El hombre habría sido raptado y asesinado por los paramilitares para que fuera presentado por el Ejército como un guerrillero de las Farc.
Ante la mirada de los soldados del pelotón Radar 3, el paramilitar Alfredo Manuel Ávila de Hoyos, más conocido como alias el Químico, se llevó al ciudadano que se encontraba retenido con ellos hacia un portón de madera, le colocó una pañoleta en los ojos y se alejó para dispararle sin piedad con un fusil que tomó prestado de uno de los militares.
Después comenzó a realizar disparos al aire en busca de simular un combate, acción que enseguida apoyó el comandante del pelotón, el sargento Omar Quintana Aguirre, quien dio la orden a sus soldados de accionar el arma de dotación de cada uno.
El cuerpo de la víctima quedó tendido cerca del portón en un predio ubicado en la vereda El Buey del corregimiento de Badillo, área rural de Valledupar. Hasta ahí, el ciudadano había sido trasladado por los paramilitares luego de ser raptado en una zona cercana.
Asimismo, se lo entregaron al pelotón Radar 3 para que fuera presentado como un subversivo caído en combate a cambio de que entregaran unas municiones como habían acordado.
El sargento Omar Quintana reportó el resultado al Batallón de Artillería N° 2 La Popa y al poco tiempo recibió la llamada del oficial de operaciones, el mayor Jaime Jacobo Gutiérrez Salem.
“(…) me llamo [sic] el MY. Gutiérrez vía celular y me felicita por el resultado que había dado, donde yo (…) le informo la situación que había pasado y él me pregunta «¿qué brazalete tiene el sujeto?» yo le respondo «ninguno» y el MY. Gutiérrez me dice «repórtelo como frente 59 de las FARC»”, manifestó Omar Enrique Quintana Aguirre en una versión voluntaria entregada a la JEP el 10 de septiembre de 2019.
En el transcurso de la noche de ese 12 de mayo del año 2005 llegaron los miembros del CTI de la Fiscalía a realizar la inspección técnica de cadáver y lo trasladaron a Medicina Legal de Valledupar.
A la víctima la ingresaron como persona no identificada perteneciente a las FARC. Por el resultado, el pelotón disfrutó de 15 días de descanso.
LA PRENSA
El 16 de mayo de 2005 la noticia la registró los diarios Vanguardia Liberal y EL PILÓN donde la familia reconoció al fallecido como Dagoberto Cruz Cuadrado.
Los familiares, según lo registrado en las noticias, desmintieron que Dagoberto Cruz perteneciera a algún grupo armado. Además, indicaron que el hombre perteneció a las filas del Ejército Nacional y se dedicaba al oficio de albañilería.
La denuncia plasmada en el papel periódico, exactamente la publicada en Vanguardia Liberal, llegó a las manos en aquella oportunidad del comandante del Batallón La Popa, teniente coronel Juan Carlos Figueroa y el oficial Jaime Jacobo Gutiérrez.
“El MY. Gutiérrez me llamo [sic] por teléfono y me dijo que me presentara en la oficina del TC. Figueroa, en presencia de mi MY. Gutiérrez y mi coronel, me pasa un periódico donde me dice léalo Quintana, donde la esposa del sujeto dado de baja denuncia la situación sucedida y los dos comandantes me dicen «no se preocupe Quintana, los dos lo apoyamos y para el batallón eso es normal» [sic]”, agregó Quintana Aguirre en su versión libre.
‘LA VERDAD’
No obstante, en realidad la muerte de Dagoberto Cruz provino de una gestión que comenzó el mismo sargento Omar Enrique Quintana con el soldado regular Rodrigo López Mendoza.
“(…) yo llame [sic] aparte al soldado López Mendoza, le comente [sic] si tenía gente o conocidos del pueblo, que nos podrían ayudar a dar un resultado, él me dijo que en el pueblo de él, había gente dura de la autodefensa que nos podían colaborar con un resultado, yo (…) le daba permiso al soldado López Mendoza, para que tomara contacto con la gente que él conocía en el corregimiento de Badillo y poder planear un resultado para la contraguerrilla [sic]”, reconoció Quintana.
Así lograron contactar a alias el Químico que se hizo cargo de la ejecución extrajudicial a cambio solamente de las municiones que había pedido su jefe.
LOS INVOLUCRADOS
El exmilitar Omar Enrique Quintana Aguirre se acogió a la JEP y reconoció la ejecución extrajudicial.
Alfredo Manuel Ávila de Hoyos, alias ‘el Químico’, fue capturado en el mes de agosto del año 2019 y procesado por la Fiscalía General de la Nación.
El mayor (r) Guillermo Gutiérrez en una versión libre aseguró ante la JEP que desconocía que a Dagoberto Cruz lo hubieran asesinado de manera extrajudicial, debido a que el apoyo que entregó a Quintana se basó en el ‘principio de la buena fe’.
“Lo que se le quiso decir (…) es que se le estaba apoyando a él, de que él había hecho las cosas bien, porque (…) partimos de que él (…) había hecho las cosas bien, (…) si a mí me dice (…):«mire que esto fue así», me dice la verdad, yo (…) mismo lo hubiera denunciado, pero yo estaba partiendo de que todo estaba siendo legal, normal y como debe ser (…), o sea… mis palabras nunca fueron de apoyo a algo ilegal, (…) todo lo que se le dijo al sargento era creyendo en el principio de la buena fe de que él nos había manifestado de que las cosas se habían presentado como un combate normal (…) con organizaciones armadas (sic)”, aseguró Gutiérrez Salem en la versión voluntaria del 10 de julio de 2020.
Finalmente, el excomandante del Batallón La Popa, teniente coronel Juan Carlos Figueroa, se declaró inocente de los falsos positivos.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
El hombre habría sido raptado y asesinado por los paramilitares para que fuera presentado por el Ejército como un guerrillero de las Farc.
