta de abanicos; ya los pollos estaban grandes. Otros animales como el ganado a veces se le mueren a uno de sed, ya que no tenemos cómo sacar el agua de los pozos, porque la luz no puede con las turbinas”, comentó Manuel Toloza Mejía, habitante de la vereda Los Martínez, en Chiriguaná

“Aquí no hay de donde prender una turbina para tener agua y regar los platanitos, no se puede, si tenemos el abanico prendido no podemos prender la turbina, o la licuadora. Porque esta que tenemos es insuficiente, hasta la neverita que tenía se me dañó”, contó Odris Contreras, de la vereda La Libertad. La esperanza de las 57 familias es que con este nuevo contrato de $1.557 por fin tengan energía y entren al siglo XXI.

Informe
9 enero, 2024

El contrato de la Gobernación para solucionar un elefante blanco que dejó Franco Ovalle

En el 2017, el exgobernador Franco Ovalle contrató la energización de varias veredas del Cesar. El contratista se declaró en quiebra y las familias quedaron a oscuras.


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A finales del año pasado, la Gobernación del Cesar contrató e inició la construcción de electrificación y obras complementarias que beneficiarán a 57 familias en las veredas Los Martínez y La Libertad, en Chiriguaná; y Raíces Altas y Raíces Bajas, en Pelaya. 

Con una inversión superior a los $1.557 millones, este proyecto contempla la construcción de 16,2 kilómetros de redes de media y baja tensión, la adecuación de las redes existentes y la instalación de las acometidas domiciliarias con sus respectivos medidores. 

Recomendado: El contrato de $5.303 millones que dejó a ‘medias’ la administración de Franco Ovalle

HISTORIA

Esta obra fue contratada para solucionar un ‘elefante blanco’ de la administración de Franco Ovalle. En el 2017, las comunidades de las veredas Dos Brazos, de Chimichagua; El Tambo, Astrea; Las Morrocoyas y Tres Unidas en Curumaní; Los Martínez y La Libertad, en Chiriguaná; Raíces Bajas y Raíces Altas de Pelaya, recibieron con esperanza el anuncio que a través de un contrato de $5.315 millones por fin ingresarían al siglo XXI y tendrían energía eléctrica. 

El plazo que puso la Gobernación del Cesar de Franco Ovalle y el contratista fue de 8 meses. Teniendo en cuenta que el contrato se firmó en julio  de 2017, en marzo del 2018 ya podrían por fin prender el televisor o cargar una batería sin necesidad del ruido de una planta.

Sin embargo, se cumplió el plazo y el contratista no pudo cumplir lo pactado. Luego, el mismo consorcio se declaró en quiebra y solo dejó una parte de las obras en las veredas de Chimichagua, Astrea y Curumaní. En el caso de las veredas Los Martínez y La Libertad, de Chiriguaná, y Raíces Bajas y Raíces Altas de Pelaya, que ahora interviene la Gobernación, nunca llegó la energía. 

Dicho contrato fue liquidado unilateralmente por parte de la Gobernación del Cesar con un avance real de un 35 % porque las redes construidas, con su estructura, no fueron energizadas y fueron objeto de acciones delincuenciales.

Este proceso fue adjudicado al Consorcio Chimichagua 2017, conformado por WD Ingeniería S.A.S. (55 % de participación), Idelec Ideas Eléctricas S.A.S. (25 %) y José Fernando Colorado López (20 %). El consorcio se declaró en quiebra y la Gobernación aplicó las pólizas. 

TESTIMONIOS

En sus viajes a las veredas, la Gobernación compartió los testimonios de los habitantes de las veredas. “La vez pasada saqué una pollera y se me perdieron por falta de abanicos; ya los pollos estaban grandes. Otros animales como el ganado a veces se le mueren a uno de sed, ya que no tenemos cómo sacar el agua de los pozos, porque la luz no puede con las turbinas”, comentó Manuel Toloza Mejía, habitante de la vereda Los Martínez, en Chiriguaná

“Aquí no hay de donde prender una turbina para tener agua y regar los platanitos, no se puede, si tenemos el abanico prendido no podemos prender la turbina, o la licuadora. Porque esta que tenemos es insuficiente, hasta la neverita que tenía se me dañó”, contó Odris Contreras, de la vereda La Libertad. La esperanza de las 57 familias es que con este nuevo contrato de $1.557 por fin tengan energía y entren al siglo XXI.