En la época en la que el queso costeño estuvo por encima de los 28.000 pesos el kilo, los productores celebraban, aunque en redes sociales y en los mercados muchas personas se quejaban.

Luego de varios meses a la alza, los altos precios disminuyeron la demanda y algunos productores se vieron obligados a disminuirlo. Sin embargo, ganaderos  y productores de queso no lograron ponerse de acuerdo.

LA DEMANDA

A finales de junio, EL PILÓN conoció que los representantes legales de los Comités Ganaderos del departamento del Cesar iniciaron procesos judiciales en contra de los compradores informales de leche y productores de queso. 

De acuerdo con los representantes de estas asociaciones, sus abogados llevarán el caso hasta la Superintendencia de Industria y Comercio para que se encarguen de sancionar e investigar el monopolio que, según ellos, han armado los compradores de leche, con el fin de bajar el precio de este líquido.

“Se unieron para, de forma conjunta, bajar los precios de compra en más de $1.000 pesos por litro de leche. Estas acciones de conformación de un cartel como tal, no corresponden al desarrollo de la oferta y demanda, que es la regla universal para la determinación del precio de compra”, afirmaron.

Y es que según la información que tenían varios productores, los compradores de leche se habían reunido para no pagar más de $1.500 por el litro de leche. En este caso, los productores estaban con las manos atadas porque tenían solo dos opciones: venderla más barata o esperar a que se dañara.  

Además, el precio ofertado estaba por debajo de lo que contempla el Ministerio de Agricultura cada mes. Para agosto, el precio es de $2.272.

UN CICLO ALTERADO

Todos los años, en época de verano, baja la producción de leche, lo que sube su precio, a la par del queso. Eso sucede, principalmente, en los primeros cuatro meses del año. En promedio se compra el kilo 400 y hasta 500 pesos más. Sin embargo, desde mayo, en algunos territorios del Cesar, con la llegada del aguacate y la abundancia de leche, empieza a bajar su precio.

Según la versión de queseros consultado por EL PILÓN, los ganaderos no querían bajar el precio del litro por debajo de 2.500. “De un momento a otro comenzó el precio del queso a bajarse. Todos los años se registra: en mayo, junio y julio cuando empieza a salir el aguacate, baja el queso, porque hay sobreabundancia. Pero los lecheros no querían que bajara el precio. Entonces comenzó la discordia”, relató. 

Esa discordia llevó a que muchos empresarios lácteos se reunieran y pusieran de acuerdo para comprar más barato el precio de la leche, causando el descontento de los ganaderos, quienes alzaron la voz y hablaron de demandar ante el monopolio.  

QUESO MÁS BARATO

Respecto a hace cuatro meses, el queso bajó alrededor de $10.000 el kilo. El problema es que el mayor porcentaje de la economía láctea del departamento es informal, es decir, cada uno establece precios a su gusto. Con las grandes empresas, como Dairy Patners America Manufacturing, DPA; Klaren’s, Colanta, las negociaciones son más estables.

Por Deivis Caro