EL PILÓN dialogó con la exrectora de la Universidad Popular del Cesar y aspirante a la Alcaldía de Valledupar, Darling Guevara, sobre su candidatura.
Son muchos amigos, y algunos han participado en debates electorales. Son amigos que creen que Valledupar necesita un cambio estructural y han creído en mí. Cuando hicimos la reunión, ellos consideraron que la candidata debía ser Darling Guevara.
Por varias razones. La primera, mi experiencia en el sector público y privado. Segundo, soy una mujer que conoce Valledupar y sus 25 corregimientos. En tercer lugar, conozco las problemáticas de Valledupar. Por eso estoy como precandidata a la Alcaldía de Valledupar.
En ese momento, el presidente Iván Duque y algunas personas del partido me apoyaron para que yo fuera rectora.
No. Están en otras campañas.
Porque la mujer vallenata, cuando da su palabra, cumple. Si digo que voy a trabajar 24 horas en lo social para disminuir las problemáticas de la ciudad, lo cumpliré. La mujer vallenata es verraca.
Pero cuesta demasiado dinero ser elegido alcalde de Valledupar…
Es cierto, algunos candidatos cuentan con demasiado dinero, que yo cuestiono, porque conozco a todos los candidatos y te puedo decir que por su trabajo no tienen ese dinero. ¿De dónde sacan $7.000 o $10.000 millones? Eso es una exageración. Me gastaré en campaña lo que estipule el Consejo Nacional Electoral.
Las campañas deben cambiar. Los candidatos han jugado con la pobreza de la gente. Entre más pobres existan, mejor para algunos candidatos. Tiene que acabarse eso de comprar conciencia en Valledupar. No todos, pero muchos líderes ofrecen $200 mil por el voto, pero nunca se ve la mejora en el barrio.
Inseguridad y desempleo. Otro problema, para mí como madre, es el consumo de sustancias psicoactivas, y el desorden de la ciudad.
De un gobierno que no tiene autoridad y del ciudadano que no respeta las normas.
Lo más triste es que los que más sufren el desempleo son los jóvenes y les toca dedicarse al mototaxismo. Lo primero que haríamos es generar oportunidades a través de la educación. Valledupar, una ciudad universitaria. Entonces, lo primero sería educarlos. El 90% de los mototaxistas son jóvenes.
Lo segundo sería agremiarlos para identificar qué saben hacer. Algunos quieren ser emprendedores. Tercero, tenemos que generar confianza en los empresarios para atraerlos a la ciudad. No hay confianza.
Es necesario una buena relación con el Concejo, pero lo que no estoy de acuerdo es que por cada proyecto tenga que pagar una coima. Lo hemos vivido. Tenemos que renovar el Concejo. ¿Acaso son elegidos para que se les pague a la hora de aprobar el proyecto?
Autoridad y orden. El alcalde lo entregó por 30 años a un tercero. Como alcaldesa revisaría la concesión de tránsito. Esos profesionales que trabajarán en la parte privada, serán los mismos profesionales de lo público. ¿Por qué, como ciudad, hemos sido incapaces de hacer funcionar el tránsito? Sí somos capaces, pero se necesita autoridad.
Si el Gobierno nacional no ayuda a los alcaldes y gobernadores, en 10 o 15 años, Valledupar vivirá en violencia por las bandas criminales peleando el territorio. Como alcaldesa trabajaría de la mano de las autoridades.
Quiero ser la mejor amiga de la Policía, trabajaría de la mano de las juntas de acción comunal, con los taxistas, con los sacerdotes y pastores, para poder salvar a la juventud del microtráfico.
Yo buscaría el apoyo de todas las iglesias, y de los rectores de todos los colegios.
EL PILÓN dialogó con la exrectora de la Universidad Popular del Cesar y aspirante a la Alcaldía de Valledupar, Darling Guevara, sobre su candidatura.
Son muchos amigos, y algunos han participado en debates electorales. Son amigos que creen que Valledupar necesita un cambio estructural y han creído en mí. Cuando hicimos la reunión, ellos consideraron que la candidata debía ser Darling Guevara.
Por varias razones. La primera, mi experiencia en el sector público y privado. Segundo, soy una mujer que conoce Valledupar y sus 25 corregimientos. En tercer lugar, conozco las problemáticas de Valledupar. Por eso estoy como precandidata a la Alcaldía de Valledupar.
En ese momento, el presidente Iván Duque y algunas personas del partido me apoyaron para que yo fuera rectora.
No. Están en otras campañas.
Porque la mujer vallenata, cuando da su palabra, cumple. Si digo que voy a trabajar 24 horas en lo social para disminuir las problemáticas de la ciudad, lo cumpliré. La mujer vallenata es verraca.
Pero cuesta demasiado dinero ser elegido alcalde de Valledupar…
Es cierto, algunos candidatos cuentan con demasiado dinero, que yo cuestiono, porque conozco a todos los candidatos y te puedo decir que por su trabajo no tienen ese dinero. ¿De dónde sacan $7.000 o $10.000 millones? Eso es una exageración. Me gastaré en campaña lo que estipule el Consejo Nacional Electoral.
Las campañas deben cambiar. Los candidatos han jugado con la pobreza de la gente. Entre más pobres existan, mejor para algunos candidatos. Tiene que acabarse eso de comprar conciencia en Valledupar. No todos, pero muchos líderes ofrecen $200 mil por el voto, pero nunca se ve la mejora en el barrio.
Inseguridad y desempleo. Otro problema, para mí como madre, es el consumo de sustancias psicoactivas, y el desorden de la ciudad.
De un gobierno que no tiene autoridad y del ciudadano que no respeta las normas.
Lo más triste es que los que más sufren el desempleo son los jóvenes y les toca dedicarse al mototaxismo. Lo primero que haríamos es generar oportunidades a través de la educación. Valledupar, una ciudad universitaria. Entonces, lo primero sería educarlos. El 90% de los mototaxistas son jóvenes.
Lo segundo sería agremiarlos para identificar qué saben hacer. Algunos quieren ser emprendedores. Tercero, tenemos que generar confianza en los empresarios para atraerlos a la ciudad. No hay confianza.
Es necesario una buena relación con el Concejo, pero lo que no estoy de acuerdo es que por cada proyecto tenga que pagar una coima. Lo hemos vivido. Tenemos que renovar el Concejo. ¿Acaso son elegidos para que se les pague a la hora de aprobar el proyecto?
Autoridad y orden. El alcalde lo entregó por 30 años a un tercero. Como alcaldesa revisaría la concesión de tránsito. Esos profesionales que trabajarán en la parte privada, serán los mismos profesionales de lo público. ¿Por qué, como ciudad, hemos sido incapaces de hacer funcionar el tránsito? Sí somos capaces, pero se necesita autoridad.
Si el Gobierno nacional no ayuda a los alcaldes y gobernadores, en 10 o 15 años, Valledupar vivirá en violencia por las bandas criminales peleando el territorio. Como alcaldesa trabajaría de la mano de las autoridades.
Quiero ser la mejor amiga de la Policía, trabajaría de la mano de las juntas de acción comunal, con los taxistas, con los sacerdotes y pastores, para poder salvar a la juventud del microtráfico.
Yo buscaría el apoyo de todas las iglesias, y de los rectores de todos los colegios.