Según el candidato al Concejo, es necesario que el próximo alcalde de la ciudad, más que entregar sillas de ruedas, hable y se reúna con los empresarios, “explicándoles los beneficios tributarios de emplear a una persona con discapacidad”.
A propósito de las elecciones del próximo 29 de octubre, EL PILÓN conoció la historia de Guillermo Andrade, una persona con discapacidad que es candidato al Concejo de Valledupar pero no puede asistir a las sesiones porque le resulta imposible subir al segundo piso donde se realizan.
A veces con la ayuda de su hijo, a veces solo, Guillermo se mueve por la ciudad en silla de ruedas. Sin embargo, no puede subir al segundo piso del Concejo de Valledupar para asistir a las sesiones.
Para eso necesita la ayuda de dos personas que lo carguen por una escalera de cinco metros. Situación similar le pasa con el edificio de la Alcaldía de Valledupar. ¿Por qué? Porque ni el Concejo ni la Alcaldía tienen ascensores.
“La estructura de los edificios es discriminatoria. No puedes llegar al despacho del alcalde ni a una sesión del Concejo municipal. Las últimas 3 administraciones se han comprometido a hacer el ascensor y no han cumplido. Toca esperar al alcalde en el patio colonial. Es denigrante, porque hasta se dan la vuelta para no atender a las personas con discapacidad”, relató Andrade.
EL PILÓN lo acompañó en un recorrido por ambos edificios y efectivamente necesitaba de ayuda para moverse. Cuando intentó subir al recinto donde se realizan las sesiones fue imposible. El único acceso son dos escaleras de más de 5 metros que requerirían de al menos 2 personas para ayudarlo a subir en la silla de ruedas.
DE PAPEL
En una visita realizada en el 2019 a Valledupar, el entonces consejero presidencial para la Discapacidad, Jairo Clopatofsky Ghisays, calificó como una de las mejores la Política Pública del municipio de Valledupar. En esa reunión se comprometieron, entre otras cosas, a construir un ascensor. No obstante, todo quedó en papel.
“Las personas con discapacidad tenemos una política pública, una de las mejores de Colombia, pero ha quedado en papel. Son 130 acciones afirmativas, pero nunca le han inyectado recursos. Los mandatarios creen que las soluciones a las personas discapacitadas es una silla de ruedas”, agregó Andrade.
Por eso, según el candidato al Concejo, es necesario que el próximo alcalde de la ciudad, más que entregar sillas de ruedas, hable y se reúna con los empresarios, “explicándoles los beneficios tributarios de emplear a una persona con discapacidad”.
“La población con discapacidad no necesita que le regalen cosas, sino que le den oportunidades, oportunidad laboral, en estudio, acceso a la salud. Necesitamos una atención puntual”, finalizó Andrade.
Según el candidato al Concejo, es necesario que el próximo alcalde de la ciudad, más que entregar sillas de ruedas, hable y se reúna con los empresarios, “explicándoles los beneficios tributarios de emplear a una persona con discapacidad”.
A propósito de las elecciones del próximo 29 de octubre, EL PILÓN conoció la historia de Guillermo Andrade, una persona con discapacidad que es candidato al Concejo de Valledupar pero no puede asistir a las sesiones porque le resulta imposible subir al segundo piso donde se realizan.
A veces con la ayuda de su hijo, a veces solo, Guillermo se mueve por la ciudad en silla de ruedas. Sin embargo, no puede subir al segundo piso del Concejo de Valledupar para asistir a las sesiones.
Para eso necesita la ayuda de dos personas que lo carguen por una escalera de cinco metros. Situación similar le pasa con el edificio de la Alcaldía de Valledupar. ¿Por qué? Porque ni el Concejo ni la Alcaldía tienen ascensores.
“La estructura de los edificios es discriminatoria. No puedes llegar al despacho del alcalde ni a una sesión del Concejo municipal. Las últimas 3 administraciones se han comprometido a hacer el ascensor y no han cumplido. Toca esperar al alcalde en el patio colonial. Es denigrante, porque hasta se dan la vuelta para no atender a las personas con discapacidad”, relató Andrade.
EL PILÓN lo acompañó en un recorrido por ambos edificios y efectivamente necesitaba de ayuda para moverse. Cuando intentó subir al recinto donde se realizan las sesiones fue imposible. El único acceso son dos escaleras de más de 5 metros que requerirían de al menos 2 personas para ayudarlo a subir en la silla de ruedas.
DE PAPEL
En una visita realizada en el 2019 a Valledupar, el entonces consejero presidencial para la Discapacidad, Jairo Clopatofsky Ghisays, calificó como una de las mejores la Política Pública del municipio de Valledupar. En esa reunión se comprometieron, entre otras cosas, a construir un ascensor. No obstante, todo quedó en papel.
“Las personas con discapacidad tenemos una política pública, una de las mejores de Colombia, pero ha quedado en papel. Son 130 acciones afirmativas, pero nunca le han inyectado recursos. Los mandatarios creen que las soluciones a las personas discapacitadas es una silla de ruedas”, agregó Andrade.
Por eso, según el candidato al Concejo, es necesario que el próximo alcalde de la ciudad, más que entregar sillas de ruedas, hable y se reúna con los empresarios, “explicándoles los beneficios tributarios de emplear a una persona con discapacidad”.
“La población con discapacidad no necesita que le regalen cosas, sino que le den oportunidades, oportunidad laboral, en estudio, acceso a la salud. Necesitamos una atención puntual”, finalizó Andrade.