Las industrias y la expansión de la frontera agropecuaria han aumentado la producción de gases de efecto invernadero en el Cesar, provocando que en los años siguientes aumente la temperatura hasta en un 1.2 °C, según el Ideam.
En el departamento del Cesar la deforestación, la explotación de energías fósiles y la expansión de la frontera agropecuaria a zonas de conservación natural son algunas de las actividades humanas que han aumentado la producción de gases de infecto invernadero. Así mismo, las elevadas temperaturas que pueden llegar hasta por encima de los 40°C, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
En ese sentido, la concentración de dichos gases vuelve más opaca la atmósfera y no permite que los rayos solares que han ingresado salgan de manera natural, provocando una mayor concentración de rayos solares que aumentan la temperatura, según explicó Hernán Maestre, especialista en Gestión Ambiental.
De acuerdo con el experto, actualmente el departamento está viviendo las consecuencias del cambio climático. Las repentinas lluvias, las altas temperaturas, la presencia de partículas en el aire y la desertificación de los suelos son el producto de la falta de políticas públicas enfocadas a la preservación de los recursos naturales.
“A pesar que el bosque seco tropical que está en el departamento es el que más produce oxígeno y retiene más gas carbono, se han deforestado extensas hectáreas para actividades industriales y para la agricultura. Ese flagelo comenzó con la siembra de algodón en la época de los 70, 80 y 90 porque se cultivaban unas 120.000 hectáreas de algodón, que era en un principio de cobertura de vegetal y de árboles endémicos”, manifestó Maestre.
En ese orden de ideas, explicó que la deforestación es uno de los principales factores que ha propiciado el deterioro ambiental del departamento debido a que los árboles funcionan como reguladores de la temperatura y generadores de microclimas que contribuyen a refrescar el aire, acotando que el camino más viable para hacerle frente al cambio climático es adaptarse e implementar acciones de mitigación.
ENERGÍAS ALTERNATIVAS
De acuerdo con Gustavo Arregocés, ingeniero de minas especializado en Gestión Ambiental, para mitigar el impacto ambiental en el departamento del Cesar se necesita la implementación de energías renovables para remplazar paulatinamente las fósiles como el carbón y el gas.
El experto aseveró que el uso de la energía fotovoltaica, eólica, hidráulica, biomasa y biogás son ideales para disminuir las emisiones de gas carbono a la atmósfera; así como no alterar las áreas naturales con la construcción de infraestructuras que vulneran los bosques con la tala de árboles y el daño químico hacia el suelo con la explotación de minerales.
Cabe recordar que según un informe de la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME, en el Cesar se contempla la construcción de 13 proyectos solares a gran escala, 4 de ellos a corto plazo; algunos de estos son: el Enel en La Loma, con 150 megavatios (MW); y el de Celsia en Valledupar, con 80 MW. Hay otros dos proyectos: PV La Mata (80 MW) y Sol de Gamarrita (45 MW).
Dichas iniciativas podrían disminuir la carga ambiental que tiene el departamento e impulsar la economía sostenible en el territorio por medio de un modelo de generación energético que se proyecta como amigable con el medio ambiente y de un largo periodo de duración.
REFORESTACIÓN QUE BAJA LA TEMPERATURA
De acuerdo con el Plan Integral de Gestión de Cambio Climático Territorial del Cesar 3032, en el departamento hay 65.300 hectáreas (ha) de bosque seco tropical, 55.700 ha de páramos y 54.400 ha de humedales, siendo uno de los departamentos con mayor extensión vegetal del país. Sin embargo, se presenta una deforestación de hasta 1.100 ha por año, según el Ideam.
La entidad precisó que el departamento solo conserva el 8,4 % de sus áreas naturales. En ese sentido, el ingeniero forestal Mario Peña comentó que es necesario que la dinámica de reforestación en el departamento sea más rigurosa y se implemente con mayor velocidad porque carece consistencia.
“Hay un plan de arbolado y de gestión contra el cambio climático que ha sido implementado en no más de un 30 %. Las más de 60.000 hectáreas protegidas que tiene el departamento están siendo vulneradas por talas ilegales para la venta de madera y para expandir las áreas de cultivos. No hay un control, ni vigilancia rigurosa sobre esas áreas y al no haberlo terceros las están aprovechando para fines económicos”, manifestó Peña.
Explicó que es necesario aumentar el pie de fuerza para reforestar el departamento porque las altas temperaturas también son productos de la tala de árboles, acotando que el Cesar se está quedando sin su amplia reserva de oxígeno y sin los captadores de gas carbono que regulaban el aire.
REGULACIÓN DEL TRANSPORTE Y EL SECTOR AGROPECUARIO
De acuerdo con Arregocés, es necesario disminuir el uso de vehículos y remplazarlos por las bicicletas, precisando que si las personas tienen dificultad para adquirir ese medio de transporte pueden utilizar de manera masiva el transporte público porque este contribuirá a reducir las emisiones de gas carbono que producen los más de 100.000 vehículos que circulan en el departamento.
Por otro lado, se hace necesario la implementación de prácticas agropecuarias sostenibles debido a que el 60 % de las emisiones provienen del sector agropecuario, dado que el 6,7 % del hato bovino nacional se encuentra en el Cesar, según un censo agropecuario del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, para el año 2016.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.