Ante la mirada de los soldados del pelotón Radar 3, el paramilitar Alfredo Manuel Ávila de Hoyos, más conocido como alias el Químico, se llevó al ciudadano que se encontraba retenido con ellos hacia un portón de madera, le colocó una pañoleta en los ojos y se alejó para dispararle sin piedad con un fusil que tomó prestado de uno de los militares.
Después comenzó a realizar disparos al aire en busca de simular un combate, acción que enseguida apoyó el comandante del pelotón, el sargento Omar Quintana Aguirre, quien dio la orden a sus soldados de accionar el arma de dotación de cada uno.
El cuerpo de la víctima quedó tendido cerca del portón en un predio ubicado en la vereda El Buey del corregimiento de Badillo, área rural de Valledupar. Hasta ahí, el ciudadano había sido trasladado por los paramilitares luego de ser raptado en una zona cercana.
Asimismo, se lo entregaron al pelotón Radar 3 para que fuera presentado como un subversivo caído en combate a cambio de que entregaran unas municiones como habían acordado.
El sargento Omar Quintana reportó el resultado al Batallón de Artillería N° 2 La Popa y al poco tiempo recibió la llamada del oficial de operaciones, el mayor Jaime Jacobo Gutiérrez Salem.
“(…) me llamo [sic] el MY. Gutiérrez vía celular y me felicita por el resultado que había dado, donde yo (…) le informo la situación que había pasado y él me pregunta «¿qué brazalete tiene el sujeto?» yo le respondo «ninguno» y el MY. Gutiérrez me dice «repórtelo como frente 59 de las FARC»”, manifestó Omar Enrique Quintana Aguirre en una versión voluntaria entregada a la JEP el 10 de septiembre de 2019.
En el transcurso de la noche de ese 12 de mayo del año 2005 llegaron los miembros del CTI de la Fiscalía a realizar la inspección técnica de cadáver y lo trasladaron a Medicina Legal de Valledupar.
A la víctima la ingresaron como persona no identificada perteneciente a las FARC. Por el resultado, el pelotón disfrutó de 15 días de descanso.
LA PRENSA
El 16 de mayo de 2005 la noticia la registró los diarios Vanguardia Liberal y EL PILÓN donde la familia reconoció al fallecido como Dagoberto Cruz Cuadrado.
Los familiares, según lo registrado en las noticias, desmintieron que Dagoberto Cruz perteneciera a algún grupo armado. Además, indicaron que el hombre perteneció a las filas del Ejército Nacional y se dedicaba al oficio de albañilería.
La denuncia plasmada en el papel periódico, exactamente la publicada en Vanguardia Liberal, llegó a las manos en aquella oportunidad del comandante del Batallón La Popa, teniente coronel Juan Carlos Figueroa y el oficial Jaime Jacobo Gutiérrez.
“El MY. Gutiérrez me llamo [sic] por teléfono y me dijo que me presentara en la oficina del TC. Figueroa, en presencia de mi MY. Gutiérrez y mi coronel, me pasa un periódico donde me dice léalo Quintana, donde la esposa del sujeto dado de baja denuncia la situación sucedida y los dos comandantes me dicen «no se preocupe Quintana, los dos lo apoyamos y para el batallón eso es normal» [sic]”, agregó Quintana Aguirre en su versión libre.
‘LA VERDAD’
No obstante, en realidad la muerte de Dagoberto Cruz provino de una gestión que comenzó el mismo sargento Omar Enrique Quintana con el soldado regular Rodrigo López Mendoza.
“(…) yo llame [sic] aparte al soldado López Mendoza, le comente [sic] si tenía gente o conocidos del pueblo, que nos podrían ayudar a dar un resultado, él me dijo que en el pueblo de él, había gente dura de la autodefensa que nos podían colaborar con un resultado, yo (…) le daba permiso al soldado López Mendoza, para que tomara contacto con la gente que él conocía en el corregimiento de Badillo y poder planear un resultado para la contraguerrilla [sic]”, reconoció Quintana.
Así lograron contactar a alias el Químico que se hizo cargo de la ejecución extrajudicial a cambio solamente de las municiones que había pedido su jefe.
LOS INVOLUCRADOS
El exmilitar Omar Enrique Quintana Aguirre se acogió a la JEP y reconoció la ejecución extrajudicial.
Alfredo Manuel Ávila de Hoyos, alias ‘el Químico’, fue capturado en el mes de agosto del año 2019 y procesado por la Fiscalía General de la Nación.
El mayor (r) Guillermo Gutiérrez en una versión libre aseguró ante la JEP que desconocía que a Dagoberto Cruz lo hubieran asesinado de manera extrajudicial, debido a que el apoyo que entregó a Quintana se basó en el ‘principio de la buena fe’.
“Lo que se le quiso decir (…) es que se le estaba apoyando a él, de que él había hecho las cosas bien, porque (…) partimos de que él (…) había hecho las cosas bien, (…) si a mí me dice (…):«mire que esto fue así», me dice la verdad, yo (…) mismo lo hubiera denunciado, pero yo estaba partiendo de que todo estaba siendo legal, normal y como debe ser (…), o sea… mis palabras nunca fueron de apoyo a algo ilegal, (…) todo lo que se le dijo al sargento era creyendo en el principio de la buena fe de que él nos había manifestado de que las cosas se habían presentado como un combate normal (…) con organizaciones armadas (sic)”, aseguró Gutiérrez Salem en la versión voluntaria del 10 de julio de 2020.
Finalmente, el excomandante del Batallón La Popa, teniente coronel Juan Carlos Figueroa, se declaró inocente de los falsos positivos.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN