A los docentes ocasionales y catedráticos de la Universidad Popular del Cesar, UPC, no les han liquidado las prestaciones sociales correspondientes al 2021 y en el 2022 los recursos para el pago de sus honorarios solo alcanzaron hasta marzo, situación que ya ha sido expuesta por estos miembros de la comunidad upecista. 

En cifras: la UPC tiene un déficit de más de 12.000 millones de pesos, así lo aseguró el rector en propiedad Rober Romero Ramírez, lo que pone en riesgo el curso normal de las clases, tal como lo han manifestado los protestantes. 

“Hoy apenas contamos con 4.000 millones de pesos para asumir la carga salarial de los docentes catedráticos y ocasionales para el segundo semestre y necesitamos alrededor de $16.000 millones que tenemos que conseguir de aquí al mes de agosto”, relató Romero. 

¿DE DÓNDE SALDRÁ EL DINERO PARA LAS DEUDAS? 

En la rueda de prensa que se realizó este lunes en el auditorio Jaime Molina de la  sede de Bellas Artes para dar a conocer ‘el estado actual de la universidad’, Romero Ramírez aseveró que el mismo día de posesión tramitó ante el Ministerio de Educación, MEN, los recursos de gratuidad. 

“En ese sentido, el MEN debe girarnos alrededor de 13.000 millones de pesos y con eso aspiro pagarle a los docentes sus prestaciones sociales”, subrayó el directivo. 

Por otra parte, una semana antes de que Romero asumiera la rectoría de la alma mater, el representante estudiantil ante el Consejo Superior, CSU, Juan López Nacimiento aseguró a esta casa editorial su versión sobre el flujo de caja. 

“El presupuesto de los profesores para este año es de $32.000 millones, pero tan solo en este semestre se gastaron $20.000 millones, pero además, se debían $7.000 millones de liquidaciones, lo que dejó un saldo de solo $5.000 millones para esta vigencia”, dijo el consejero.      

FALTAN MÁS RECURSOS 

A pesar de las cuentas, faltan recursos para garantizar el pago correspondiente de  los meses que faltan de este semestre, así como también de la próxima vigencia. Ante eso, el abogado Rober Romero mencionó que el dinero “deberá provenir de Fedecesar, de convenios interadministrativos, venta de servicios…”. 

Las afectaciones por la falta de dinero en este centro de educación superior también la padecen los contratistas, uno de ellos reservó su identidad pero explicó a EL PILÓN que hay alrededor de 100 personas que desde febrero no reciben la remuneración que corresponde al contrato de prestación de servicios que firmaron con la universidad. 

“El compromiso escrito dice que si no se cumple con las actividades contratadas esto podría traer sanciones, pero es la universidad la que está incumpliendo mientras nosotros debemos seguir trabajando sin recibir nuestro sustento”.

POR ANDREA GUERRA PEÑA / EL PILÓN. 

@andreaguerraperiodista