Las industrias y la expansión de la frontera agropecuaria han aumentado la producción de gases de efecto invernadero en el Cesar, provocando que en los años siguientes aumente la temperatura hasta en un 1.2 °C, según el Ideam.
En el departamento del Cesar la deforestación, la explotación de energías fósiles y la expansión de la frontera agropecuaria a zonas de conservación natural son algunas de las actividades humanas que han aumentado la producción de gases de infecto invernadero. Así mismo, las elevadas temperaturas que pueden llegar hasta por encima de los 40°C, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
En ese sentido, la concentración de dichos gases vuelve más opaca la atmósfera y no permite que los rayos solares que han ingresado salgan de manera natural, provocando una mayor concentración de rayos solares que aumentan la temperatura, según explicó Hernán Maestre, especialista en Gestión Ambiental.
De acuerdo con el experto, actualmente el departamento está viviendo las consecuencias del cambio climático. Las repentinas lluvias, las altas temperaturas, la presencia de partículas en el aire y la desertificación de los suelos son el producto de la falta de políticas públicas enfocadas a la preservación de los recursos naturales.
“A pesar que el bosque seco tropical que está en el departamento es el que más produce oxígeno y retiene más gas carbono, se han deforestado extensas hectáreas para actividades industriales y para la agricultura. Ese flagelo comenzó con la siembra de algodón en la época de los 70, 80 y 90 porque se cultivaban unas 120.000 hectáreas de algodón, que era en un principio de cobertura de vegetal y de árboles endémicos”, manifestó Maestre.
En ese orden de ideas, explicó que la deforestación es uno de los principales factores que ha propiciado el deterioro ambiental del departamento debido a que los árboles funcionan como reguladores de la temperatura y generadores de microclimas que contribuyen a refrescar el aire, acotando que el camino más viable para hacerle frente al cambio climático es adaptarse e implementar acciones de mitigación.
ENERGÍAS ALTERNATIVAS
De acuerdo con Gustavo Arregocés, ingeniero de minas especializado en Gestión Ambiental, para mitigar el impacto ambiental en el departamento del Cesar se necesita la implementación de energías renovables para remplazar paulatinamente las fósiles como el carbón y el gas.
El experto aseveró que el uso de la energía fotovoltaica, eólica, hidráulica, biomasa y biogás son ideales para disminuir las emisiones de gas carbono a la atmósfera; así como no alterar las áreas naturales con la construcción de infraestructuras que vulneran los bosques con la tala de árboles y el daño químico hacia el suelo con la explotación de minerales.
Cabe recordar que según un informe de la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME, en el Cesar se contempla la construcción de 13 proyectos solares a gran escala, 4 de ellos a corto plazo; algunos de estos son: el Enel en La Loma, con 150 megavatios (MW); y el de Celsia en Valledupar, con 80 MW. Hay otros dos proyectos: PV La Mata (80 MW) y Sol de Gamarrita (45 MW).
Dichas iniciativas podrían disminuir la carga ambiental que tiene el departamento e impulsar la economía sostenible en el territorio por medio de un modelo de generación energético que se proyecta como amigable con el medio ambiente y de un largo periodo de duración.
REFORESTACIÓN QUE BAJA LA TEMPERATURA
De acuerdo con el Plan Integral de Gestión de Cambio Climático Territorial del Cesar 3032, en el departamento hay 65.300 hectáreas (ha) de bosque seco tropical, 55.700 ha de páramos y 54.400 ha de humedales, siendo uno de los departamentos con mayor extensión vegetal del país. Sin embargo, se presenta una deforestación de hasta 1.100 ha por año, según el Ideam.
La entidad precisó que el departamento solo conserva el 8,4 % de sus áreas naturales. En ese sentido, el ingeniero forestal Mario Peña comentó que es necesario que la dinámica de reforestación en el departamento sea más rigurosa y se implemente con mayor velocidad porque carece consistencia.
“Hay un plan de arbolado y de gestión contra el cambio climático que ha sido implementado en no más de un 30 %. Las más de 60.000 hectáreas protegidas que tiene el departamento están siendo vulneradas por talas ilegales para la venta de madera y para expandir las áreas de cultivos. No hay un control, ni vigilancia rigurosa sobre esas áreas y al no haberlo terceros las están aprovechando para fines económicos”, manifestó Peña.
Explicó que es necesario aumentar el pie de fuerza para reforestar el departamento porque las altas temperaturas también son productos de la tala de árboles, acotando que el Cesar se está quedando sin su amplia reserva de oxígeno y sin los captadores de gas carbono que regulaban el aire.
REGULACIÓN DEL TRANSPORTE Y EL SECTOR AGROPECUARIO
De acuerdo con Arregocés, es necesario disminuir el uso de vehículos y remplazarlos por las bicicletas, precisando que si las personas tienen dificultad para adquirir ese medio de transporte pueden utilizar de manera masiva el transporte público porque este contribuirá a reducir las emisiones de gas carbono que producen los más de 100.000 vehículos que circulan en el departamento.
Por otro lado, se hace necesario la implementación de prácticas agropecuarias sostenibles debido a que el 60 % de las emisiones provienen del sector agropecuario, dado que el 6,7 % del hato bovino nacional se encuentra en el Cesar, según un censo agropecuario del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, para el año 2016.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.