A raíz de la pandemia ocasionada por el coronavirus, colegios y universidades debieron reinventarse, y con ello demostraron que se pueden explorar otros modelos de enseñanza.
Los años 2020 y 2021 han sido atípicos desde cualquier punto de vista que se mire, con grandes cambios en general. En el aspecto educativo, estos cambios provocaron nuevas metodologías de trabajo, generando que los profesores e instituciones educativas de los distintos niveles y ámbitos se adaptaran al momento y se transformaran.
La pandemia ratificó las debilidades que tiene el sistema educativo colombiano y es por eso que, casi como camaleones, las instituciones, docentes y estudiantes debieron reinventarse y buscar la manera de continuar con los procesos formativos. Cualquiera pensaría que al igual que todos los sectores de la sociedad, tales como el comercio, el trabajo, los encuentros sociales y demás, la educación se paralizaría; no obstante, se demostró que se puede adaptar a cada uno de los cambios que puedan existir.
En medio de la difícil afectación que ha dejado la pandemia, se ha creado un momento histórico para la educación, ya que demostró que es esencial explorar nuevos modelos de enseñanza para mejorar el aprendizaje y en este empeño, las nuevas tecnologías han inyectado dinamismo a la educación online.
Aunque son muchos los beneficios y aportes que han tenido los avances tecnológicos en la sociedad actual, y específicamente en la educación, también ha sido un reto para los estudiantes y educadores asumirlos en su campo formativo. Adaptarse a esta nueva realidad no ha sido fácil, pero tampoco imposible y se demostró, una vez más, que la tecnología se posicionó como principal factor de cambio, siempre y cuando se utilice como el eje rector de las nuevas estrategias en la educación.
Las nuevas generaciones de estudiantes son diferentes a las de hace algunos años, entre otras cosas porque usan más tecnología para educarse. En otras palabras, la tecnología se ha convertido en algo natural en el día a día de los alumnos y la pandemia ocasionada por el covid-19 visibilizó la necesidad de intensificar la virtualidad como una forma de aprendizaje.
Sin embargo, la alternancia ha dejado en manifiesto que la virtualidad no solo debe ser un recurso que se deba utilizar en épocas críticas del covid-19, sino que esta llegó para quedarse en las aulas de clase. Es por eso que las instituciones educativas han buscado incluir estrategias en sus metodologías y planes educativos, con el fin de que estos se acoplen a esta era virtual y así continuar aportando a la formación integral de los estudiantes.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN [email protected]
A raíz de la pandemia ocasionada por el coronavirus, colegios y universidades debieron reinventarse, y con ello demostraron que se pueden explorar otros modelos de enseñanza.
Los años 2020 y 2021 han sido atípicos desde cualquier punto de vista que se mire, con grandes cambios en general. En el aspecto educativo, estos cambios provocaron nuevas metodologías de trabajo, generando que los profesores e instituciones educativas de los distintos niveles y ámbitos se adaptaran al momento y se transformaran.
La pandemia ratificó las debilidades que tiene el sistema educativo colombiano y es por eso que, casi como camaleones, las instituciones, docentes y estudiantes debieron reinventarse y buscar la manera de continuar con los procesos formativos. Cualquiera pensaría que al igual que todos los sectores de la sociedad, tales como el comercio, el trabajo, los encuentros sociales y demás, la educación se paralizaría; no obstante, se demostró que se puede adaptar a cada uno de los cambios que puedan existir.
En medio de la difícil afectación que ha dejado la pandemia, se ha creado un momento histórico para la educación, ya que demostró que es esencial explorar nuevos modelos de enseñanza para mejorar el aprendizaje y en este empeño, las nuevas tecnologías han inyectado dinamismo a la educación online.
Aunque son muchos los beneficios y aportes que han tenido los avances tecnológicos en la sociedad actual, y específicamente en la educación, también ha sido un reto para los estudiantes y educadores asumirlos en su campo formativo. Adaptarse a esta nueva realidad no ha sido fácil, pero tampoco imposible y se demostró, una vez más, que la tecnología se posicionó como principal factor de cambio, siempre y cuando se utilice como el eje rector de las nuevas estrategias en la educación.
Las nuevas generaciones de estudiantes son diferentes a las de hace algunos años, entre otras cosas porque usan más tecnología para educarse. En otras palabras, la tecnología se ha convertido en algo natural en el día a día de los alumnos y la pandemia ocasionada por el covid-19 visibilizó la necesidad de intensificar la virtualidad como una forma de aprendizaje.
Sin embargo, la alternancia ha dejado en manifiesto que la virtualidad no solo debe ser un recurso que se deba utilizar en épocas críticas del covid-19, sino que esta llegó para quedarse en las aulas de clase. Es por eso que las instituciones educativas han buscado incluir estrategias en sus metodologías y planes educativos, con el fin de que estos se acoplen a esta era virtual y así continuar aportando a la formación integral de los estudiantes.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN [email protected]