El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, que es el diseñador de políticas y rector nacional del abastecimiento de agua potable y saneamiento básico (alcantarillado, disposición de basuras), a través de seguimiento y una consultoría colombo-coreana ha estudiado el suministro del actual sistema con que cuenta Valledupar. Ante el requerimiento de EL PILÓN el Ministerio respondió en exclusiva a través de su área de comunicaciones. 

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“La fuente de abastecimiento actual del acueducto es el río Guatapurí y se cuenta con dos plantas de tratamiento de agua potable, PTAPs, ‘La Huaricha’, con un caudal de diseño de 1.200 litros por segundo (l/s) y ‘La Gota Fría’ con 600 litros. Sin embargo, ambas se encuentran sobrecargadas en la producción de agua con caudales de 1.500 litros y 840 litros respectivamente”, explica el Minvivienda.

LOS TANQUES TIENEN FALENCIAS

La fuente oficial informó que, adicionalmente, el sistema de acueducto y alcantarillado cuenta con dos tanques de almacenamiento: ‘La Pedregosa’ y ‘La Popa’. Según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios ambos tanques tienen falencias operativas en cuanto a la regulación del caudal que ingresa.

Asevera la entidad que “el agua tratada se transporta a través de redes de distribución construidas hace 3 décadas en materiales que ya se encuentran desgastados, lo cual conlleva a que la red presente un gran porcentaje de daños que disminuyen la presión con la que llega el agua y que en la actualidad se está tratando en las plantas en promedio un caudal de 1.909 litros para cubrir la demanda de los usuarios actualmente servidos”.

Respecto al crítico problema de interrupción del sistema sostiene que “en época de invierno los niveles de turbiedad del río exceden la capacidad de tratamiento del sistema. Durante estos picos de turbiedad hay un gran desgaste operativo en la infraestructura, haciendo que la producción de agua baje”. 

Con base en la consultoría del Consorcio Coreano-colombiano integrado por K-Water & PEC y CSD & SIA SAS, que inició el estudio en agosto del 2021 y concluyó que el año pasado, y los diagnósticos y análisis internos el Ministerio “propone la optimización de los sistemas de tratamiento para aumentar la capacidad de tratamiento actuales. La demanda de tratamiento deberá incrementarse en un caudal de 790 litros para prolongar la vida útil del sistema para los próximos 25 años. Si se aumenta la capacidad de tratamiento también se debe aumentar la capacidad de almacenamiento para regular la demanda“.

LAS POSIBLES SOLUCIONES

Finalmente se identifican con el fin de disminuir la vulnerabilidad en la prestación del servicio por el aumento de la turbiedad y carga de sólidos en épocas invernales se recomiendan las siguientes alternativas a ejecutar:

– Optimización del sistema de pretratamiento existente

– Optimización del sistema de captación y aducción (conducción desde el río a PTAPs) para el manejo de altas cargas de sedimentos

– Previsión del sistema de clarificación por manto de lodos en el nuevo módulo para ampliación de la PTAP que permita tratar los picos de turbiedad

– Construcción de un nuevo reservorio de agua tratada con la capacidad de almacenar suficiente líquido para abastecer en caso de emergencia y suspensión del servicio a toda la comunidad.

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– Estudio de vulnerabilidad estructural para las estructuras y edificaciones para determinar si cumplen con la Norma de Sismorresistencia

– Efectuar un análisis de riesgo de las instalaciones eléctricas.

Cabe recordar que hace un año, el primero de septiembre de 2022,  se hizo un evento en el auditorio Leandro Díaz de la Cámara de Comercio por invitación de la Contraloría General de la República y EL PILÓN en la que se informó por parte del Ministerio el avance de la consultoría ‘Estudio a nivel de prefactibilidad y factibilidad para la recuperación y uso sostenible de la cuenca del río Guatapurí incluyendo análisis ‘nexus’ preliminar y enfoque en la optimización a corto plazo del abastecimiento de agua potable para la ciudad de Valledupar’, se hizo la exposición de sus expertos,  y se manifestó la necesidad, entre otras acciones,  de optimizar el manejo de altas cargas de sedimentos con las implantación de trampas en el canal de aducción,  que aliviara la carga al llegar el agua a esas plantas de tratamiento. 

A la fecha, pasado un año, no se sabe qué conocimiento tiene la actual administración interventora de Emdupar de esta información técnica, la identificación de costo de las alternativas planteadas, la mejor calificación de ellas y sus fuentes y viabilidad de financiación.   

REDACCIÓN/EL PILÓN.