Según Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma, durante los próximos cinco años los empresarios deberán renovar las 10.802 hectáreas de dicho sector.
Las agremiaciones de palmicultores del Cesar continúan en la lucha para frenar la pudrición del cogollo, una enfermedad que amenaza a los cultivos de palma de aceite.
Según las cifras oficiales, en el Cesar hay más de 77.869 hectáreas de palma de aceite sembradas, convirtiéndose en el principal cultivo, y solo por detrás de la ganadería en uso de la tierra.
La alerta fitosanitaria se generó dado el rápido aumento de casos de pudrición del cogollo que, en menos de seis meses, comprendidos entre julio de 2022 y enero de 2023, registró un incremento de 143.000 casos en el Cesar.
La enfermedad ha afectado con mayor fuerza los cultivos del municipio de El Copey, donde están en riesgo más de 10.802 hectáreas.
“La enfermedad sigue avanzando. Su crecimiento es exponencial. Se aceleran los números. No tenemos de otra que pensar en la renovación de la palma”, señaló Óscar Cifuentes, gerente general de Gremca, empresa ubicada en el núcleo de El Copey y Algarrobo, Magdalena.
Desafortunadamente, por su posición fronteriza con el Magdalena, uno de los departamentos más afectados, El Copey se ha convertido en el centro del contagio del departamento del Cesar. En el municipio, las autoridades han reportado un acumulado de más de 157 mil plantas afectadas por la PC.
Según Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma, durante los próximos cinco años los empresarios deberán renovar las 10.802 hectáreas de dicho sector.
“Erradicamos 300 hectáreas. Y erradicaremos 300 hectáreas este año. Eso se hace para evitar que llegue al cultivo sano”
Óscar Cifuentes.
En la zona norte, que incluye departamentos como el Cesar, Antioquia, Atlántico, Norte de Bolívar, Norte de Santander, Sucre, Chocó, Córdoba, La Guajira y Magdalena, los palmicultores han registrado pérdidas por 613 millones de dólares por culpa de la enfermedad PC.
“La incidencia actual de la PC en el Cesar es de 0,7% en focos aislados. Aún no genera afectaciones negativas en la productividad. Sin embargo tenemos dos puntos críticos: El Copey, con una incidencia del 13,4%, que es alta. Y un segundo foco en Tamalameque, con 2.429 hectáreas, con productores de pequeña escala”, explicó Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma.
Según Cooman aún no ha afectado la productividad del departamento, la cual se mide de dos maneras: en productividad de racimos y toneladas de aceite por hectárea. En el país se obtienen en promedio 16,4 toneladas de frutas frescas, en el Cesar el promedio es de 21 toneladas.
La palma de aceite representa el 50% de las hectáreas sembradas en el departamento del Cesar. Además, es uno de los sectores con mejores plantas industrializadas para transformar la materia prima.
Cabe recordar que la palma de aceite es usada para cosméticos, velas, jabón, biocombustible. En el Cesar es uno de los sectores que más genera empleo: 25.726 personas ocupadas.
Según Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma, durante los próximos cinco años los empresarios deberán renovar las 10.802 hectáreas de dicho sector.
Las agremiaciones de palmicultores del Cesar continúan en la lucha para frenar la pudrición del cogollo, una enfermedad que amenaza a los cultivos de palma de aceite.
Según las cifras oficiales, en el Cesar hay más de 77.869 hectáreas de palma de aceite sembradas, convirtiéndose en el principal cultivo, y solo por detrás de la ganadería en uso de la tierra.
La alerta fitosanitaria se generó dado el rápido aumento de casos de pudrición del cogollo que, en menos de seis meses, comprendidos entre julio de 2022 y enero de 2023, registró un incremento de 143.000 casos en el Cesar.
La enfermedad ha afectado con mayor fuerza los cultivos del municipio de El Copey, donde están en riesgo más de 10.802 hectáreas.
“La enfermedad sigue avanzando. Su crecimiento es exponencial. Se aceleran los números. No tenemos de otra que pensar en la renovación de la palma”, señaló Óscar Cifuentes, gerente general de Gremca, empresa ubicada en el núcleo de El Copey y Algarrobo, Magdalena.
Desafortunadamente, por su posición fronteriza con el Magdalena, uno de los departamentos más afectados, El Copey se ha convertido en el centro del contagio del departamento del Cesar. En el municipio, las autoridades han reportado un acumulado de más de 157 mil plantas afectadas por la PC.
Según Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma, durante los próximos cinco años los empresarios deberán renovar las 10.802 hectáreas de dicho sector.
“Erradicamos 300 hectáreas. Y erradicaremos 300 hectáreas este año. Eso se hace para evitar que llegue al cultivo sano”
Óscar Cifuentes.
En la zona norte, que incluye departamentos como el Cesar, Antioquia, Atlántico, Norte de Bolívar, Norte de Santander, Sucre, Chocó, Córdoba, La Guajira y Magdalena, los palmicultores han registrado pérdidas por 613 millones de dólares por culpa de la enfermedad PC.
“La incidencia actual de la PC en el Cesar es de 0,7% en focos aislados. Aún no genera afectaciones negativas en la productividad. Sin embargo tenemos dos puntos críticos: El Copey, con una incidencia del 13,4%, que es alta. Y un segundo foco en Tamalameque, con 2.429 hectáreas, con productores de pequeña escala”, explicó Alexander Patrick Cooman, director general de Cenipalma.
Según Cooman aún no ha afectado la productividad del departamento, la cual se mide de dos maneras: en productividad de racimos y toneladas de aceite por hectárea. En el país se obtienen en promedio 16,4 toneladas de frutas frescas, en el Cesar el promedio es de 21 toneladas.
La palma de aceite representa el 50% de las hectáreas sembradas en el departamento del Cesar. Además, es uno de los sectores con mejores plantas industrializadas para transformar la materia prima.
Cabe recordar que la palma de aceite es usada para cosméticos, velas, jabón, biocombustible. En el Cesar es uno de los sectores que más genera empleo: 25.726 personas ocupadas.