La Fundación Carboandes, con apoyo del programa Riqueza Natural de USAID, la Corporación Autónoma Regional del Cesar y la Alcaldía municipal de Becerril, desde septiembre del año 2020, viene desarrollando el proyecto ‘Conservación del bosque seco tropical’, a través de un núcleo de restauración/conservación comunitaria que contribuye a la conectividad y protección en la serranía del Perijá.

Este proyecto tiene como objetivo contribuir a la conservación del bosque seco tropical y desarrolla una metodología de monitoreo comunitario de la biodiversidad, evalúa la calidad del agua mediante el uso de biondicadores; busca fortalecer la gobernanza de las comunidades vulnerables que aporten a una mejor gestión en la conservación de paisajes rurales conectados y que contribuyan al manejo sostenible de los recursos naturales en el municipio de Becerril.

Para cumplir con el objetivo propuesto se conformó un comité para capacitar como gestores comunitarios de la biodiversidad a 23 personas de las comunidades: Hato La Guajira, Tucuycito La Loma y Santa Fe.

Este grupo de gestores está integrado por habitantes de la región, entre los que se encuentran niños, jóvenes y adultos, acompañados por el equipo de profesionales de la fundación Carboandes, los cuales han implementado técnicas como recorridos periódicos y cámaras para la identificación de vertebrados terrestres; han recolectado e identificado in situ los macro invertebrados acuáticos para la evaluación de la calidad de agua y el posterior análisis con la comunidad. Cabe mencionar que la información recopilada será de gran utilidad para evaluar y proponer estrategias de conservación de la biodiversidad y el recurso hídrico.

CERTIFICACIÓN DE GESTORES COMUNITARIOS

Por otro lado, en el marco del proyecto de ‘Conservación del bosque seco tropical’, este sábado 6 de noviembre, la fundación Carboandes, como reconocimiento al compromiso de la comunidad en el monitoreo de los recursos naturales, realizó un acto simbólico en el municipio de Becerril para certificar al primer grupo de gestores comunitarios de la biodiversidad.

Es importante mencionar que este proyecto ha permitido realizar el seguimiento de vertebrados terrestres a lo largo de un núcleo de conservación que abarca 780 hectáreas ocupadas por agroecosistemas y parches de bosque seco tropical, y a su vez, han evaluado la calidad del agua del arroyo Pitalito mediante el uso de los macroinvertebrados acuáticos.

Por su parte, Álvaro Zequeira, Camilo Fernández y Luis Hoyos, profesionales en temas ambientales, quienes han liderado el proceso de monitoreo, consideran que este tipo de metodologías son importantes en la medida que puedan ser replicadas en otras comunidades para así generar redes de monitoreo que permitan una mejor gestión del bosque seco tropical en la serranía del Perijá.