Para los que conocimos a Luis Mizar es inolvidable. Fue un destacado tallerista de creación literaria a nivel nacional. Sus primeros poemas fueron publicados en la revista ‘El Candil’ de la Universidad de Cartagena (1984).
En homenaje al poeta vallenato Luis Mizar Maestre (1962-2015), un grupo de amigos amantes de la literatura ofrendan un recital con poemas de Mizar y de otros autores en su honor. El homenaje es hoy jueves (8 de julio) en el Café de Margarita Rosa Quiroz, ubicado en el Centro Artesanal Calle Grande. El evento es coordinado por la Asociación Valle de Poesía, que lidera Eduardo Santos Ortega, y por el poeta José Atuesta Mindiola. Y participaran, entre otros, Wilfrido Rodríguez, Marta Navarro, Marielsy Zequiera, Wilson Simanca (Wilsao), Guillermo Silva y Edith Ramona Mendoza.
De Mizar, dice el escritor Juan Manuel Roca: “A lo mejor muchos distraídos habitantes de su región aún no se han dado cuenta de lo enraizado como estaba el poeta amigo en su paisaje, pero para nadie que lo conoció resultará olvidable”.
Es cierto, para los que conocimos a Luis Mizar es inolvidable. Fue un destacado tallerista de creación literaria a nivel nacional. Sus primeros poemas fueron publicados en la revista ‘El Candil’ de la Universidad de Cartagena (1984). Ganador de varios concursos regionales de cuentos y poesías, en 1996 ganó el Concurso Internacional de Poesía Carlos Castro Saavedra con el poemario ‘Psalmos Apócrifos’. Dejó una extensa obra poética publicada: ‘Expresiones para el descalabro’, ‘Partitura en sepia para la maga’, ‘Bitácora del atisbador’, ‘Letanías del convaleciente’ y ‘Brizna de la Nada Umbría’.
Psalmo de la primera piedra
Señor, puesto que yo soy
todos los hombres
es justo que sea condenado
por haber arrojado la piedra
que golpeó el rostro del ángel
y volvió añicos el cielo
creyéndome
(en un peregrino arrebato
de santidad)
libre de la renga sombra
de los pecados.
///
Psalmo del toro barcino
Señor, estoy pasando por
momentos difíciles y en estos días
de ventanas cerradas y heridas abiertas
me busco en el barro pegajoso
de la calle Piñango y no me encuentro.
Me indago en el viento triste que noche
a noche invade el callejón de los estribos
y la respuesta es dura
como un inesperado golpe de piedra:
¡Ten valor y no huyas de ti mismo!
Conmovido, escucho el rumor del mar
y el rumor del mar me exclama:
Si hoy tienes valor, mañana
no estarás muerto!
“Señor, en estos momentos
apretados de sal. Dame valentía,
dame serenidad para lidiar
el toro barcino de cornamenta brava
que será el día de mañana.
//
Salmo del Valle de Upar
(Por Juan Manuel Roca)
Si el viento trae vagos acordes
Del cantor que venció al oscuro
En un claro del bosque
Y de la noche.
Si desciende en el torrente
Del invierno
Una flor robada por el río
A la tumba de Lorenzo Morales
Si el agua
Se baña a sí misma
En los charcos de la luna.
Si la ceiba
Dibuja en la pizarra del río
El mapa de su fronda,
Es hora, compadre Luis Mizar,
De escribir un nuevo salmo.
///.
Partitura del descalabro de Mizar
(Por Wilfrido Rodríguez Orozco)
Este cuerpo traidor
ha tatuado en mi piel
relatos que ocultan
briznas de oscuridad.
Es mordisco de culpas,
alas desvanecidas,
sorda mezquindad,
demonio que humaniza
la perfecta ingravidez.
¿A dónde van?
¿En qué pozo se pudren
las breñas del recuerdo?
Duele cerrar los ojos
en la noche temprana
despidiendo las sombras
bajo el sol de mi cabeza.
III
Itinerario del poeta Mizar
(Por José Atuesta Mindiola)
Por el invierno que apresura
la tristeza en los zapatos de Vallejo.
Por las lágrimas de la noche
en el lienzo de Penélope.
Por la mariposa que sueña
en las barbas del abuelo.
Por la ironía de los clavos
en la sangre del madero.
Por los espejos del mar
en la risa de los alcatraces.
Por la dudosa penumbra
de la linterna de Borges.
Por la ruta apacible del venado
en la tarde mansa del jaguar.
Por la renuncia del cazador
que regresa con el peso
de su sombra.
Por: Amigos de la literatura
Para los que conocimos a Luis Mizar es inolvidable. Fue un destacado tallerista de creación literaria a nivel nacional. Sus primeros poemas fueron publicados en la revista ‘El Candil’ de la Universidad de Cartagena (1984).
En homenaje al poeta vallenato Luis Mizar Maestre (1962-2015), un grupo de amigos amantes de la literatura ofrendan un recital con poemas de Mizar y de otros autores en su honor. El homenaje es hoy jueves (8 de julio) en el Café de Margarita Rosa Quiroz, ubicado en el Centro Artesanal Calle Grande. El evento es coordinado por la Asociación Valle de Poesía, que lidera Eduardo Santos Ortega, y por el poeta José Atuesta Mindiola. Y participaran, entre otros, Wilfrido Rodríguez, Marta Navarro, Marielsy Zequiera, Wilson Simanca (Wilsao), Guillermo Silva y Edith Ramona Mendoza.
De Mizar, dice el escritor Juan Manuel Roca: “A lo mejor muchos distraídos habitantes de su región aún no se han dado cuenta de lo enraizado como estaba el poeta amigo en su paisaje, pero para nadie que lo conoció resultará olvidable”.
Es cierto, para los que conocimos a Luis Mizar es inolvidable. Fue un destacado tallerista de creación literaria a nivel nacional. Sus primeros poemas fueron publicados en la revista ‘El Candil’ de la Universidad de Cartagena (1984). Ganador de varios concursos regionales de cuentos y poesías, en 1996 ganó el Concurso Internacional de Poesía Carlos Castro Saavedra con el poemario ‘Psalmos Apócrifos’. Dejó una extensa obra poética publicada: ‘Expresiones para el descalabro’, ‘Partitura en sepia para la maga’, ‘Bitácora del atisbador’, ‘Letanías del convaleciente’ y ‘Brizna de la Nada Umbría’.
Psalmo de la primera piedra
Señor, puesto que yo soy
todos los hombres
es justo que sea condenado
por haber arrojado la piedra
que golpeó el rostro del ángel
y volvió añicos el cielo
creyéndome
(en un peregrino arrebato
de santidad)
libre de la renga sombra
de los pecados.
///
Psalmo del toro barcino
Señor, estoy pasando por
momentos difíciles y en estos días
de ventanas cerradas y heridas abiertas
me busco en el barro pegajoso
de la calle Piñango y no me encuentro.
Me indago en el viento triste que noche
a noche invade el callejón de los estribos
y la respuesta es dura
como un inesperado golpe de piedra:
¡Ten valor y no huyas de ti mismo!
Conmovido, escucho el rumor del mar
y el rumor del mar me exclama:
Si hoy tienes valor, mañana
no estarás muerto!
“Señor, en estos momentos
apretados de sal. Dame valentía,
dame serenidad para lidiar
el toro barcino de cornamenta brava
que será el día de mañana.
//
Salmo del Valle de Upar
(Por Juan Manuel Roca)
Si el viento trae vagos acordes
Del cantor que venció al oscuro
En un claro del bosque
Y de la noche.
Si desciende en el torrente
Del invierno
Una flor robada por el río
A la tumba de Lorenzo Morales
Si el agua
Se baña a sí misma
En los charcos de la luna.
Si la ceiba
Dibuja en la pizarra del río
El mapa de su fronda,
Es hora, compadre Luis Mizar,
De escribir un nuevo salmo.
///.
Partitura del descalabro de Mizar
(Por Wilfrido Rodríguez Orozco)
Este cuerpo traidor
ha tatuado en mi piel
relatos que ocultan
briznas de oscuridad.
Es mordisco de culpas,
alas desvanecidas,
sorda mezquindad,
demonio que humaniza
la perfecta ingravidez.
¿A dónde van?
¿En qué pozo se pudren
las breñas del recuerdo?
Duele cerrar los ojos
en la noche temprana
despidiendo las sombras
bajo el sol de mi cabeza.
III
Itinerario del poeta Mizar
(Por José Atuesta Mindiola)
Por el invierno que apresura
la tristeza en los zapatos de Vallejo.
Por las lágrimas de la noche
en el lienzo de Penélope.
Por la mariposa que sueña
en las barbas del abuelo.
Por la ironía de los clavos
en la sangre del madero.
Por los espejos del mar
en la risa de los alcatraces.
Por la dudosa penumbra
de la linterna de Borges.
Por la ruta apacible del venado
en la tarde mansa del jaguar.
Por la renuncia del cazador
que regresa con el peso
de su sombra.
Por: Amigos de la literatura